El presidente de Serbia Aleksandar Vucic ha acusado a Novak Djokovic de «traidor» y «falso patriota». El mejor tenista de todos los tiempos ha pasado de ser un héroe nacional para todo su país a ser tildado de enemigo de Serbia por los partidarios del actual gobernante.
El conflicto entre Djokovic y el presidente de Serbia se originó a raíz de los hechos acaecidos el año pasado en torno a un accidente. Nos referimos al derrumbe de una marquesina en la estación de tren de Novi Sad que tuvo lugar el 1 de noviembre del año pasado. El saldo de muertos fue de 14 personas.
A partir de ese accidente, el caos se desató y se produjeron una serie de protestas con la toma de las calles por parte de los jóvenes del país, quienes denunciaban una «corrupción sistemática» y la ausencia de «controles legítimos».
Djokovic no se mostró ajeno a estos hechos y dio su opinión desde el principio sin miedo a represalias. Lo hizo primero en el Abierto de Australia: «Los jóvenes, los estudiantes y a todos aquellos a quienes pertenece el futuro de Serbia». Con el paso de los meses, Novak no ha cambiado de opinión y siempre que le han preguntado ha reafirmado sus convicciones en torno a este tema.
En las últimas horas se ha hecho público que Novak Djokovic y su familia han trasladado su residencia a Grecia (Atenas) para evitar problemas mayores. Esto también ha afectado al Serbia Open, que Novak se ha llevado a territorio heleno. «A pesar del gran compromiso y los esfuerzos realizados, no se pudieron garantizar las condiciones necesarias para llevar a cabo el torneo en la fecha y formato previstos, por lo que se decidió no celebrar la edición de este año», comentó el propio torneo a tenor de lo sucedido entre Aleksandar Vucic y Djokovic.