Miércoles, 24 de septiembre 2025, 07:00
A Morante no le hizo falta cortar trofeos para ser quien más huella dejó de la Feria, en la que Ismael Martín salió como triunfador con cinco trofeos y dos puertas grandes. Pero no solo eso, porque el de Cantalpino volvió a levantar pasiones en los tercios de banderillas y se asentó y templó de perlas con la mano izquierda primero con un Gincanillo de Vellosino y después, en la sustitución de Manzanares, con un Esaborío de García Jiménez. A los dos los desorejó porque a los dos los mató con autoridad. Y eso fue lo que le falló en Morante, que fue, de entrada, el único anunciado dos tardes en el abono. En la primera, ventosa y lluviosa, pintaron bastos; en la segunda firmó una actuación genial y mágica, sin nada contundente, pero repleta de detalles inmensos y pasajes intermitentes que hicieron mantener siempre la atención sobre el maestro a la espera de una obra de arte. No fue tal, aunque sí delicioso, variado, artista y puro. Desde la originalidad a la recuperación de suertes pretéritas.
Morante no solo fue el gran atractivo inicial de la Feria, a la que volvía con la expectación desbordada tras el rabo del 14J a Repique. Y su éxito inicial fue la respuesta del aficionado en la taquilla. Sin colgar el ‘No hay billetes’ llenó la plaza sus dos tardes y se marchó con la ilusión renovada, el crédito al alza y la sensación de que sigue reinando en el corazón de la charrería. La plaza es suya. Lo era antes de aparecer. Y quien más lo sufrió fue Roca Rey —con un tirón ligeramente inferior al cigarrero aunque casi también llenó la plaza— que sintió el rigor de la afición, la distancia y casi la indiferencia en la tarde más dura que vivió aquí y donde le midieron como nunca. La guerra abierta del verano con Morante hizo mella en la afición de La Glorieta que dejó claro de parte de quién estaba. Y de quién está. Y de paso, y con todo esto, manifestó quién es su torero.
Natural con la mano derecha de Emilio de Justo a Buenasuerte, Ismael Martín y Marco Pérez a hombros en La Glorieta en la corrida de toros del 19 de septiembre, en una jornada triunfal previa a la suspensión que tuvo lugar al día siguiente en el festejo de rejones en el que solo se pudieron lidiar cuatro toros antes de la tromba de agua que cayó sobre el coco charro.
ALMEIDA
El que también lo es ya es Ismael Martín. Y quien puede llegar a serlo es Juan Ortega, que firmó algunos de los pasajes más bellos y el toreo más elegante, despacioso y cadencioso al toro de su debut, un Afrutado con una calidad excelsa que saboreó para degustación de todos. La Feria de Morante, de Ismael y de Juan Ortega tuvo la cima con el indulto de Buenasuerte, de Garcigrande, en manos de Emilio de Justo, que mantuvo, sostuvo, potenció y puso en alza unas embestidas soberbias de un toro que arrasó con todo y que conquistó a todos. Por sí solo puso la plaza en pie. Fue a más y creció siempre en una faena que acabó en todo lo alto. Fue la cima ganadera de la Feria, que tuvo su broche con la corrida concurso de ganaderías donde se llevó el premio Corchoso de Garcigrande, pero rivalizaron y dividir las opiniones un Resistenoches de La Ventana del Puerto que tuvo carácter; un encastado Mijero de Domingo Hernández y un Caracola de Carmen Lorenzo con unas embestidas volcánicas y poderosas por el pitón derecho. Borja Jiménez le cortó una oreja, que fue una de las 19 concedidas en toda la Feria. Tres se llevó 48 horas antes Marco Pérez en su presentación como matador de toros en la Feria: se le midió y se le esperó; y con carácter se impuso a la tarde en la que tuvo a uno de los toros que más y mejor embistió de la Feria: Volador, hasta que se rajó. El cartel, inédito en la Feria, de las mujeres en la novillada quedará en una anécdota de los anales de la plaza; y el de rejones tuvo una faena magistral Ventura en la antesala de una suspensión por la lluvia que llegó en el cuarto toro. Dos se quedaron enchiquerados y sin salir al ruedo dentro de una Feria generosa desde la presidencia a la que le faltó una faena rotunda, más allá de la apasionada de Emilio de Justo con Buenasuerte, al que sí que nadie igualó.
