Derrick Rose siempre fue distinto. Con apenas 22 años se convirtió en el MVP más joven de la historia de la NBA y se ganó el corazón de los Chicago Bulls, cargando también con el peso de las lesiones que marcaron gran parte de su carrera. Tras anunciar su retiro en 2024, muchos pensaron que había llegado el final de su historia deportiva. Sin embargo, Rose se ha reinventado entre tableros de ajedrez.
Durante sus últimas temporadas en la liga, Rose empezó a acercarse al ajedrez casi por accidente, como una forma de ocupar las largas horas de rehabilitación. Lo que empezó como distracción terminó siendo una pasión.“Después del primer movimiento hay tres o cuatro millones de posibilidades. Cuando entendí eso, me intrigó profundamente”, confesó
Rose con el MVP y jugandoNBA
El exNBA asegura que la disciplina del ajedrez lo transformó:“El ajedrez me enseñó que cada movimiento importa, que cada elección abre opciones y que en cada una tienes que decidir. Es un juego que me obliga a ser paciente y consciente”.
Tan fuerte es su vínculo con el deporte del tablero que admite que perder una partida le afecta más que perder en la pista: “Perder en ajedrez es mucho más duro que perder en baloncesto. Suena raro decirlo, pero el ajedrez es más íntimo. Cuando caigo rápido en una partida, me queda dando vueltas por horas”.
Una herramienta social
Rose no quiere que el ajedrez sea solo un pasatiempo, sino un puente con la juventud de barrios como Englewood, donde él creció rodeado de violencia. “Muchos chicos reaccionan sin pensar, y esa reacción puede costarles la vida según la situación. Yo quiero que aprendan a detenerse, a ser pacientes, a pensar varios movimientos por delante”.
Carlsen y Rose y una partida del festivalChesstival
Con esa idea lanzó Chesstival, un festival que une a figuras de la NBA con la cultura y beneficencia, asociándose con grandes figuras del deporte del tablero como Magnus Carlsen para llevar el ajedrez a nuevos públicos. “Creo de verdad que Chesstival es uno de los grandes cambios de paradigma en la historia del ajedrez. Es hora de que los jugadores sean vistos y valorados como se merecen”.
Un legado que será honrado
El propósito de la leyenda estadounidense es claro: devolver a la comunidad parte de lo que el baloncesto le dio a él. “Nunca me rendí. Nunca tiré la toalla. El próximo capítulo es perseguir mis sueños y compartir mi crecimiento”
Los Chicago Bulls a raíz de su retirada se preparan para rendirle un homenaje histórico: el 24 de enero de 2026 retirarán su camiseta con el número 1, un símbolo eterno en agradecimiento a lo que Rose representó para la franquicia y para toda una ciudad.