El restaurador se ha dirigido a los macarenos para decirles que la dolorosa volverá a lucir el misterio de su entrecejo tan característico
La Esperanza Macarena, en su paso de palio la pasada Madrugada del Viernes Santo Víctor Rodríguez / ABC

23/09/2025
Actualizado a las 18:24h.
La mejor noticia posible alcanza el atrio de San Gil: varios meses después de la mayor pesadilla de la hermandad en toda su historia, la Esperanza Macarena ya vuelve a tener su mirada, la misma expresión de antes de la fatídica intervención labrada por Francisco Arquillo, que negó en todo momento que la imagen no necesitase de una nueva intervención tras la polémica suscitada por todo este procedimiento.
Es lo que ha afirmado el restaurador Pedro Manzano en un nuevo vídeo de la hermandad, que el experto le ha retirado la pasta de madera que tenía la dolorosa, algo que adelantó en su día este periódico, y que la restauración sigue su curso con esa feliz noticia de que la Macarena recupera de esta forma su habitual semblante para alegría de los macarenos. Eso no quiere decir que se vayan a acortar plazos en San Gil, según transmiten fuentes de la corporación, al revés: la intención es seguir con firmeza el proceso con el fin de devolverle el mayor esplendor posible a la Virgen.
«Tengo que comunicar con verdadera satisfacción que se han retirados esos gruesos de pasta», subrayaba Manzano en el vídeo explicativo que ha lanzado la Macarena en sus redes sociales. «Y he conseguido alcanzar la línea original del párpado original del párpado del ojo de la Santísima Virgen, así que su mirada ha cambiado y se ha recobrado esa impronta que la Virgen tenía», establecía el especialista con suma felicidad en las dependencias de la hermandad junto a una imagen del entrecejo de la Virgen.
Y proseguía del mismo modo Manzano, indicando a los macarenos que «debemos estar muy satisfechos, puesto que es un éxito en cierta medida poder retirar ese grueso de pasta», una circunstancia que según expone Manzano, se ha hecho «sin alterar ni la línea de ojos original ni al resto de policromía que queda en la zona», sentenciaba en su alocución Manzano.
Reportar un error