El Eurobasket 2007 dejó una Granada con dos triunfadores: Rusia en la pista y Grecia en la grada. Los griegos conquistaron la Alhambra, el Zaidín … y sus alrededores con su colorida y ferviente afición, la más numerosa de la sede granadina. Solo fueron tres días, pero el Eurobasket dejó un buen sabor de baloncesto continental y un legado: Granada podía aspirar a organizar eventos deportivos internacionales con solvencia y seriedad.
A principios de septiembre de 2007, del 3 al 6, la capital fue sede de la fase de grupos del Eurobasket que organizó España con fase final en Madrid. La granadina era una de las cuatro ciudades que albergaron la clasificación de grupos, junto a Alicante, Palma y Sevilla. España, el gran aliciente al que aspiraban todas, se fue a jugar a la capital hispalense, al grupo B. A Granada le tocó en suerte el grupo A, con Grecia, Serbia, Rusia e Israel.
Los helenos partían a priori como favoritos. Rusia, con un seleccionador estadounidense en el banquillo, David Blatt, y un director de juego de la misma nacionalidad, J. R. Holden –que se lo digan a Putin ahora mismo–, era una incógnita pese a contar con el ‘NBA’ Kirilikenko en sus filas y su vigilante señora detrás del banquillo. Serbia, se sabía, estaba en reconstrucción y no era la selección que había asombrado tiempo atrás. Israel, el melón sin abrir, se había clasificado para el torneo poco días antes, en la repesca. Los israelíes, entre fuertes medidas de seguridad del servicio secreto de su país, sorprendieron por su juego y se permitieron derrotar a los serbios, que a la postre fueron la gran decepción como últimos de grupo.
La favorita, decíamos, era Grecia, por ser la vigente campeona, por el potencial de sus jugadores –Papaloukas y Spanoulis al frente–, por el carácter ganador de su seleccionador –el ídolo Giannakis– y por el apoyo de una afición que se desplazó en buen número hasta aquí. Sin embargo, sobre el reluciente nuevo parqué de un Palacio de Deportes que sufrió ligeras mejoras para la ocasión, los griegos no cumplieron su papel y cedieron la primera plaza a una Rusia que empezó a fraguar en Granada su conquista definitiva en Madrid, donde días más tarde derrotó en la final a la inolvidable y ya añorada España de Gasol.
Granada usó el Eurobasket como un escaparate a Europa y al mundo. En junio, un séquito municipal, con el alcalde José Torres Hurtado a la cabeza, recorrió Moscú, Atenas y Belgrado para promocionar las virtudes turísticas de la ciudad. Ser sede había costado aportar 3 millones de euros de canon a la organización.
El ‘retorno’ en gastos de delegaciones y aficiones, bajó a la mitad. Pero Granada se quedó para sí un legado que le sirvió para participar en la organización de otros eventos, como bien vaticinó entonces Paco Barranco, hoy director del Palacio de Congresos y en aquellos día director de grandes eventos municipales. El Eurobasket 2007 ya es mayor de edad y sus voluntarios, una gran mayoría de los cuales eran estudiantes veinteañeros como Antonio Franco, Héctor García, Marta Osés o la griega Crisa Bania, hoy leen esto frisando los 40.