Walt Disney continúa expandiendo la franquicia de TRON a través de un nuevo largometraje que alterará las bases sobre las que había trabajado hasta ahora.
Los orígenes de la franquicia de TRON se remontan hasta el año 1982, cuando salió a la luz la primera entrega de la saga que dirigió y escribió el cineasta Steven Lisberger en base a una historia que había ideado junto con Bonnie MacBird, bajo la producción de Walt Disney.
En ella se nos narraba la historia de Jeff Bridges -interpretado por Kevin Flynn-, un programador de videojuegos que acababa atrapado en el interior de un ordenador y debía batirse en duelos mortales sobre una moto de luz contra un programa maligno para poder escapar de allí.
Si bien la cinta no fue un éxito rotundo en taquilla, con el paso de los años ha ido ganando prestigio hasta ser considerada una cinta de culto, que llegó a destacar por varios aspectos.
TRON se ha convertido en un referente de las películas de ciencia ficción de los años 80, y también de los largometrajes que han implementado los videojuegos como parte central de su narrativa, explorando aspectos como la realidad virtual o el uso de la inteligencia artificial.
Aunque no se llevó ningún galardón en la categoría a mejores efectos especiales en su momento, cabe mencionar que fue una de las pioneras en el uso de gráficos generados por ordenador.
Por todo ello, la primera película de TRON nos ofrece muchas razones para verla, que sobre todo se sostienen sobre el interés que genera la historia y tecnologías que la hicieron posibles por encima de su propio argumento.
El legado de TRON
Casi tres décadas después de que se estrenara TRON, y con el aumento de popularidad de la cinta original, Walt Disney decidió retomar la marca con el estreno de TRON: Legacy (2010), una secuela directa de la original, dirigida por Joseph Kosinski, en la que se nos narraba la historia del hijo del protagonista anterior, 25 años más tarde.
Gracias al avance de la animación en los últimos años, la secuela de TRON lograba ser más impactante a nivel visual para las audiencias del momento, pero su historia seguía sin estar a la altura, por lo que la cinta nunca llegó a alcanzar el nivel de popularidad que tuvo la entrega original.
Una vez más, han tenido que pasar 15 años para que Walt Disney quisiera traer de vuelta TRON, con el estreno de TRON: Ares, que llegará a los cines el mes que viene, el próximo 10 de octubre.
Con esta tercera película de TRON, que dirige Joachim Rønning, nos distanciamos de los personajes a los que ya conocíamos e incluso del enfoque adoptado por las entregas previas, pues ahora tendremos como protagonista a un programa -interpretado por Jared Leto– en lugar de a una persona, y será este quien vaya al mundo real en vez de a la inversa.
Pese a su menor éxito, visionar TRON: Legacy antes del estreno de TRON: Ares podría ser interesante para entender mejor el contexto de la saga, aunque por el momento tampoco sabemos si la nueva entrega merecerá la pena.
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