El vuelo de su capote en la pasada Feria de Nuestra Señora de la Salud aún se recuerda. El joven novillero sin caballos, Manuel Quintana, ejerce como la última gran promesa del toreo cordobés en una temporada prometedora. El chaval, tutelado como si de un hijo taurino se tratara por Antonio Tejero, apoderado, empresario y exsubalterno de élite, continúa regalando esperanzas a quiénes anhelan una figura cordobesa. Entrena a diario tras estudiar. En el fortín que Tejero le tiene preparado en su propia casa, Quintana se esfuerza «sin escatimar horas» porque, tal y cómo explica a ABC, el sueño de querer ser alguien en el toreo «lo veo mucho más asequible ahora que nunca». Con ilusión pero con la prudencia de quien ejerce «con humildad cada tarde», este virtuoso chaval ha conseguido mantener encendida la luz torera. En apenas unos días regresa en Pozoblanco ante los suyos.
-Suma una veintena de festejos. ¿Se imaginaba una temporada así?
-La deseaba pero no me podía imaginar verme en tantos sitios. Tengo mucho que agradecerle a mi apoderado, Antonio Tejero. Sin él no podría estar consiguiendo lo que llevo recorrido.
-Mantiene una relación paterno-filial en lo taurino, con él, ¿no?
-Sí, sí. Es que es una persona muy importante en mi vida. Me ha ofrecido todo y confío plenamente en él. Le estoy muy agradecido, insisto, por todo. Y muy contento con él. Porque sé que todo lo que me dice es para ayudarme.
Debú con caballos
«Nosotros queremos hacer las cosas cuando se vayan dando pasos. Tenemos en la cabeza hacerlo la próxima temporada. Pero no es algo que me obsesione»
-Ilusionó mucho en Córdoba. En Bilbao, se ha hecho con el certamen Iván Fandiño. En Dax (Francia), encandiló a la afición. ¿Qué más se puede pedir para un arranque?
-Pues, no mucho. Pero tengo la pena de no haber cuajado en Sevilla. Porque fue una tarde de mucho ambiente y las cosas no salieron. Voy poco a poco y quiero seguir cumpliendo mis propósitos. Me considero un privilegiado por estar pisando plazas como las que ha citado.
-Antes de Pozoblanco, La Algaba y Algemesí. Imagino que con muchas ganas de volver torear en su tierra.
-Muchísimas. Para mí es toda una responsabilidad. Encima es la plaza que regenta mi apoderado. Es muy motivador que pueda estar en esa feria, también.
-¿Cómo lleva que la afición cordobesa ya le coloque como el torero a seguir?
-Es muy bonito. Es maravilloso saber que la gente va a verte con ganas, con ilusión y que espera de ti algo, que le respondas. Soy consciente del esfuerzo que eso supone. Un esfuerzo en kilómetros, en que se gasten dinero siguiéndote, comprando entradas… Eso me obliga también a eso, a responder. Es una responsabilidad. Pero me gusta que sea así.
Quintana (derecha) junto a su apoderado Antonio Tejero
ÁNGEL RODRÍGUEZ
-¿Se ve debutando con caballos antes de que acabe la temporada?
-Tenemos otra idea. Nosotros queremos hacer las cosas cuando se vayan dando pasos. Tenemos en la cabeza hacerlo la próxima temporada. Pero no es algo que me obsesione. Confío ciegamente en lo que me dice Antonio y sé que ahora todavía no es el momento.
-Lo importante que es tener cerca a una persona que te tutele en el toreo…
-Lo es, lo es. No es fácil encontrar a personas como Antonio, que te hablan de verdad. Que buscan tu evolución y que se preocupan por ti. Sabiendo las dificultades que presenta el toreo, en general, ya le digo que es una suerte la mía. Antonio tiene unos valores taurinos muy importantes. Es un privilegio escucharle por sus conocimientos y manera de entender esto.
-En este tramo que lleva recorrido, ¿qué se le ha hecho más duro?
-El calor (ríe). No escatimo esfuerzos. Pero es verdad que llevamos un verano de mucho calor. Por la mañanas me dedico a estudiar y por las tardes, a entrenar. Pienso en las próximas citas y así transcurre el tiempo. Estoy muy ilusionado en todo lo que hago.
-¿Hay mucha competencia también en el escalafón inferior?
-Bastante. Nada más que hay que ver las novilladas de promoción, la calidad de los compañeros que se presentan. A principios de año, me vino muy bien entrar en bolsines, se aprende mucho y te sirve para prepárate. Creo que hoy en día hay mucho nivel.
«Poder debutar en Los Califas es un sueño. Pero hay que ir paso a paso»
-¿Le da tiempo a mirar al escalón superior?
Sí, estoy pendiente y sé cómo funciona. Pero para eso aún queda. Será la próxima temporada. Nosotros queríamos antes un rodaje y es lo que estamos haciendo.
-¿Su debú con caballos, en Córdoba?
-Tenemos que ver aún cómo organizar la temporada. Poder debutar en Los Califas es un sueño. Pero hay que ir paso a paso.
-¿Está preparado para coger, entonces, el testigo de la afición?
-Estoy preparado y convencido. Tengo muy claro lo que significa Córdoba y lo que ha sido en el toreo. A día de hoy, veo cada vez más cerca la posibilidad de poder lograr ser torero. Es mi ilusión, mi meta. Es como una obsesión que tengo y que creo que lo voy a conseguir. Pero tenemos que ser humildes y seguir en esta línea.
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