Nueva York acoge este lunes una conferencia internacional de la ONU que busca reavivar la estancada solución de los dos Estados en Oriente Medio. Apadrinado por Francia y Arabia Saudí, el encuentro se celebra en plena escalada de la ofensiva en la Franja de Gaza —donde Israel ha iniciado la ocupación terrestre de la capital, Ciudad de Gaza— y en un momento en el que viejos aliados del Estado hebreo se han sumado al reconocimiento de Palestina, lo que ha provocado el contundente rechazo del Gobierno israelí.

La sesión de este lunes es la continuación de la Conferencia para la Solución Pacífica de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la solución de dos Estados que arrancó en julio —tenía previsto celebrarse en junio, pero se atrasó tras los ataques de Israel a Irán—. Varios países tenían previsto reconocer Palestina durante la Asamblea General de la ONU, que arranca el martes, pero Reino Unido, Canadá, Portugal y Australia se adelantaron y dieron el paso el domingo. Se espera que Francia, Bélgica, Malta, Andorra, Luxemburgo y San Marino, lo hagan a lo largo de este lunes.

En julio, el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró ante el Consejo de Seguridad que la solución de los dos Estados estaba «más lejos que nunca» y defendió que se trataba de «un derecho» de los palestinos, «no un premio». El proceso, advirtió entonces, «corre el riesgo de desaparecer por completo» y aseguró que «el deber de la comunidad internacional» era mantenerlo vivo y «materializar las condiciones para que suceda».

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La Autoridad Palestina participará por videoconferencia tras el veto de EE.UU.

El conflicto palestino-israelí es uno de los temas más divisivos entre la comunidad internacional y Estados como Alemania, Italia, Holanda, Grecia, Austria o Finlandia aún no han dado el paso de reconocer Palestina. Tampoco Estados Unidos, el principal aliado de Israel, que ha tratado de sabotear la conferencia al denegar el visado de entrada al país al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, y a su equipo.

Para remediarlo, la Asamblea General autorizó el viernes que Palestina participe por videoconferencia tanto en la conferencia sobre la cuestión palestina como en el resto de sesiones previstas durante la semana. Solo tres países (Nauru, Palau y Paraguay) votaron en contra, además de Israel y Estados Unidos, lo que demuestra el aislamiento de ambos Estados en lo que a la que a Palestina y la masacre en Gaza se refiere.

Hasta el momento, de los 193 países que componen la ONU, 150 ya reconocen el Estado palestino.

Netanyahu advierte: «Eso no sucederá»

Cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció la celebración de la conferencia aseguró que «la solución de dos Estados es también pertinente para Israel«. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dejado claro que no puede estar más en desacuerdo. En un vídeo difundido por su oficina el domingo, el mandatario rechazó la medida y anunció una «respuesta» a una decisión que tacha de «recompensa al terrorismo».

«Eso no sucederá. No se establecerá un Estado palestino al oeste del río Jordán», insistió el primer ministro, que presumió de haber «impedido» durante años «el establecimiento de este Estado terrorista ante una enorme presión interna y externa». Además, ha recordado que durante su Gobierno se ha duplicado los asentamientos israelíes ilegales en el territorio palestino de Cisjordania ocupado por Israel y advirtió de que seguirán «por ese camino».

Netanyahu anunció que esta semana presentará ante la Asamblea General de la ONU «la verdad de Israel» y su «visión de una paz verdadera: la paz a través de la fuerza». El líder israelí pone como ejemplo su reciente guerra contra Hizbulá que, según él, ha creado la posibilidad de alcanzar la paz con Líbano y Siria.

Mientras tanto, el ministro de Finanzas israelí, el colono radical Bezalel Smotrich, presentó una propuesta para la anexión del 82% de Cisjordania. Dijo que se trataba de «la respuesta» al intento de imponerles «un Estado terrorista en el corazón» de su país. El ministro de Exteriores, Gideon Saar, ha calificado la decisión de reconocer Palestina de «inmoral», «indignante» y «especialmente repugnante».

La ministra británica de Exteriores, Yvette Cooper, ha advertido al Gobierno de Israel contra cualquier represalia, por ejemplo, con la anexión de más territorio en Cisjordania. «Le he dejado claro al ministro de Exteriores israelí que no deben hacer eso, y le he dejado claro también que la decisión que hemos tomado es la mejor manera de respetar la seguridad tanto de Israel como de los palestinos», ha declarado a la BBC.

La solución de dos Estados, un objetivo de la ONU desde su origen

El conflicto palestino-israelí fue el primer gran asunto al que tuvo que enfrentarse la Naciones Unidas tras su creación. Y, aunque la idea de los dos Estados, uno para la población judía y otro para la israelí es previo a la fundación de la ONU, la medida aparece en docenas de resoluciones del Consejo de Seguridad y en múltiples conversaciones de paz.

La cuestión palestina, de hecho, se abordó duranta la primera Asamblea General, en abril de 1947, después de que Reino Unido renunciara a su mandato sobre el enclave. Naciones Unidas aceptó la responsabilidad de encontrar una solución justa y propuso la partición de Palestina en dos Estados independientes con Jerusalén internacionalizada, actuando como marco para la solución de dos Estados.

En 1993, el entonces primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, y el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, firmaron los Acuerdos de Oslo, un documento que preveía negociaciones futuras sobre la creación de dos Estados y sentaba las bases de un autogobierno interino palestino tanto en la Franja de Gaza como Cisjordania. Fue diseñado como el primer paso hacia una paz entre Israel y Palestina que nunca que llegó.

Recientemente, el 12 de septiembre, la Asamblea General de la ONU aprobó por una amplia mayoría la conocida como Declaración de Nueva York, que persigue impulsar con «medidas tangibles» y «plazos concretos» la solución de los dos Estados. Además, exige a Hamás que deje de «ejercer su autoridad sobre la Franja de Gaza».

Desde el 7 de octubre de 2023, el Ejército israelí ha matado a más de 65.200 palestinos, entre ellos más de 19.000 niños. Además, las autoridades sanitarias estiman que al menos 111 personas han fallecido por causas relacionadas con la desnutrición, de las cuales al menos 80 eran menores. La semana pasada, una comisión de investigación independiente puesta en marcha por la ONU concluyó que Israel ha cometido genocidio en Gaza, y que altos mandatarios israelíes, entre ellos Netanyahu, ha incitado estos actos.