El Baskonia ya tiene al base que tantos desvelos le ha provocado durante el mercado estival. El club azulgrana ha cerrado un acuerdo para la … contratación de Markquis Nowell, según informó ayer el periodista Chema De Lucas y ha podido confirmar este periódico. El jugador que completa el timón junto a Trent Forrest y Rafa Villar es la apuesta final que remata la plantilla azulgrana, con un componente de incertidumbre importante. El jugador nacido en Nueva York hace 25 años no tiene más nacionalidad que la estadounidense, lo que llevará a Galbiati a realizar un descarte en los partidos ACB ya que comparte estatus de extracomunitario con Markus Howard y Trent Forrest. Debutará en el baloncesto europeo con un pasado universitario brillante a cuestas y dos últimas temporadas en la Liga de Desarrollo. Y lo hará con una talla de 1,72 metros que ha marcado siempre su vida baloncestística.
El Baskonia encuentra al fin un base en un mercado escaso que le había negado varias opciones en las últimas fechas. También contrata a un luchador acostumbrado a rebatir tópicos y prejuicios sobre la imposibilidad de labrarse una carrera en el baloncesto profesional cuando se acredita una estatura ‘terrenal’. La suya alumbra a un jugador de talla baja que aspira a hacerse grande en el baloncesto europeo. Tiene algún espejo en el que mirarse. Sin ir más lejos, el de TJ Shorts (1,75 metros y 27 años), que atrajo todos los focos la pasada temporada como brújula del París Basketball para ganarse después un contrato millonario en el Panathinaikos.
Criado en el barrio de Harlem, Nowell comenzó a ‘pegarse’ con tipos mucho más altos que él en las míticas canchas callejeras neoyorkinas de Rucker Park, Dyckman Park o Kingsdome. Creció en ‘High School’ con Kemba Walker como gran ídolo. El primer gran salto en su formación le llevó a matricularse en la universidad de Arkansas. En su primera campaña en Little Rock, el curso 2018-19, ya es un jugador con números destacados: 11,1 puntos, 3,2 rebotes y 4,2 asistencias. Allí permanecería durante tres campañas, con una asentada reputación de director de juego de calidad, sacrificado y consciente de que solo la energía y el dinamismo podían compensar las limitaciones de una talla baja en un mundo de gigantes. «No quiero que la gente me mire y me juzgue por mi estatura sino por lo que puedo contribuir a mi equipo. Siento que es la historia de mi vida, que se dude siempre de mí», aseguraba por aquel entonces en base de Harlem.
Borrado del Draft
En la primavera de 2021, Nowell da un giro a su trayectoria para enrolarse en Kansas State. Dos años más con los ‘Wildcats’ le permiten cerrar un lustro universitario con estadísticas que permiten augurar un buen acomodo en su etapa profesional. Sin embargo, sus 14,8 puntos, 5,8 asistencias y 3,4 rebotes no le permiten dar un paso firme a la NBA. su nombre quedó borrado del Draft de 2023. Su reputación en la NCAA, donde acredita el récord histórico de asistencias repartidas en un partido (19), no puede con los prejuicios sobre su altura. Ninguna franquicia se ‘atreve’ a apostar con firmeza por un director de juego de su rango físico.
En sus palabras
«No quiero ser juzgado por mi estatura. Es la historia de mi vida, que se dude siempre de mí»
Nowell encontró un refugio en la Liga de Desarrollo durante las dos últimas temporadas. Firmó un contrato dual con los Toronto Raptors que le permitió jugar al menos un partido en la NBA, para después engordar estadísticas en los Raptors 905 y en Río Grande Valley Vipers de la D-League. En el arrabal de lujo de la NBA, Norrell ha vuelto a números similares, o incluso mejores, que en su ‘juventud’ universitaria. La pasada campaña promedió 17,3 puntos, 8 asistencias y 3,1 rebotes. Su estadística apunta a un jugador con recursos ofensivos, buen sentido del pase y una buena cosecha de rebotes, atípica para su altura.
Junto a Howard y Forrest
Su condición de extracomunitario lleva a Galbiati a abordar un descarte en choques ACB
Septiembre ha pillado a Markquis Nowell sin nuevo destino profesional y el Baskonia se ha cruzado en su camino para tenderle la oportunidad de un nuevo comienzo en el baloncesto europeo. Su valía está por contratar en un plantel azulgrana que casi arranca de cero con una revolución profunda. La fase de rodaje y aclimatación del nuevo jugador azulgrana apenas durará un suspiro. Dentro de diez días llamará el Olympiacos a las puertas del Buesa para dar comienzo a la temporada 2025-26.
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