Ryan Routh, el sospechoso de intentar asesinar al presidente del país, Donald Trump, ha sido declarado culpable de todos los cargos, un total de cinco. El hombre de 59 años fue sorprendido hace un año merodeando con un rifle AK-47 en un campo de golf de Florida, donde estaba jugando el republicano.
Un jurado de Estados Unidos ha determinado que Routh tenía la intención de matar a Trump, entonces expresidente de Estados Unidos y candidato presidencial, al apuntar con el arma (que contaba con mira telescópica) a través de una valla mientras el presidente estadounidense jugaba al golf en el Trump International Golf Club de West Palm Beach. El acusado se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.
Trump ha celebrado el resultado del juicio a través de un mensaje en su red social, Truth Social: «Felicitaciones a la fiscal general, Pam Bondi, al fiscal general adjunto, Todd Blanche y a todo el equipo del departamento de Justicia por la condena, en Florida, de quien intentó asesinarme. El juicio se llevó a cabo con meticulosidad, y quiero agradecer al juez y al jurado su tiempo, profesionalismo y paciencia». Trump ha añadido que el sospechoso era «un hombre malvado con malas intenciones» y ha dado las gracias a la «maravillosa persona que lo vio huyendo del lugar del crimen, lo siguió y proporcionó toda la información» a las autoridades.
Routh se declaró inocente de todos los cargos
Routh huyó sin disparar un tiro después de que un agente del Servicio Secreto de Estados Unidos que patrullaba el campo delante de Trump lo viera con el rifle y abriera fuego, según el testimonio de un testigo en el caso. «Este complot fue cuidadosamente urdido y de una gravedad letal», ha declarado el fiscal John Shipley al comienzo del juicio, que ha añadido que sin la intervención del agente del servicio secreto, «Donald Trump no estaría vivo».
El sospechoso, que se había declarado inocente de todos los cargos, optó por despedir a sus abogados y defenderse en el juicio. Su defensa se basó en lo que él describió como su carácter amable y no violento, pero su divagación inicial fue interrumpida por un juez federal y ofreció poca resistencia mientras una serie de testigos policiales detallaban las pruebas del caso.
Los fiscales han alegado que Routh llegó al sur de Florida aproximadamente un mes antes del incidente del 15 de septiembre de 2024, se alojó en una parada de camiones y rastreó los movimientos y la agenda de Trump. El acusado, presuntamente, llevaba seis teléfonos celulares y usó nombres falsos para ocultar su identidad. Los fiscales han añadido que el día del intento de asesinato, Routh estuvo al acecho durante casi 10 horas, ocultándose entre espesos arbustos con vistas al green del sexto hoyo.
Los investigadores encontraron en el lugar un rifle tipo SKS, dos bolsas con placas metálicas similares a las que se usan en chalecos antibalas y una pequeña cámara de video apuntando hacia el campo. Trump estaba en el quinto hoyo, a unos cientos de metros de distancia, cuando descubrieron a Routh. El hombre fue arrestado esa misma tarde, tras ser detenido por la policía en una carretera de Florida.
Routh, que residía recientemente en Hawái, tuvo una vida errática como contratista de techos y se involucró en movimientos prodemocráticos en Taiwán y Ucrania, donde viajó dos veces tras la invasión rusa. Su hija Sara ha señalado a a la agencia de noticias Reuters que inicialmente permaneció en Ucrania durante 10 meses, durmiendo en una tienda de campaña en Kiev y ayudando a reclutar voluntarios y a conseguir suministros.
Los viajes de Routh a Ucrania formaban parte de una serie de grandes gestos para ayudar a personas que consideraba vulnerables o indefensas, planes que a menudo se topaban con obstáculos prácticos. «Estaban a punto de librar una guerra. No tenían nada con qué luchar. Sintió que podía marcar la diferencia», ha declarado Sara Routh.
Segundo intento de asesinato contra Trump
Previo al intento de asesinato de Florida, Trump sufrió otro meses antes, durante un mitin electoral en Pensilvania. Un francotirador disparó al actual presidente de EE.UU. y la bala le rozó la oreja. El FBI identificó a Thomas Matthew Crooks, un hombre blanco de unos 20 años, como el sospechoso del ataque, en el que un asistente al mitin murió y otros dos resultaron heridos.
El tirador vivía en Bethel Park, un suburbio de Pittsburgh, a unos 70 kilómetros del lugar donde se celebraba el acto electoral. Las primeras informaciones revelaron que los disparos se efectuaron a una considerable distancia. Poco después el tirador fue abatido por efectivos del Servicio Secreto en un tejado fuera del perímetro del acto de campaña.
Ola de violencia política en Estados Unidos
El juicio en un tribunal federal de Fort Pierce, Florida, se ha desarrollado tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, que ha vuelto a poner el aumento de la violencia política en Estados Unidos en el centro de la conversación nacional.
El bando de los demócratas también ha sido blanco reciente. En abril, un pirómano irrumpió en la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y le prendió fuego mientras la familia se encontraba dentro. Y en junio, un hombre armado que se hizo pasar por policía en Minnesota asesinó a la legisladora estatal Melissa Hortman y a su esposo, y disparó al senador estatal John Hoffman y a su esposa.