VALÈNCIA. Que tire la primera piedra quien no haya usado un sofá amigo para dormir la mona después de una noche de jarana o para ahorrarse unos eurillos en una escapada de fin de semana. Esta cosa tan cotidiana de dormir en casa ajena acabó tomando forma -anglicismo mediante- de couchsurfing, una forma de alojamiento vacacional en la que se comparte espacio con los dueños de la vivienda. Esta práctica sirve de punto de partida -y título- de un nuevo proyecto artístico en el que el espacio Espiral (Calle de Lluís Oliag, 43), que forma parte del proyecto Pluto, pone el ‘sofá’ para que cerca de una veintena de artistas se cobijen, una exposición en la que la idea de encuentro es más importante que la de relato.

Desde esta idea nace la muestra Couchsurfing, comisariada por Estudio Bonavista y que cuenta con la colaboración del profesor y crítico de arte José Luis Clemente, encargado de los textos que la acompañan, y la gestión de Maya Guerrero. El proyecto abrirá sus puertas el próximo sábado 27 de septiembre como una “propuesta paralela” al programa oficial de Abierto Valencia 2025, el acto de apertura de curso de las galerías de arte contemporáneo de la ciudad, una exposición que nace de los márgenes y que toma forma a partir del “diálogo cotidiano, conexiones estéticas y pensamientos en tránsito que surgen dentro de los estudios compartidos por artistas”. 







En este sentido, es especialmente relevante que el proyecto nazca desde Estudio Bonavista, el espacio de trabajo que actualmente comparten los creadores Alberto Beltrán, José Luis Cremades, Antonio González, Álex Marco y Nelo Vinuesa, una casilla de salida que ya habla de una manera de hacer distinta a la habitual. “Entendemos estas exposiciones como una ocasión para hacer y compartir algo juntos fuera del estudio. Los invitados a exponer son artistas que admiramos y que de otra forma, sus trabajos no son fáciles de ver en Valencia”, explican desde el estudio a Culturplaza. “La exposición pone en evidencia las relaciones que se entretejen en ese ecosistema compartido, una especie de microcomunidad, donde las ideas interactúan, se cuestionan y se amplifican”, reflexionan. En esta exposición, lo importante es participar.

Entre los invitados se encuentran firmas clave del panorama artístico valenciano como son Inma Femenía (Pego, 1985), que explora la propia idea y forma de las imágenes, que imprime en superficies flexibles, o LUCE (Valencia, 1989), que reflexiona sobre la ciudad, un trabajo que en este caso se resume en la pieza GUM CITY, formada por seis papeleras metálicas con textos perforados. La poesía, la música o la matemática son algunos de los elementos que giran en torno a la obra de Manu Blázquez (Valencia, 1978), que presenta la sugerente Suite esmeralda (cuarta), mientras que Pablo Quesada (Valencia, 2001) indaga en el carácter etéreo y fluido del desarrollo de la propia vida con obras realizadas con materiales como aluminio y papel.




  • Pieza de Inma Femenía (izquierda) y José Luis Cremades (derecha). –


Por su parte, Nora Aurrekoetxea Etxebarria (Bilbao, 1989) ocupará el espacio a partir de elementos domésticos como son el plástico o la cinta americana, que dan forma a la pieza escultórica Grey 1 – 5,  mientras Marta Marco firma una instalación que sirve de homenaje a los alimentos comunes que tenemos en la despensa. De Julia Santa Olalla (Granada, 1985) se podrá ver la obra Cabeza y María Tinaut (Valladolid, 1991) explora el lenguaje pictórico -sin pintura- a partir de un elemento inusual como son las fundas de colchón antiguas.

En el ámbito internacional, Marie Zolamian (Beirut, 1975) toma prestadas referencias tanto de la historia del arte oriental como occidental para dar forma a un territorio imaginario que en esta muestra se verá en obras como Kassei y Encre-pinceau-papier, mientras que Ignacio Uriarte (Krefeld, Alemania, 1972) utiliza herramientas y métodos similares a los de cualquier empleado de oficina, haciendo de la rutina tanto su práctica como su tema principal. Por su parte, Enrico Della Torre (Tradate, Italia, 1988) explora las posibilidades y límites del lienzo como lugar pictórico.

Estos artistas invitados conviven, como no podía ser de otra manera, con los miembros de Estudio Bonavista, que también desplegarán su obra en Espiral. En el caso de Alberto Beltrán (Valencia, 1987), presentará la pieza Trekker n9, una muestra de una manera de trabajar que plantea un lenguaje visual “abierto, cargado de emoción y ambigüedad”. La reflexión en torno a la propia práctica pictórica llega de la mano las interesantes propuestas de José Luis Cremades (Ibi, 1979) y Antonio González (Alicante, 1974), marcadas por la espiritualidad y el ritmo. Los lazos entre el paisaje físico y el impacto psicológico del color marcan la obra de Nelo Vinuesa (Catarroja, 1980) mientras que Álex Marco (Valencia, 1986) reinterpreta la ciudad y su entorno a través del diálogo entre el videoensayo, la instalación y la pintura.




  • Obra de María Tinaur (izquierda) y Nora Aurrekoetxea (derecha). –