El UCAM Murcia CB ha dejado un buen sabor de boca durante su estreno en Bulgaria al imponerse al Start Lublin polaco con una buena segunda mitad en la que ha destacado el pívot Devontae Cacok (100-84). Sin embargo, tan solo es un tercio del trabajo que debe realizar durante su estancia en la ciudad de Samokov, puesto que todavía debe ganar dos partidos más para hacerse con su plaza en la fase regular de la Basketball Champions League.
Se medirá este lunes (15.30 horas, Popular TV) al Juventus Utena lituano en su segundo asalto, el segundo peldaño de esta ronda previa que ha convertido la preparación universitaria en un cara o cruz. Un ejercicio de supervivencia que, si bien quizá llega demasiado pronto en el calendario, el UCAM ha demostrado que está preparado para hacerle frente. A lo mejor no con todo el brillo que en otras etapas de la temporada podría mostar, pero sí con la concentración y química necesaria para intentar solventar cualquier tipo de circunstancias.
Incluido los recién llegados, como el pívot Devontae Cacok, con 17 puntos en su casillero y clave en un tercer cuarto en el que los universitarios rompieron definitivamente el partido y un Toni Nakic (14 puntos y 6 rebotes) que apareció desde el perímetro, en un día en el que todos estuvieron desacertados menos él, para dar oxígeno a los suyos cuando más se necesitaba. También un Michael Forrest que, a pesar de ser uno de los jugadores con mayor capacidad para anotar de la plantilla, supo asistir y generar juego cuando no le entraron los tiros y un Emanuel Cate que también sacó petróleo en la pintura (15 puntos y 6 rebotes).
Supo aguantar el UCAM ante el subcampeón de Polonia, que apoyado en sus jugadores norteamericanos, buscó un partido abierto, desordenado, para intentar ganar a los puntos a un equipo universitario mucho más compacto y hecho a estas alturas de la pretemporada. Y esto fue lo que se impuso en un tercer cuarto en el que los de Sito Alonso pudieron recuperar la decena de puntos de ventaja en el marcador y saber gestionarla, aunque no sin algún que otro sobresalto, algo entendible en esta época de la preparación, en los diez minutos finales.
Buena carta de presentación
Arrancó el UCAM Murcia con un quinteto previsible (DeJulius, Ennis, Raieste, Nakic y Cacok) con el que fue carburando a fuego lento. Ennis encendió la primera llama al anotar en sus primeras intervenciones, pero salió un Start Lublin respondón para igualar e incluso adelantarse en el marcador con dos triples de Mack que contrarrestó Nakic también desde el perímetro (9-10). El conjunto polaco apostó por un ataque más directo, aprovechando sus individualidades, pero el UCAM logró imponer su colectivo con el paso de los minutos. Sobre todo desde una defensa que le permitió firmar un parcial de 11-0 que disparó definitivamente el marcador (20-10). Con las rotaciones no bajó el nivel el equipo universitario, al contario, supo tener la paciencia necesaria para tomar buenas decisiones en ataque, con un Falk destacando todas las facetas, y Cate añadiendo puntos desde la pintura (27-17).
Un rival que responde
Sin embargo, el Lublin mandó un aviso en el inico del segundo cuarto con un parcial de salida de 2-10 liderado por Tevin Mack, con 16 puntos en apenas doce minutos, para obligar a Sito Alonso a pedir tiempo muerto después de tirar por la borda toda la ventaja con la que contaba su equipo en el marcador (29-27). Regresó a pista el UCAM con un triple de Nakic para marcar territorio y poder desplegar así un juego más controlado, pero Mack se encargó de que no fuera así al continuar añadiendo puntos a su casillero (37-33). El técnico universitario alternó durante estos minutos a sus jugadores, con dos quintetos bien diferenciados, que fue suficiente para controlar la distancia en el marcador aunque no tanto para hacerlo con el ritmo del partido (41-37). Forrest, desde el tiro libre, y Cate anotaron en este tramo final para ir al descanso con el 48-42.
Jonah Radebaugh, capitán del UCAM Murcia, durante el partido ante el Lublin. / FIBA CHAMPIONS LEAGUE
Cacok desequilibra la balanza
El inicio de la segunda mitad no pintaba nada bien para el UCAM Murcia después tres faltas en un minuto que dejaban a Sander Raieste al borde de la eliminación. A todo esto se le sumó un Mack que continuaba añadiendo puntos a su casillero para apretar todavía más el marcador (48-44), sin embargo, el equipo universitario logró hacer ‘click’ sobre la pista. Nakic y Cacok recuperaron la renta, obligando al Start Lublin a solicitar tiempo muerto, y a partir de ahí el UCAM logró despegar. Continuó sin tener del todo el ritmo del partido en sus manos, ante un rival que continuaba añadiendo puntos con ataques rápidos, aprovechando las transiciones, pero irrumpió Cacok en la pintura otra vez junto a Nakic para tomar oxígeno con el +14 en el marcador (69-55). El Lublin se topó con la falta de acierto y con el paso adelante en defensa del UCAM Murcia. Un UCAM Murcia que pudo haber ampliado aún más su renta si hubiera estado más acertado desde el perímetro, con un Michal Forrest que no tuvo fortuna pero que a su vez fue clave para generar y asistir a sus compañeros, y también desde el tiro libre, donde el equipo polaco trató de mandar a esta distancia a los murcianos en algunos ataques al no superar el 70% de acierto a la media hora (76-63).
Sin sobresaltos
Los de Sito Alonso llegaron a los últimos minutos con una misión clara, la de defender sus 13 puntos de renta para sufrir lo menos posible en el tramo final. Y así lo hizo. Un triple de Falk y un mate a la contra de Ennis puso la máxima diferencia del partido, con 18 puntos de ventaja a falta de tres minutos (85-67), lo que allanó el camino para encarrilar la primera victoria de las tres que necesita el UCAM en Bulgaria esta semana para estar en la fase regular de la Champions League. No obstante, cuando mejor parecían ir las cosas para el UCAM, fue Howard Sant-Roos el que se tuvo que retirar al banquillo con gestos serios de dolor aquejado de su rodilla izquierda cuando intentaba defender a un rival. Los universitarios se quedaron fríos sin el alero en pista, con un parcial de 0-8 que rebajó la distancia hasta los diez puntos (92-82) y que metió algo de incertidumbre en el tramo decisivo. Apareció Nakic para apagar otra vez desde el triple este pequeño incendio y el UCAM recuperó los nervios en un partido que se descontroló por momentos (100-84).