La gente del toro ha vivido los últimos días colgada de móviles y redes ávida de noticias. No podía ser de otra forma. La … temporada se ha puesto especialmente cruenta y las sustituciones de Morante, como antes fueron las de Marco Pérez y ahora las de Manzanares, eran piezas de primer orden, para unos como noticia para otros como tabla de salvación, una oportunidad. ¿Quién le sustituye?… Esa era la gran pregunta circulante y recurrente con periodistas y apoderados movilizados a la caza de las vacantes de última hora.

David de Miranda, Borja Jiménez, Aguado, Rufo o chicos jóvenes como Ismael Martín o el todavía más joven Manolo Caballero, el albaceteño que con la alternativa anunciada en Hellín decidió coger el toro por los cuernos o, lo que es lo mismo,, adelantar el evento y coger la sustitución de Morante para doctorarse en su propia casa, han sido los principales beneficiarios. Ya se sabe, unos las firman y otros las torean. No se trata de falta de sentimientos ni caballerosidad, esa, aunque poco deseada es una de las escasas rendijas que deja el sistema actual para que los jóvenes, menos jóvenes y meritorios en general puedan escapar de la tierra de nadie y saltar a la arena para convertir en realidad sus reivindicaciones.

No se trata de una novedad ni tampoco es solo una cuestión de estadística, que también, aquello de a más toros más percances es inevitable; los mayores decían, es otro argumento, que en septiembre, con una hierba de más, los toros tenían otro carácter y otro sentido. Sea por fas o nefas, la realidad es que llegados a este tramo de temporada todo comienza a pesar más, pesa el toro, pesan los percances graves, pero también los menores que minan poco a poco la fortaleza de los lidiadores y se abre un horizonte de esperanza para aquellos que andaban a la espera cuando todavía faltan puertos importantes, Sevilla, Madrid, Zaragoza, plazas de primera con el toro de primera y los efectos de primera.

En ese ambiente reapareció Morante, lo hizo en Salamanca tal como había avisado cuando las fuerzas y el ánimo le invitaron a parar para susto de las empresas y disgusto de los aficionados, y lo hizo con la lógica propia de los de su género: dibujó cosas hermosas, tuvo detalles de su innata torería y seguidamente saineteó en su segundo a cambio de una gran bronca. No pasa nada, de grandes broncas están las leyendas llenas. Otra cosa, la regularidad, la plenitud, el valor y el dejar que los toros te pasen tan cerca como ha venido haciendo este Morante los últimos tiempos, va contra natura y a favor de su leyenda. Así que tranquilidad, el interruptus de Salamanca, dados los antecedentes, no parece nada definitivo.

Faltan toros

El aspecto ganadero tampoco escapa a la tensión. Faltan toros. De tal manera que corridas y divisas que en un principio no contaban con el beneplácito ni de empresas ni de figuras van encontrando acomodo. La prueba son los muchos carteles de corridas de postín que ya de entrada anuncian toros de dos y tres divisas diferentes como solución para completar un encierro. Y no es cuestión de economía, sucede hasta en el mismo Madrid, coso donde todos quieren ir y donde se pagan los toros como en ninguna otra parte. El problema no acaba aquí, el año que viene la escasez todavía será mayor. Es la resaca de la pandemia.

Los ganaderos, ante una situación como la que se vivió en 2020 con las plazas cerradas, sin fecha para volver a la normalidad y los costos de producción inamovibles (los toros seguían comiendo) las perspectivas eran terribles, tanto que se vieron en la necesidad de reducir las vacadas. Las consecuencias fueron diversas y de distinto signo: se eliminaron las vacas de menos nota con lo cual hubo una mejora en la selección; se redujo la producción y se equilibró económicamente el mercado de un sector que había estado sufriendo casi en exclusiva la crisis de las plazas y como contrapartida ahora nos vemos con los carteles remendados. Nunca llueve a gusto de todos, en el campo ni siquiera llueve.

Setmana Taurina: una cita inaplazable

Hay tradiciones y citas que se demuestran invencibles e inaplazables. Es la fuerza de las raíces. Y es el caso de la Setmana Taurina de Algemesí que pese a la maldita DANA que tanto dolor y pérdidas económicas trajo a la zona, ha mantenido en pie su cita anual. Ayer, a la hora convenida, con todas las improvisaciones necesarias, teniendo en cuenta que la subasta de los cadafals se redujo en un treinta y cinco por ciento, el ingenioso coso de la plaza Mayor estaba en riguroso estado de revista para celebrar una semifinal del Certamen de Novilladas de la Comunidad y arrancar la Setmana. Este año el abono lo componen nada menos que seis novilladas picadas, un festival benéfico, dos festejos de promoción y una clase práctica con las siguientes combinaciones a partir de hoy:

Domingo 21. Matinal, erales de Pujol Gómez para Jorge Escamilla, Pablo Torres, Juan de Rocío y Víctor Roig. Y en horario vespertino novillos de Lagunajanda para Emilio García Torres y Marco Polope

Lunes 22. Erales de Daniel Ramos para Pedro de la Hermosa, Manuel Martínez, Álvaro Castillo, Ian Bermejo e Israel Guirao.

Martes 23. Erales de Castillo de Azuel para Manuel Quintana, Esteban Gordillo, Manuel Fuentes, Hugo Masiá y Daniel García.

Miércoles 24. Novillos de Cebada Gago para Borja Escudero y Álvaro Serrano.

Jueves 25. Novillos de Ángel Gómez Núñez para Tomás Bastos y Juan Alberto Torrijos.

Viernes 26. Novillos de San Isidro para Martín Morilla y Julio Norte.

Sábado 27. Novillos de José Cruz para El Mene y Juan Alberto Torrijos.

Domingo 28. Festival con picadores a beneficio de los damnificados por la DANA. Novillos de El Arroyo, Guadalmena, Moreno Pérez-Tabernero, Pablo Hermoso de Mendoza y Ángel Gómez Núñez para el rejoneador Pablo Donat y los diestros Víctor Manuel Blázquez, Rubén Pinar, Samuel, Navalón, Nek Romero e Iker Rodríguez.