En el pódcast ‘Serve with Andy Roddick’, además de plantear una duda en torno al futuro de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, Roger Federer ha abierto un curioso ‘melón’ en el mundo del tenis.

Y es que, tal y como vienen avisando distintas voces autorizadas en los últimos meses, las pistas cada vez son más lentas e iguales entre sí, lo que limita la capacidad de variar el juego.

«Entiendo a los directores de torneo que, siguiendo instrucciones, intentan hacer las superficies más lentas. Esto da ventaja a quienes necesitan conectar golpes ganadores extraordinarios para vencer a Sinner, mientras que si la pista es rápida, pueden conectar un par de golpes en el momento justo y pueden ganar», ha explicado.

El de Basilea considera que se busca favorecer a los dos mejores jugadores del mundo ya que una final entre ellos vende más.

«Los directores de torneo piensan: ‘Prefiero tener a Sinner y Alcaraz en la final‘. En cierto modo, funciona para el tenis», ha señalado.

Federer explica que hace 10 años todo era distinto: «En mi época, solo 12 torneos importaban realmente, así que cada uno jugaba en su superficie favorita, y a veces no se enfrentaban: esos eran los mejores partidos, atacante contra contraataque«.

«Ahora, sin embargo, todos juegan de forma similar, y esto se debe a que los directores de torneo han permitido que la velocidad de las pelotas y las pistas haga que cada semana sea prácticamente igual«, ha añadido.

Eso por ello que pide a los torneos que vuelvan a variar sus catacterísticas: «Nos gustaría ver a Alcaraz o Sinner en las pistas superrápidas y luego jugar el mismo partido en las pistas superlentas y ver la diferencia«.