El Villarreal dio la vuelta al partido ante Osasuna después de jugar durante toda la segunda parte con un futbolista más por la doble amarilla de Rosier. El penalti de Thomas Partey dio vida a Osasuna, pero el ejercicio de resistencia rojillo tuvo un final cruel. Luiz Júnior evitó el empate con tres intervenciones decisivas, una de ellas monumental.
El partido estuvo parejo antes de la expulsión. Dominaba el Villarreal, pero las dos mejores ocasiones del inicio fueron de Osasuna. Un remate de Juan Cruz, nada más comenzar el partido, se fue a escasos centímetros de la portería de Luiz Júnior, a quien Marcelino mantuvo en la portería pese a su clamoroso error en Londres. Después llegaría la oportunidad de Víctor Muñoz, que también disparó fuera tras una buena acción de Budimir.
Después de un inicio espeso, los amarillos empezaron a traducir su dominio territorial en finalizaciones. Emergió Mikautadze con dos taconazos que abrieron el camino a la portería visitante, pero el fichaje más caro de la historia grogueta tardó en quitarse ese peso.
Sergio Herrera mantuvo el cero en su portería con muchas y buenas intervenciones. La concentración del meta rojillo fue la que le faltó a Rosier. Con tarjeta amarilla, el lateral francés se lanzó sin sentido al suelo a por Pedraza y llegó tarde. Era el minuto 40 y Osasuna se quedaba con un menos.
Gol de Budimir (0-1) en el Villarreal 2-1 OsasunaSportian
En el descuento, Thomas Partey se precipitó al pelear por un balón que recogía Juan Cruz de espaldas, sin mayor peligro que el que generó el ghanés en su propia área. Penalti para Osasuna, gol de Budimir y nuevo giro antes del descanso.
La segunda parte fue un ejercicio de resistencia pamplonesa, con un panorama cada vez más acentuado: el Villarreal atacaba, Osasuna se defendía. El cuadro rosillo aguantó hasta que Mikautadze empató de cabeza a centro de Solomon, que había saltado al terreno de juego y debutado con el Villarreal dos minutos antes.
Gol de Mikautadze (1-1) en el Villarreal 2-1 OsasunaSportian
El esfuerzo de Osasuna tuvo un final cruel. Primero, reclamó como penalti una caída de Raúl García con Rafa Marín. Después, un disparo de Oluwaseyi golpeó en la espalda de Pépé y dibujó una parábola imposible para Sergio Herrera.
Gol de Pape Gueye (2-1) en el Villarreal 2-1 OsasunaSportian
Faltaba cerrar la herida del miércoles de Luiz Júnior, que tuvo su momento de gloria en los minutos finales. Primero en un remate a bocajarro de Raúl García que salvó sobre la línea. El balón salió despedido hacia Catena, pero el madrileño no tuvo tiempo de armar bien el remate y chutó fuera.
Ya en el descuento, otro remate de Raúl García otorgó el perdón total de La Cerámica a Luiz Júnior. Una muestra de reflejos del brasileño que justificó la apuesta de Marcelino. El aplauso del público para el guardameta fue la segunda victoria de la tarde para el Villarreal.