Los ingenieros del orden, que no del caos, deben descansar sobre certidumbres sus estrategias políticas. Una de esas certidumbres es que Catalunya siempre anticipa ciclos en España: pierden los clásicos y ganan los antisistema de derechas. Éste es el principal titular de la encuesta que publicamos ayer sobre intención de voto en catalanas. Ya anticipamos que los autoritarios Vox/Aliança Catalana tenían transferencias de todos. Lo del mito del 35% de voto socialista o popular, que encabeza este artículo, por tanto, es vivir técnicamente en Plutón. La cota 35% no es ni logos ni mito, porque no estamos en 2008. De hecho, las personas que nacieron en 2008 votarán por primera vez ahora para el que esté despistado.

Miren, en estas 500 Millas de Indianápolis políticas trabajar con certidumbres es diseñar un coche ganador sabiendo que el bloque de la derecha –pase lo que pase– no llegará al 50% del voto válido en las generales, o que en el otro bloque los nacionalistas y otros no bajarán nunca del 11% de votos válidos, y que por ello la izquierda (PSOE y todos los demás), a lo sumo, podrán aspirar al 39%-42%, según como se comporte también la derecha. Esto son certidumbres, o grandes surcos, que hacen posible hacer que la carrera te elija a ti.

Lo del mito del 35% de voto socialista o popular es vivir técnicamente en Plutón

Otra certidumbre es que las siguientes generales no tendrán nada que ver con las de 2011, con tres millones de desmovilizados en la izquierda. La participación, esta vez, se asemejará a la del 2015, acercándose al 70%. La del 23-J fue comparable a la del 2011, casi 700.000 personas menos que en 2015 con un censo de un millón de personas más. Este bajón certifica la ausencia de creatividad y la poca tracción de los clásicos frente a la restauración del autoritarismo.

Lo del mito del 35% se cae por su propio peso con este nuevo contexto. De hecho, para que el PP llegue al 35%, lo tendría que hacer por dos vías fundamentalmente que chocan entre sí: o por la vía Aznar-Ayuso, a mamporro limpio con el PSOE para tratar de recuperar el millón largo de votos que ya le han transferido a Vox; o por la vía Moreno-Azcón, a base de seducir al elector central que puede confiar en la derecha democrática, una vía que le dio la victoria en las andaluzas del 2022, pero que se la quitó el 23-J por falta de claridad, una última semana caótica y los 20.000 votos de Ícaro-Feijóo en cuatro provincias. Las dos vías son incompatibles, con el peligro que ni una ni otra terminen por funcionar si no tienes un buen motor, chasis y aerodinámica. Pero es que con los actuales números les tendrían que funcionar ambas para volver a aspirar al 35%, porque a Vox como MAGA español no lo bajará nadie del 15%. Y ante la indefinición ya le dice hola en el Consejo de Ministros.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe este jueves al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Palacio de la Moncloa para abordar la seguridad en Europa y el gasto en defensa en la que es su primera reunión a solas desde 2023.

Sánchez i Feijóo se reunieron en la Moncloa, en marzo de este año

DANI DUCH

En el otro lado, para que el PSOE llegue al 35% sólo hay dos vías: o por la vía Zapatero, con el intento de absorción del votante de izquierdas, que ante la falla de la oferta electoral de Sumar, y la mal llamada polarización, piensan que harían, craso error, como en el 2008: apoyar en masa al candidato socialista; o por la vía Carlos Cuerpo, con ese japonés que tanto nos gusta (antes vía Nadia Calviño), que consiste en la construcción de una causa central desde la izquierda, hoy podría ser la del Partido Demócrata frente al autoritarismo, en la que el PSOE, junto a sus aliados unidos en una candidatura única de 3 millones de votos, conseguiría no sólo movilizar a los que faltan, sino también desmovilizar al elector de la derecha democrática. Ante la indefinición, suman una supermayoría PP-Vox.

Preguntas: ¿Alguien cree que el PSOE hoy podría repetir el momento más álgido del bipartidismo, las elecciones de marzo del 2008, con un 44% de los votos, dejando a IU y nacionalistas en los huesos? ¿Alguien piensa que reducirá el 4,5% de Podemos, que es rocoso, al 1,5%? ¿Y al espacio de Sumar del 7% al 1,5%, teniendo en cuenta que allí se agregan los Comunes, Compromís y más etcéteras, que no están en el bloque de los nacionalistas? El espacio que no vota PSOE a su izquierda siempre ha existido. No lo vemos. Gaspar Llamazares, en 2008, obtuvo el 3,77% de los votos.

Gana el que gobierna. Feijóo lo supo después, aunque es así desde el 6 de diciembre de 1978. Así que aunque el mito del 35% puede ser un objetivo loable, es vieja consultoría. Los ingenieros del orden saben que en política leer una frase feliz es tan sólo cubrirse la cara, escribir claro al igual que liderar un camino es mostrarla. Ésa es la nueva consultoría.

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La guerra de Irak

Los espacios electorales son rocosos en España y la estabilidad electoral también. Aquí no hay grandes vuelcos, ni sorpresas. En el 2003 la mayoría absoluta del PP en el Congreso votó lo de la guerra de Irak cuando el 90% de los españoles estaba en contra. Craso error. En 2004, aquello explicó muchas cosas. No fue un vuelco, sino un resultado electoral que reflejaba dónde había estado siempre España. Con Palestina sucede exactamente lo mismo: el 82% de los españoles considera que es un “genocidio”. Fuente: Real Instituto Elcano.

El ojo de halcón
Mitólogos

El nuevo libro Mitólogos de Toni Aira es una delicia para los amantes de la comunicación política. El mito es el éxito y Aira lo explica como nadie. Las imágenes icónicas nunca son fruto del azar. Han sido esculpidas a lo largo de los siglos con inteligencia, cálculo y vocación de eternidad. Como las palabras, las imágenes comunican, pero, sobre todo, despiertan los sentidos, activan la memoria y seducen. El mito es una herramienta imprescindible para los ingenieros del orden. La obra se presenta el 1 octubre en Madrid y el 16 en Barcelona.