En la previa del partido en Son Moix, Diego Pablo Simeone, había desgranado las líneas generales que debía seguir el Atlético de Madrid para despegar, definitivamente, en un inicio de temporada muy mediocre. Sólo una victoria en cinco partidos, tres empates, una derrota. Más otra en la Champions. Precisamente el partido de Liverpool había sido el ejemplo que había usado el Cholo para señalar la senda a seguir.  «El camino es el que atravesamos el otro día, pero saliendo más centrado, competir, mejorar la parcela defensiva, ser más contundentes y crecer individualmente para que el colectivo sea mejor», había comentado.

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(1-1). Leo Román y Muriqi desvían el camino de redención del Atlético

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Empate a uno entre Mallorca y Atlético en Son Moix

¿Se cumplió? A medias. El Atlético salió más centrado, generó un montón de ocasiones, pero no tuvo contundencia ni ofensiva -12 remates y un penalti fallado-; ni defensiva -volvió a encajar y en seis partidos en este curso, sólo ha dejado de recibir goles en uno-. Y en lo de crecer individualmente, todavía falta. No ayuda que jugadores como Sorloth dejasen al equipo en inferioridad numérica en una acción evitable. Tampoco que los delanteros estén secos en este arranque de curso. Y por supuesto, uno puede tener claro el camino a seguir, pero si en él te encuentras una piedra del tamaño del Monte Rushmore, con la cara cincelada de Leo Román, pues no hay mucho más de lo que hablar. Partidazo del portero local -seis paradas, una de ellas la del penalti-. La recuperación colchonera tendrá que esperar. 

Arrancó el Atlético de Madrid con las ideas claras, queriendo ser el protagonista del partido, un equipo que, a diferencia de lo que había sucedido hace unos días en Anfield Road, ante el Liverpool, no saliese desconectado del encuentro, para encontrarse por debajo en el marcador a las primeras de cambio.

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Una de las noticias del once era la presencia de un Raspadori, que arrancaba las hostilidades. Un saque de esquina que intentó cerrar al máximo, quién sabe si queriendo sorprender con un gol olímpico, casi sorprendía a Leo Román, que tenía que hacer un extraño para enviarlo fuera.

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Mallorca – Atlético, en imágenes

CATI CLADERA / EFE

El meta local, que fue una de las opciones que el Atlético tanteó este pasado verano, cuando parecía que lo de Juan Musso no se iba a hacer, era el que mantenía a los de Arrasate en el partido en los primeros 15 minutos. Lo demostraba en las siguientes acciones, un disparo de Barrios desde fuera del área que tocaba lo justo para que, entre él y el palo, la cosa no fuera a mayores.

Pero sobre todo a los 12 minutos, en una acción que podría haber cambiado el destino del partido. Jugada por la izquierda del ataque colchonero, que terminaba con un Nico González sirviéndole el balón a Hancko, que se veía con todo el panorama libre para sacarse un chutazo a bocajarro. Raíllo se lanzaba para evitarlo, pero el balón le impactaba en el brazo, claramente, cuando se dirigía a la portería de Leo Román. Penalti, por más que el central, se esmerase en intentar explicar que había sido fortuito.

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CATI CLADERA / EFE

Se encargaba todo un especialista, como lo es Julián Álvarez, pero el meta del Mallorca le leía a la perfección, las intenciones. Esquinado a su derecha, media altura, ideal para que Leo Román se luciese. Y constatase que el delantero argentino no ha comenzado la temporada tan afinado como se le suponía.

A partir de ese momento, el Atlético enlazaba varias entradas desde la banda, con centros a los que Julián no llegaba por un número de pie. Se intentaba asomar también el Mallorca, al área de Oblak, para que no pareciese que sólo se defendía. El problema en este punto de partido, es que los centros cruzados de los baleares no eran precisos.

A la media hora, primer contratiempo serio para el equipo de Arrasate, lesión de Kumbulla. Entraba Pablo Torre, en su lugar. Pedía Simeone a los suyos que movieran la pelota rápida y que, llegados a la zona de último pase, tuviesen lucidez y tranquilidad para sacar fruto, porque se habían dado varias acciones así, en las que había faltado centímetros para que fuese medio gol. Se estaba deshinchando algo que el Atlético en este tramo final de la primera mitad; y Nico González, con un disparo desde 25 metros, intentó despertar a los suyos. Un tiro que Leo Román atrapaba abajo. Se cerraba el primer acto con un dominio infructuoso del Atlético, con casi un 71% de posesión y seis remates (tres al marco) por uno sólo el Mallorca.

