El libro reescribe su futuro y expande su universo en la tercera década del siglo XXI que trae un nuevo paradigma. La colonización acelerada del mundo dual, analógico y digital, que incluye a la inteligencia artificial, ha traído grandes transformaciones al ecosistema del libro con elementos nuevos y la consolidación, confirmación o evolución de otros gestados años atrás. Ha modificado el ecosistema y jubilado el negocio y la divulgación tradicional del libro. Todas sus esferas están cada vez más interconectadas, al tiempo que aumenta el impacto e influencia de unas en otras: desde el autor con la creación del libro, hasta el lector, pasando por agentes literarios, editores, distribuidores o prescriptores y divulgadores de lectura.

La sociedad se adentra en un mundo dual, analógico y digital, de manera acelerada, lo que conlleva una serie de cambios de hábitos, expectativas y relaciones con el libro y la lectura. Y de la propia percepción del mundo por parte de los autores.

Todo lo que empezó a gestarse en ese compás de espera de búsquedas y exploraciones en el universo del libro como creación, industria y promoción a finales del siglo XX y comienzos del XXI parece aclararse esta década. Se sabe que nada de lo que lo llegue tendrá una vida larga, como sí ha ocurrido en los últimos dos siglos.

Resultado de lo que incluye desde la presencia omnipresente e insoslayable de lo digital y los avances, y esto incluye la inteligencia artificial, para la divulgación de libros, pasando por las exploraciones literarias que hoy viven un gran momento de mestizaje o hibridación de géneros, reflejo de algo parecido a lo que vive la sociedad, que no es más que una vuelta al origen de la literatura moderna que surge del mestizaje donde dialogan la novela, el cuento, la poesía, la música, el ensayo, los diarios, los pensamientos, las cartas y cualquier forma de transmisión de historias, de contar algo a alguien.

Es la ruptura de etiquetas sin prejuicios. Son obras acordes a estos tiempos de multiculturalidad y transversalidad que se nutren entre sí para crear obras mixtas en marcha.

Pero en tiempos de hiper conectividad donde parecía que iban a predominar las leyes de lo digital y lo audiovisual, la lectura y el libro siguen ocupando un lugar fundamental en la sociedad. Es más, son una especie de oasis ante la colonización de los hábitos del ciberespacio. La convivencia entre los dos mundos se prolonga irremediablemente.

Las siguientes son algunas de las tendencias más significativas:

  1. Aumento de la presencia de la mujer como autora y del mundo femenino en los libros.
  2. La vuelta del neo realismo mágico onírico o gótico que más que la resurrección de un estilo refleja una realidad suturada de lo real. 
  3. El éxito de las sagas literarias para jóvenes y libros de gran extensión que trae nuevos lectores.
  4. El auge la novela gráfica sobre éxitos literarios contemporáneos para todos los públicos.
  5. La acogida del ensayo divulgativo-literario como espejo de la historia de la humanidad.
  6. La fuerza de la omnipresencia de las trashumancias virtuales que modifican todo el ecosistema del libro.

Lo creativo, lo científico, lo digital, lo empresarial y los cambios sociales en el mundo del libro son transversales como se ven en cinco de las principales transformaciones:

La mujer y su verdadero universo

El cambio real de paradigma del mundo procede de ellas en todos los ámbitos. En cuanto al mundo del libro, las mujeres no son solo las que más leen y suelen dirigir el sector editorial, sino que cada día hay más escritoras en los diferentes géneros literarios y con toda clase de temas, con uno crucial: cuentan la realidad del mundo de las mujeres, desacralizan conceptos y enriquecen y amplían la mirada y los enfoques sobre la vida. Rompen prejuicios y tabúes. Escriben  sobre la realidad de sus cuerpos, de sus sueños, del embarazo, de la maternidad y la crianza de hijos, de lo que significa ser madre, de su derecho a no ser madres, de las relaciones maternofiliales, del amor, la pasión, el deseo y el sexo femeninos, de sus decisiones sobre la soltería, de los múltiples acosos a que han estado sometidas siempre, de los maltratos de los que han sido y son víctimas, de la desigualdad con que la sociedad las ha tratado, de sus luchas feministas o de los injustos sentimientos de culpa por incorporarse a la igualdad para vivir con las mismas oportunidades que los hombres con el estudio, la incorporación al trabajo o la aceptación o no de altos cargos y sentir que han descuidado a sus hijos, a sus hogares, cuando los tienen, a sus padres, porque el tiempo no les alcanza debido a que la distribución de deberes en la pareja o en la familia aún no es equilibrada y ellas cargan, todavía, con las mayores responsabilidades. Aún les falta dedicar más tiempo a ellas mismas. Sus novelas, cuentos, poemarios, ensayos y demás libros hablan del peso de la historia que ellas han cargado siempre en lo cotidiano y que es lo que hace girar al mundo.

