Para ganar hay que querer hacerlo y eso es lo que pasa con la selección italiana de la Billie Jean King Cup, una de las cuatro potencias presentes en todas las ediciones del torneo junto a Australia, Gran Bretaña y Francia. A Italia no le vale con competir. Un equipo por encima de las individualidades ha retenido con éxito la corona de la máxima competición por países tras deshacerse de Estados Unidos por la vía rápida. 

Los triunfos de Elisavetta Cocciaretto sobre Emma Navarro, por un doble 6-4, y el de Jasmine Paolini ante Jessica Pegula, por 6-4 y 6-2, no hicieron necesario el partido del dobles.   

Las estadounidenses eran favoritas por el ranking de sus jugadoras, pero no por la convicción de triunfar de nuevo. De Málaga a Shenzhen. Cocciaretto es la número 91 del mundo, pero cuando por su bandera se desenvuelve como una ‘top10’. Ese es el espíritu que hace campeonas por sexta vez al equipo capitaneado por Tathiana Garbin. 

En Estados Unidos faltaban Coco Gauff, reina en el último Roland Garros, y Amanda Anisimova, finalista de Wimbledon y del US Open. Ni están ni se las espera. Al igual que la británica Emma Raducanu, que prefirió disputar el WTA 500 de Seúl antes que viajar a tierras chinas para defender a Gran Bretaña. 

Líderes en ambas categorías

Italia seguirá como número uno en el ranking de la BJK Cup que actualizará la semana que viene la Federación Internacional de Tenis. El país transalpino también es primero en las listas de la Copa Davis como campeón de las dos últimas ediciones. 

Puede llegar una tercera del 18 al 23 de noviembre porque jugarán como locales en Bolonia. Sería un segundo doblete consecutivo en ambas categorías