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Centro de Nico, la volea de Giuliano, que llegaba un tanto forzado y no colocaba bien el cuerpo, a tres metros de la portería, se iba alta. Seguía percutiendo el Atlético de Madrid, buscando abrir el candado, pero Leo Román se había empeñado en demostrarle al club colchonero, que se equivocó no yendo a buscarle. Jugada por la derecha, en el 53’, con pase a un Julián Álvarez que bailaba en una baldosa para darse la vuelta y fusilar. Pero el meta local volvió a lanzarse y desviarla. Simeone se llevaba las manos a la cabeza por la cantidad de ocasiones que no estaban aprovechando.

Conforme avanzaba el crono, el Mallorca se veía más dentro del partido. Mójica ponía al balón en el corazón del área, donde Asano no podía concretar bien el cabezazo. Una advertencia de lo que podía darse de ahí al final del choque. Simeone movía el banquillo, como suele, a partir del 60’. Dentro Molina, Griezmann y Sorloth; por Julián Álvarez, Giuliano y Raspadori. Y poco después, se sumaba Gallagher y se marchaba Barrios.

En las botas de los nuevos se daba el enésimo cabezazo contra el muro de Leo Román. Conor robaba un balón, se lo ponía en el corazón del área a un Griezmann que la daba de primera para que meta del Mallorca se luciese una vez más.

El partido se estaba poniendo para que apareciese una desgracia para los de Simeone. Y el protagonista sería un Alexander Sorloth que acababa de saltar al campo. El noruego levantaba mucho la pierna en un balón dividido con Raíllo. Lo que inicialmente era una amarilla se convertía en roja tras la revisión. Lo que le faltaba al noruego, que está teniendo un arranque de temporada para olvidar, dando la sensación de que está con la cabeza en otro sitio. No le sale nada. 

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Pero nada como lo que vive el Mallorca. La pausa de hidratación inmediatamente posterior a la expulsión, dejaba a un Arrasate advirtiendo a los suyos que no se repitiese lo sucedido ante el Espanyol, una jornada antes, en la que habían perdido ante un equipo con uno menos. Pues en la siguiente acción, Molina encontraba a Llorente en la carrera, éste disparaba abajo, Leo Román repelía y Gallagher, que acompañaba la jugada, ponía el 0-1. Tremendo palo para los insulares. 

Estaba cantado que, de ahí al final, el partido iba a ser un acoso local a la portería de Oblak. Pero sucede que, para marcarle a este Atlético, tampoco es necesario el cerco romano de Numancia. En una de las primeras, Virgili encontraba la cabeza de Muriqi, que ya tiene algo personal contra los rojiblancos, para hacerle el tercer gol de su carrera, y empatar el choque. 

1 Leo Román 13 Jan Oblak 2 Mateu Morey 82′ 14 M. Llorente (17 Jan Virgili) 24 R. Le Normand 24 Martin Valjent 15 C. Lenglet 21 A. Raíllo 17 Dávid Hancko 4 M. Kumbulla 36′ 20 Giuliano 62′ (20 Pablo Torre) (7 A. Griezmann) 12 Samú Costa 67′ 6 Koke (6 Antonio Sánchez) 8 Pablo Barrios 68′ 8 Manu Morlanes 82′ (4 C. Gallagher) (9 Abdón Prats) 23 Nico González 77′ 22 Johan Mojica (3 Matteo Ruggeri) 10 Sergi Darder 19 Julián Alvarez 62′ 11 Takuma Asano 68′ (16 Nahuel Molina) (30 M. Domenech) 22 G. Raspadori 62′ 7 Vedat Muriqi (9 A. Sørloth)

Goles:(0-1) C. Gallagher (79′), (1-1) Vedat Muriqi (85′)

Tarjetas:L L A. Sørloth (72′)

Árbitro: Francisco José Hernández Maeso

Espectadores: 22.000 en el Estadi Mallorca Son Moix

LO MEJOR El desparpajo de Virgili LO PEOR La lesión de Kumbulla