Pero gracias a esos libros todos vivimos una reeducación. Empezamos a conocer la verdad de la mitad de la población, a recalibrar las cargas. Son tiempos de ajustes por libros  de escritoras/es como

Annie Ernaux, Chimamanda Ngozi Adichie, Ariana Harwicz, Adriana Cavarero, Lionel Shriver, Eva Baltasar, Miranda July, Marta Sanz, Sara Mesa, Dahlia de la Cerda, Arundaty Roy, Aixa de la Cruz, José Luis Peixoto, Inés Garland, Luna Miguel, Chantal Maillar, Ali Smith, Siri Hustbedt, Vivian Gornick, Sally Rooney, Adolfo García Ortega, Leslie Jamison, Anna Pacheco, Olga Ravn, Jacquilene Harpman, Ian McEwan, Tina Amodt, Rachel Cusk, Marta Sanz, Catlyn Moran, Mónica Ojeda, Anne de Marcken…

‘La península de las casas vacías’, de David Uclés, es una de las novelas que han reactivado el territorio del realismo mágico onírico. /WMagazín
La fuerza del neo realismo mágico

¿Qué ha pasado para que el realismo mágico haya reaparecido y tomado fuerza en diversas formas y representaciones? Porque en el apartado de los estilos literarios este es el más significativo al reflejar parte de lo que sucede en la sociedad. Es el neo realismo mágico, onírico, maravilloso, fantástico o gótico en la literatura de la tercera década del siglo XXI. Una forma de mirar el mundo y de narrar, presente desde los comienzos de la literatura en las diferentes culturas y que se popularizó a nivel global con el llamado boom latinoamericano de los años sesenta del siglo XX. En esta ocasión lo abordan, en especial, las escritoras.

Uno de los motivos de esta tendencia es la saturación de la literatura más realista y de la autoficción. Describir la vida y acercarse a la condición humana desde ese espacio donde conviven lo real, lo fantástico, la fábula, el mito, la leyenda, el sueño o las creencias que, al final, son otras dimensiones de la realidad. Dimensiones a través de las cuales pueden resultar más extraordinarios y eficaces los temas que se quieren contar.

Neo realismo mágico lo llamó la Nobel de literatura polaca Olga Tokarczuk, neo realismo mágico onírico lo llamó la estadounidense Tess Gunty o gótico andino en palabras de autoras latinoamericanas, como Mónica Ojeda; o que describió el rumano Mircea Cārtārescu como “la vida interior, la vida onírica, la vida alucinatoria. Estos dos elementos configuran la realidad como las dos partes de una banda de Moebius: nunca sabes cuál es el punto en el que cambia”. Incluso el español David Uclés ha creado el éxito más reciente en su país con varios elementos nuevos donde, por ejemplo, el narrador dialoga con el lector, con los personajes y éstos, a su vez, con él o con el lector, al mismo tiempo que sugiere acompañamientos musicales en algunas escenas que buscan convertir la lectura en una experiencia sensorial.

Ese espíritu narrativo trata de contar un mundo y una realidad que nos desbordan y que requieren de elementos menos racionales para su explicación y comprensión de temas que van de los hechos históricos a la violencia contra la mujer y las minorías, a las múltiples corrupciones que erosionan las democracias y la convivencia, pasando por diversas luchas y conflictos contemporáneos de desigualdad y precariedad en los jóvenes o problemas relacionados con el planeta.

En España hay nombres como Cristina Sánchez Andrade, Irene Solà, Ramón Alcaraz García… La presencia latinoamericana tiene autores como Samanta Schweblin, Yuri Herrera, Mariana Enriquez, Fernanda Melchor, Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, Elaine Vilar Madruga, Lorena Salazar Masso, Michelle Roche, Gabriela Cabezón Cámara, Gina María Balibrera, Giovanna Rivero, Mariana Leky…

`Los pacientes del doctor García’, de Almudena Grandes, es uno de los libros recientes convertidos en novela gráfica. /WMagazín
Novelas gráficas basadas en éxitos literarios

El cómic y la novela gráfica son el nuevo cine y televisión para la literatura. Es el nuevo gran aliado que con sus adaptaciones de obras contemporáneas, convertidas en long sellers, atrae a lectores de las nuevas generaciones que quieren saber más y van a la fuente original: el libro. Desde El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, y El Nombre de la rosa, de Umberto Eco, hasta El infinito en un junco, de Irene Vallejo, y Los pacientes del doctor García, de Almudena Grandes.

Lo que está ocurriendo es importante porque significa una mejora en la percepción del cómic como medio, explica Víctor Santos, responsable de adaptaciones como Fahrenheit 451. El cómic tradicionalmente, añade Santos, “se ha considerado de manera muy estereotipada como un género y no un medio. En España se asociaba a los tebeos de humor de Bruguera y en Estados Unidos el cómic era sinónimo de superhéroes, por ejemplo. El hecho de que los autores y autoras lo usemos para contar historias de todo tipo, desde biográficas a serie negra, periodísticas o adaptando novelas, es un síntoma de su enorme potencial”.

