Un hombre de 85 años fue detenido este martes 29 de julio en Zizur Mayor por acabar presuntamente con la vida de su esposa, de 78 años. El suceso tuvo lugar en torno a las diez de la mañana.

Según explicó a este periódico el alcalde de la localidad, Jon Gondan, el propio hombre llamó a SOS Navarra afirmando que tanto él como su mujer estaban “muertos”. Ante lo inusual de la llamada, agentes de la Policía Local acudieron al domicilio y encontraron a la mujer ensangrentada en la cama. Sin embargo, el cuerpo había sido manipulado, ya que el golpe mortal se habría producido en el pasillo.

ROPA EN EL CONTENEDOR

Tras alertar a la Guardia Civil, los investigadores hallaron en un contenedor cercano toallas y almohadas con restos de sangre. Además, constataron que el hombre mantenía un discurso incoherente.

Fuentes policiales indicaron que no constan denuncias previas por violencia machista. Aun así, el caso se investiga como un posible crimen en ese contexto, a la espera del avance de las diligencias.

La víctima estaba diagnosticada de parkinson y el presunto agresor sufre alzheimer. Ambos solían contar con la asistencia de una cuidadora, que ese día no tenía previsto acudir a la vivienda. La pareja residía desde hace años en Zizur Mayor y tiene dos hijos que no residen en la localidad.

El alcalde condenó los hechos “de forma absoluta” y reiteró el “firme compromiso” con la erradicación de la violencia contra las mujeres. Además, hizo un llamamiento a toda la ciudadanía a jugar un papel activo en la lucha contra la violencia. “Todas y todos debemos posicionarnos activamente ante cualquier expresión de violencia contra las mujeres, no consintiéndola, no permaneciendo en silencio y mostrando nuestro apoyo a quienes la hayan sufrido; en definitiva, adoptando una responsabilidad individual y colectiva frente a las agresiones machistas”, señaló.

Asimismo, el Ayuntamiento convocará más adelante una concentración de “condena y repulsa”, según adelanto Jon Gondan.

«Les veíamos pasear todas las tardes juntos»

Varios vecinos de la zona se congregaron por la tarde en los aledaños del domicilio de la pareja, alrededor de las 20.00 horas, horas después del suceso.

Según relataron los vecinos, el matrimonio hacía “vida normal, dentro de las limitaciones de la edad”. Además, eran dos personas muy “activas”, ya que “salían a pasear todas las tardes”, comentaron varias personas congregadas a las puertas del lugar de los hechos.

El vecindario mostró en todo momento la extrañeza y la “total sorpresa” por lo sucedido, algo “impensable” en una pareja que nunca dio problemas. “Nunca escuchamos ruidos raros ni conatos de peleas; ha sido un varapalo muy duro”. Algunos vecinos recalcaron la “delicada” salud de la víctima que, sin embargo, “no dejaba de salir a pasear con su marido todas las tardes del año”. La pareja requería de la ayuda de una asistenta por las mañanas.

Por otro lado, a pesar de que los vecinos de los domicilios colindantes evitaban salir de sus casas, fueron algunos los que, conmovidos por el suceso, se acercaron a la zona.