Panorámica de la plaza de toros de La Glorieta llena.
ALMEIDA
Tres llenos en seis festejos
La Feria sigue creciendo en cuanto a público; no en vano ha sido una de las de mayor número de espectadores de las últimas ediciones: en tres de las seis funciones de abono (13, 19 y 21 de septiembre) se logró llenar los tendidos con unos diez mil espectadores en cada espectáculo. De todas ellas, fue la del 21 con Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Borja Jiménez la de más asistencia de todas.
Los detalles
—El de más peso. Jilguerito, lidiado en cuarto lugar por Damián Castaño el día 13, fue con 659 kilos, el de más peso de la Feria. Un ciclo en el que cuatro astados más pasaron de los 600 kilos: Vigarro (645) quinto de Vellosino, Rarito (612) tercero de Garcigrande; Gaviota (620), el cuarto de Herederos de Ángel Sánchez.
—Saludaron montera en mano… Iván García y Tito Robledo en la cuadrilla de Olga Casado; Viruta y Antonio Chacón el 14, en las filas de Roca Rey; Elías Martín el 19, en la cuadrilla de Marco Pérez, fueron ovacionaron en banderillas.
—Tres sobreros. Gitanito, segundo de Vellosino el 13, Filósofo, tercero de García Jiménez el 19; y Esaborío, de esta divisa, el 21, fueron los toros devueltos.
—Festejos largos. Salvo la corrida del 19 de septiembre (Morante, Ismael Martín y Marco Pérez) que duró dos horas y media y la de rejones suspendida en el cuarto tras hora y media; los otros cuarto festejos llegaron a las dos horas y 45 minutos.
En el Top10 de las más triunfales de este siglo
Los veinte trofeos que se otorgaron en La Glorieta sitúan a la recién concluida Feria entre el top 10 con el promedio de las más triunfales en lo que va de siglo, en la tabla que pone en relación el porcentaje entre toros lidiados y trofeos cortados en abonos que oscilaron entre los nueve festejos en las ediciones de los primeros años del siglo (2000 y 2001, en los que con 56 fueron en los que más toros se lidiaron) a los cinco festejos de la reanudación de la Feria tras el parón de la pandemia (2020). Las diecinueve orejas y el rabo otorgados (29’41%) se sitúan por encima de las cifras que la edición de 2008 que contó con nueve festejos y puertas grandes para Castella, López Chaves, Perera por partida doble, José Tomás, Javier Valverde, El Juli y Gallo, además de Pablo Hermoso y Joao Moura; y se quedan a seis trofeos de la cifra final de la pasada Feria que, en segunda posición de este periodo (26 trofeos y un 36’11%) con las salidas a hombros en todas y cada una de las tardes, para Jesús de la Calzada, Ponce, Perera, Talavante, Roca Rey, Pablo Aguado, Ventura, Sergio Galán e Ismael Martín además de Borja Jiménez, por partida doble. Esta de 2024 se quedó muy cerca de ponerse a la cabeza de esta tabla que sigue liderando el abono de 2017, con una treintena de festejo y también con once puertas grandes: Antonio Grande, Ferrera, Talavante, El Juli, Juan del Álamo, Ponce, Perera, Ginés Marín, Pablo Hermoso, Sergio Galán y Lea Vicens.
En el lado opuesto de la más triunfales de lo que va de siglo aparece 2005 cuando se cortaron apenas catorce orejas en un ciclo de nueve festejos, con tres salidas a hombros: Iker Cobo, El Fandi y Andy Cartagena.
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