Esos son algunos de los motivos por los cuales Christian Montenegro no comparte la visión de la novela gráfica como un lenguaje para lectores vagos: “La novela gráfica es un lenguaje en sí mismo y no el hijo bastardo degenerado de la literatura y la ilustración. Y no solo eso, sino que, además, es de los lenguajes más complejos y difíciles de ese universo al que podemos llamar oficio gráfico”.

Ensayo narrativo como espejo de la historia de la humanidad

Al análisis del mundo y del ser humano con sus logros, problemáticas, incertidumbres, preguntas, investigaciones, reflexiones y debates abordados de manera más tradicional o académica, se ha sumado un tipo de ensayo con un estilo menos racional donde se convoca un espíritu más divulgativo con un sesgo narrativo en el cual el autor se involucra más al compartir su experiencia física y emocional. Los temas son variados, desde los económicos o sociológicos hasta los culturales. Y es aquí donde viene otro elemento, relativamente, innovador por lo que tiene de proliferación: contar nuestra presencia y evolución en este planeta a través de elementos cotidianos o reconocibles por todos, desde la familia hasta el libro, la música o la cultura en general. Sin faltar al rigor, estas obras mezclan investigación, reflexión y narración personal. Ofrecen un recorrido o paseo por la Historia a través de aquellos elementos particulares que nos retratan.

Uno de los autores que más popularizó este ensayo a nivel mundial, a finales del siglo XX fue el noruego Jostein Gaarder con El mundo de Sofía, cuyo relevo lo tomó en el XXI el israelí Yuval Noah Harari con sus libros Sapiens. De animales a dioses, Homo Deus: breve historia del mañana, 21 lecciones para el siglo XXI o Nexus. Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA.

En España en los últimos años figuran, por ejemplo: Irene Vallejo con El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, Ramón Andrés con Filosofía y consuelo de la música, Antonio Monegal con Como el aire que respiramos. El sentido de la cultura, o Javier Moscoso con Historia del columpio.

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Sagas literarias para jóvenes y libros de gran extensión

Las historias por entregas, herederas de los folletines del XIX, se actualizan en este mundo digital en consonancia con la era de series y miniseries audiovisuales, triunfan con diferentes temáticas: de los avatares de un matriarcado o investigaciones misteriosas a los romances o las exploraciones de los sentimientos en un mundo de diversidad sexual.

Son obras ahijadas de la serie de Harry Potter, de J. K. Rowling. Los jóvenes son los principales impulsores del éxito de estas sagas y series literarias. Y con un elemento emergente: algunos de sus triunfos son gestados en las redes sociales donde, además de las recomendaciones se crean verdaderas conversaciones.

Entre los títulos más exitosos figuran desde Blackwater, de Michael McDowell; Reina Roja, de Juan Gómez-Jurado; o Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski; hasta Empíreo, de Rebecca Yarros; o Guerreras Maxwell, de Megan Maxwell; pasando por las novelas gráficas de Heartstopper, de Alice Oseman.

Son las obras que leen la generación milenial, z y alfa, las formadas o nacidas en el mundo dual, analógico y digital, sobre todo a partir de los años noventa del siglo XX.

La nueva era de la prescripción de libros con periodistas digitales, booktubers, instagramers, tiktokers y demás recomnedadores del ciberespacio. /WMagazín

Trashumancias virtuales e influencers

El panorama de la divulgación de libros y lectores ha cambiado con unos actores del mundo digital de gran penetración, sobre todo en las generaciones millennial y zeta. El cambio empezó en 2004 con la creación de la red social Facebook, la más popular e influyente del ciberespacio hasta hace unos años. Cambió no solo las comunicaciones y una forma de interrelacionarnos, sino también los modos de hablar o de prescribir un libro. Dos décadas después, el mapa de las reseñas, críticas y recomendaciones literarias es otro. La importancia de los influencers digitales es innegable y las nuevas generaciones consultan o se guían más por lo publicado en estas plataformas que en las tradicionales de los periódicos, revistas o programas de radio o televisión.

El poder de plataformas como Facebook, Instagram, TikTok o X, cada una con un público y lenguajes distintos, es innegable. Booktokers, bookstagramers y booktubers y revistas literarias digitales están llevando al libro y la lectura a una nueva era.

Es un cambio de paradigma en la promoción del libro y de la lectura, favoreciendo el conocimiento de los catálogos y ampliando la llegada de los títulos a nuevos lectores

Editores y libreros también se han unido a esta dimensión del ciberespacio. Para Rafael Arias, de la librería Letras Corsarias de Salamanca: “Es importante hacer un análisis de la conversación en redes sociales porque eso nos va a dar pistas sobre qué puede interesar a los lectores. Tenemos claros ejemplo de cómo una recomendación realizada en un programa de radio o en las redes genera un impacto en las ventas”.

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