Madrid
En el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido hoy con carácter urgente a petición de Estonia, tras la violación de su espacio aéreo por tres bombarderos rusos MiG-31, cargados con cuatro misiles balísticos cada uno, se ha desgranado el apoyo sin paliativos a los países afectados —Estonia, Polonia y Rumanía— por las incursiones rusas. La ONU señala que no puede ratificar la veracidad de las acusaciones, aunque todo apunta a que estas han sido reales. El embajador estonio ante el organismo presentó pruebas de radares del Báltico e incluso fotografías tomadas desde tierra de los MiG rusos mientras sobrevolaban territorio estonio.
La secretaria de Estado británica, Yvette Cooper, afirmó que las fuerzas del Reino Unido y de la OTAN se enfrentarían a los aviones rusos si fuera necesario.
«Si necesitamos enfrentarnos a aviones que operan en el espacio aéreo de la OTAN sin permiso, lo haremos. En el mejor de los casos, estos últimos actos son peligrosos e imprudentes. En el peor de los casos, constituyen un intento deliberado de socavar la integridad territorial de las naciones soberanas y la seguridad europea. Se corre el riesgo de cometer un error de cálculo y se abre la puerta a una confrontación armada directa entre la OTAN y Rusia».
El representante permanente adjunto de China, Geng Shuang, también intervino en el Consejo de Seguridad, donde adoptó un tono previsiblemente ambiguo. Refiriéndose a la «naturaleza compleja y sensible de la actual situación de seguridad europea», instó a las partes a encontrar «una solución política a la crisis de Ucrania lo antes posible».
Yvette Cooper condemning Russia at the UN for «repeated attacks on residential flats & homes as children sleep in their beds»
Perhaps Cooper can tell us what she thinks of govts that support & arm regimes that bomb residential flats & homes, slaughtering children as they sleep pic.twitter.com/8DnhikIgi2
— Saul Staniforth (@SaulStaniforth) September 22, 2025
Si bien no condenó a Rusia, añadió: «China insta a las partes descontentas a mantener la calma y ejercer la moderación, aclarar los hechos y disipar las dudas mediante el diálogo y la comunicación, evitar malentendidos y juicios erróneos, y prevenir que la situación se expanda o escale».
En medio de una amplia condena a las acciones de su país, el representante de Rusia en el Consejo de Seguridad, Dmitry Polyanskiy, lanzó una enérgica defensa. Acusó a los dirigentes europeos de mantener un «odio primitivo» hacia Rusia.
«Gracias a sus esfuerzos, el odio primitivo hacia nuestro país, en un intento de presentar a Rusia como la principal amenaza a la seguridad paneuropea, se está convirtiendo, ante nuestros propios ojos, en la única ideología de los Estados europeos», afirmó.
Se quejó de que «todos los acontecimientos se interpretan inmediatamente a través de un prisma antirruso» y de que «la idea misma de que la guerra con Rusia es inevitable se machaca frenéticamente en las cabezas de la población europea». Polyanskiy denunció además lo que calificó como la difusión de «mentiras flagrantes», antes de reiterar sus negaciones sobre incursiones de drones rusos en Polonia, afirmaciones que, según él, carecen de «una sola prueba».
Mike Waltz, el nuevo enviado de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, declaró que su país había advertido a Rusia para que «detuviera las acciones que podrían escalar a un conflicto más amplio» después de que sus drones violaran el espacio aéreo polaco hace nueve días. A pesar de esta advertencia, señaló, Rusia «violó nuevamente el espacio aéreo de un miembro de la OTAN». Y en quizás el pasaje más significativo de su discurso, subrayó: «Quiero aprovechar esta primera oportunidad para repetir y enfatizar que Estados Unidos y nuestros aliados defenderán cada centímetro del territorio de la OTAN. Rusia debe detener urgentemente este comportamiento peligroso».