Para Manuel Ruiz Moriche, gaditano del 63, la arquitectura existe por la luz, «sin ella no es posible». Con esta premisa se ha convertido en el gurú de un tipo de «lujo tranquilo» en toda la Costa del Sol y más allá. Su estudio, AKR Architects, se ubica en el exclusivo entorno de Sotogrande, adonde llegó hace más de 20 años tras abrir un primer emplazamiento en La Línea de la Concepción.

En las urbanizaciones del Campo de Gibraltar no faltan villas que han salido de los planos de AKR. Estructuras que combinan un inspirador estilo de vida, calidad de materiales y sostenibilidad, «sueños que empiezan por un diseño global», señala el arquitecto. Su desempeño en la Costa del Sol, de Sotogrande a Marbella y La Zagaleta, ha llamado la atención en todo el mundo.


Vista general del resort

AKR ha construido villas para clientes de La Moraleja madrileña, Portugal, Italia, Emiratos Árabes y Estados Unidos. En Miami ya conocen bien el sello de Ruiz Moriche. Su próximo proyecto lo lleva ahora hasta el corazón mismo de Nueva York, donde construirá un residencial exclusivo en la zona del Greenwich. Un proyecto privado que aspira a convertirse en emblemático y que supone otro reto de altura para el equipo radicado en la provincia de Cádiz.

Lujo y tradición

«La arquitectura que desarrollamos en ARK es humanista y profundamente ligada al lugar. Cuando tengo la oportunidad de diseñar hablando directamente con quienes van a vivir la casa, no existen límites», señala el director creativo y fundador de ARK. En palabras para Forbes, Ruiz Moriche desgrana su idea de exclusividad: «Entender el lujo desde la libertad espacial, la sostenibilidad, la eficiencia energética y, sobre todo, desde el reencuentro con la naturaleza y la tradición».

Uno de sus últimos proyectos en Sotogrande es Villa Vida, una mansión de 2.300 metros cuadrados con gimnasio, dos piscinas, bodega y siete suites, por 12,5 millones de euros. ARK Architects es responsable de algunas de las propiedades más caras de la costa gaditana, con precios que alcanzan los 22 millones de euros.


Jesper Brodin, el CEO saliente de Ingka, junto al gaditano Juvencio Maeztu, nuevo CEO.

Junto a Santiago Ruiz y Diego Suárez, Ruiz Moriche ha logrado con ARK su sueño: «Desarrollar viviendas de alta calidad es una pasión desde hace más de 25 años, para que nuestros clientes puedan sentir la experiencia inigualable de disfrutar de espacios únicos, sostenibles y equilibrados que además son un activo financiero». En ARK trabajan casi 40 personas desde su estudio junto al río Guadiaro. Además del diseño de viviendas, Ruiz Moriche ha emprendido proyectos de diseño de muebles y de cubertería.