El Gobierno portugués reconocerá este domingo al Estado de Palestina justo un día antes de la conferencia de alto nivel que tendrá lugar en la sede de la ONU en torno al país ocupado por Israel como previa de la Asamblea General del organismo, que comenzará el martes 23 de septiembre. El primer ministro luso, el conservador Luís Montenegro, llevará así a buen puerto las negociaciones iniciadas el pasado julio con los diferentes actores políticos del país.

Portugal no será el único país que reconocerá al Estado de Palestina coincidiendo con la cita en las Naciones Unidas, donde otros países más tienen previsto dar el mismo paso abanderados por la Francia de Emmanuel Macron. El presidente francés será el encargado de formalizar este paso con una declaración en la sede de la ONU a la que se han sumado, entre otros, Reino Unido, Australia, Canadá, Bélgica, Luxemburgo, Malta o Andorra. No lo hará Japón, que pese a haber anunciado su decisión de reconocer al Estado Palestino, se ha echado atrás a pocos días de formalizar el paso.

Con los de esste domingo, serán 150 los países que reconocen el Estado Palestino, entre ellos España (lo hizo en mayo del año pasado) de los 193 que conforman la ONU, los últimos Australia y Nueva Zelanda. 

Este reconocimiento es un golpe diplomático contra Israel por el genocidio que está cometiendo contra la población de Gaza, donde el ejército israelí ha matado a más de 65.000 personas además de destruir la práctica totalidad del territorio. Por su parte, Israel denuncia que estos reconocimiento son un “premio” al grupo islamista Hamás por el ataque que llevó a cabo el 7 de octubre de 2023, junto a otras milicias de Gaza, contra territorio israelí, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a otras 251. 

La negativa del Gobierno israelí a la creación de un Estado para los palestinos fue recordada días atrás por el primer ministro, Benjamin Netanyah: ”Dijimos que no habría un Estado palestino y ¡sin duda no habrá un estado palestino!”, celebró el pasado 11 de septiembre tras firmar la ampliación de un asentamiento ilegal en Cisjordania.