El proyecto de renovación del Camp Nou del FC Barcelona ha sido objeto de un análisis crítico en el canal de YouTube Mi Espacio Vital.

El arquitecto Ignacio Morente Gemas sostiene que el nuevo estadio, pese a la enorme inversión, nacerá anticuado y quedará obsoleto en pocos años.

Su crítica se apoya en tres pilares: innovación, urbanismo e identidad.

Primeras filas del nuevo Camp Nou, en obras

Morente asegura que un estadio de esta magnitud debería ser un referente arquitectónico para la ciudad, pero el diseño aprobado se queda «lejos de lo que podría ser un estadio de primer nivel mundial».

A su juicio, la propuesta actual no aporta soluciones novedosas ni logra diferenciarse de lo ya visto en otros recintos deportivos.

Falta de innovación

El arquitecto subraya que el proyecto se limita a una superposición de tres plataformas abiertas, sin un planteamiento creativo que marque la diferencia.

«Una propuesta arquitectónica que no propone nada que no se haya visto con anterioridad«, resume.

Morente destaca que, aunque la ampliación eleve el aforo en 20.000 personas, esta decisión acabará siendo un problema para el entorno urbano y para la propia evolución del estadio en el tiempo.

Detalle de cómo será la fachada del nuevo Camp Nou según el proyecto

Detalle de cómo será la fachada del nuevo Camp Nou según el proyecto

FC Barcelona

Según explica, el diseño se centra en la experiencia interior para el aficionado, pero ignora condicionantes esenciales que garantizan la perdurabilidad y adaptación de un edificio de estas características.

«Seguramente nadie les ha explicado pues estos condicionantes que hacen que los edificios a la larga perduren en el tiempo y vayan evolucionando con la ciudad», afirma.

Graban a una rata dentro de las obras del nuevo Camp Nou

Sin identidad visual

Otro de los grandes reproches es la falta de una imagen icónica que vincule de inmediato el estadio con el FC Barcelona.

Morente es contundente: «Si yo os quitara la parte superior donde pone Camp Nou seguramente vosotros no seríais capaces de reconocer que esto es el campo del Barcelona«.

En su opinión, el proyecto desaprovecha la oportunidad de integrar los símbolos más reconocibles del club, como los colores blaugrana o el vínculo con La Masía.

Representación virtual del nuevo Camp Nou

Representación virtual del nuevo Camp Nou

El arquitecto contrasta esta carencia con la propuesta de Norman Foster presentada en 2007, un diseño que incorporaba referencias al modernismo catalán y al mosaico del trencadís, elementos que habrían dotado al estadio de una identidad única.

«Fue capaz de hacer una propuesta moderna y contemporánea teniendo en cuenta los antecedentes y el pasado de la ciudad de Barcelona», recuerda.

La propuesta de Norman Foster y Rafael de La-Hoz  para la reforma del Estadio Santiago Bernabéu

Integración urbana

Morente también alerta de que el proyecto no resuelve los desafíos urbanísticos que suponen los días de partido.

«No se está hablando del urbanismo del campo del Barcelona y es uno de los aspectos más importantes que debe reunir este edificio», sostiene.

Según explica, el aumento del aforo agravará los colapsos de tráfico y las aglomeraciones, ya que el estadio no se abre a las principales arterias de la ciudad.

«El mero hecho de tener que ubicar en este edificio 20.000 personas más aproximadamente hará que el entorno inmediato y los exteriores del campo seguramente no estén preparados«.

Este déficit de planificación urbana amenaza con empeorar la experiencia de los aficionados y la convivencia del estadio con el barrio, un aspecto clave en cualquier infraestructura.

El proyecto de Herzog & de Meuron para el nuevo Camp Nou en 2007

Comparación

Para ilustrar cómo debería ser un estadio del siglo XXI, Morente recurre al ejemplo del Allianz Arena de Múnich, inaugurado en 2005 y todavía considerado un referente mundial.

El arquitecto destaca la innovación de su fachada de ETFE, capaz de resolver a la vez cuestiones estéticas, acústicas y funcionales.

«¿Qué mejor aislante puede existir que el propio aire? Estas fachadas lo que hacían era mediante estos globos generar un vacío que servía como colchón acústico», explica.

El Allianz Arena demuestra, según el análisis, que un diseño integral puede mantener la vigencia arquitectónica y tecnológica de un estadio incluso dos décadas después de su apertura, algo que no augura para el nuevo Camp Nou.

Imagen aérea del Camp Nou durante las obras

Morente recalca que su intención no es herir sensibilidades, sino ofrecer un punto de vista técnico sobre un proyecto de gran impacto para Barcelona.

«Mi objetivo no era herir sensibilidades, únicamente analizar lo que a mí me parece que es la nueva propuesta del Camp Nou«, concluye.

El arquitecto insiste en que un estadio moderno debe responder a tres requisitos básicos: innovación, integración urbana e identidad.

Según su visión, el Camp Nou reformado falla en los tres aspectos. Y por ello, pese al entusiasmo que generará en los aficionados cuando se inaugure, considera que la obra nacerá anticuada y con escasa capacidad para perdurar como icono arquitectónico de la ciudad.