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Barcelona vive hoy un momento vibrante. Su dinamismo cultural, sus festivales y su atractivo turístico la convierten en una de las ciudades más visitadas de Europa. El turismo convive con una población que apuesta por la sostenibilidad, la innovación y la cultura. Y ahora, con la llegada de la Mercè, las calles se llenan de actividades, música y tradiciones que refuerzan la identidad barcelonesa.
La historia de Barcelona abarca desde su fundación romana en el siglo I a. C. hasta su consolidación como capital cosmopolita en el siglo XXI. A lo largo de los siglos, ha sido escenario de transformaciones urbanísticas, movimientos culturales y momentos clave de la política catalana. Cada rincón de la ciudad guarda un relato que conecta el pasado con el presente y despierta la curiosidad.
La Mercè es la patrona de Barcelona y su celebración constituye una de las festividades más esperadas por locales y visitantes. Se celebra cada septiembre con conciertos, desfiles, espectáculos de luces y tradiciones únicas. Pero más allá de la diversión, es también una oportunidad para despertar el interés por la historia de la ciudad y descubrir secretos que aún sorprenden a muchos.
1. Su adoquín más famoso tiene mucha historia
Si durante estas fiestas vas a pasear por la ciudad, seguramente lo hagas pisando el famoso “panot”. Este adoquín, con forma de flor de cuatro pétalos, es hoy un emblema urbano. Su origen se remonta a principios del siglo XX, cuando el Ayuntamiento buscaba un pavimento resistente y uniforme para las calles del Eixample.
El diseño de la flor se convirtió en el más popular y terminó extendiéndose por toda Barcelona. Con el tiempo, dejó de ser simplemente un elemento práctico para convertirse en símbolo de identidad. Hoy, el panot no solo es un sello visual de la ciudad, sino que forma parte de su patrimonio cultural, apareciendo incluso en souvenirs y en la memoria colectiva de los barceloneses.

2. Uno de sus barrios más emblemáticos podría ser totalmente diferente
Algunas de las actividades de la Mercè, como el concierto de la compañía “Les Solidàries”, se celebran en el Raval, uno de los barrios más multiculturales y vibrantes de Barcelona. Sin embargo, este lugar pudo haber tenido un destino muy distinto.
En los años cuarenta, el arquitecto suizo Le Corbusier diseñó un ambicioso plan urbano que implicaba la demolición de gran parte del centro histórico. Su proyecto, conocido como “Plan Macià”, pretendía sustituir las calles estrechas por enormes bloques de viviendas modernas. De haberse ejecutado, el Raval habría perdido gran parte de su esencia y de su trazado medieval. Afortunadamente, el plan nunca se llevó a cabo. Hoy, el barrio conserva su carácter diverso y auténtico, siendo escenario cultural y social indispensable para la ciudad.
3. La actividad estrella, un símbolo de la tradición catalana
Durante la Mercè, la Plaça Sant Jaume se llena de emoción con la construcción de castells, las torres humanas que forman parte de la tradición catalana. Su origen se remonta al siglo XVIII en la región del Penedès, desde donde la práctica se expandió hasta convertirse en patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2010.
Los castellers, organizados en colles, levantan estas estructuras con un equilibrio perfecto entre fuerza, técnica y confianza mutua. El momento culminante llega cuando el enxaneta, un niño o niña, corona la torre levantando la mano. Más allá del espectáculo visual, los castells simbolizan valores profundamente arraigados en la cultura catalana: la cooperación, la solidaridad y la perseverancia. Verlos en la Mercè es presenciar historia viva en pleno corazón de Barcelona.

Castellers
Multitudinario concurso de ‘castells’ en Tarragona.
Hugo Ortuño/Demotix/Corbis / Cordon Press
4. Esta fuente emblemática volverá a ponerse en marcha
La Font Màgica de Montjuïc es uno de los escenarios más esperados durante la Mercè. Tras más de tres años apagada debido a la sequía, la fuente vuelve a brillar con su espectáculo de luces, música y agua. Inaugurada en 1929 con motivo de la Exposición Internacional, la Font Màgica fue un proyecto ambicioso de Carles Buïgas, que sorprendió al mundo por su innovación técnica. Desde entonces, ha sido un símbolo de modernidad y creatividad para la ciudad.
Su espectáculo nocturno se convirtió en visita obligada tanto para turistas como para los propios barceloneses, quienes la consideran parte de su identidad urbana. El restablecimiento de su funcionamiento durante estas fiestas no solo celebra el retorno de un icono, sino también la recuperación de un espacio compartido de encuentro.
5. También se podrá celebrar desde el punto más elevado de la ciudad
Por primera vez, el parque de atracciones del Tibidabo abrirá sus puertas gratuitamente durante la Mercè, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de celebrar la fiesta desde las alturas. Situado en la montaña que domina la ciudad, el Tibidabo es conocido como la “montaña mágica” por su mezcla de diversión, espiritualidad y panorámicas únicas.
Su historia comienza a principios del siglo XX, cuando fue inaugurado como uno de los primeros parques de atracciones de Europa. Con el tiempo, se consolidó como espacio familiar y símbolo de la modernidad barcelonesa. Además del parque, el conjunto incluye el Templo del Sagrado Corazón, visible desde cualquier punto de la ciudad. Esta apertura especial permitirá vivir la Mercè desde un lugar donde tradición e historia se unen con vistas incomparables.