J.P.R.
La comparativa entre las cinco grandes economías europeas sobre el abordaje del cáncer de mama sitúa a España a la cabeza en las coberturas de cribado pero evidencia importantes carencias en el acceso a medicamentos. El informe Avances en la atención del cáncer de mama en Europa: hoja de ruta hacia un enfoque centrado en las mujeres, elaborado por Economist Impact con la colaboración de Daiichi Sankyo, pone sobre la mesa una radiografía la situación en España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.

Entre los puntos fuertes del sistema español, el estudio destaca el screening poblacional. “En España hay una fuerte adherencia al cribado: cerca del 80 % de las mujeres participan en el programa y el 90 % de los casos se diagnostican en estadios precoces”, explica la Dra. Eva Ciruelos, vicepresidenta de Solti y coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital 12 de Octubre. Esta detección temprana contribuye de forma decisiva a las altas tasas de supervivencia observadas en nuestro país.

España supera sistemáticamente el mínimo de cobertura recomendado por la UE (70-75%), gracias a invitaciones personalizadas y programas específicos para zonas rurales y colectivos vulnerables. Sin embargo, uno de cada cuatro casos se diagnostica en mujeres menores de 50 años, población excluida de los programas actuales. Ante esta situación, la especialista insistió en la necesidad de «individualizar» el screening y acabar con las desigualdades en el acceso entre comunidades autónomas. «En Andalucía, por ejemplo, se empieza el cribado cinco años antes que en la Comunidad de Madrid«, añadió.

Acceso a medicamentos: la asignatura pendiente

El informe alerta de que, pese a los buenos resultados en cribado, España presenta tiempos medios de espera de 613 días para acceder a medicamentos oncológicos, frente al promedio europeo de 586 y muy por detrás de Alemania, que financia el 96% de los fármacos aprobados por la EMA y los pone a disposición en apenas 93 días. Además, la descentralización sanitaria provoca disparidades autonómicas en la disponibilidad de tratamientos y servicios, lo que puede condicionar la supervivencia en función del lugar de residencia.

El estudio, que recoge la visión de 75 expertos de los cinco países, propone cuatro acciones clave para transformar la atención: definir de manera universal qué significa “atención centrada en las mujeres”, co-crear soluciones con pacientes y profesionales, dotar a los sanitarios de herramientas prácticas e invertir en la recogida de datos sobre calidad de vida y resultados notificados por las pacientes.

“En España hay una fuerte adherencia al cribado de cáncer de mama: cerca del 80 % de las mujeres participan en el programa y el 90 % de los casos se diagnostican en estadios precoces”, destaca la Dra. Ciruelos

Para nuestro país, Economist Impact identifica como prioritario integrar de forma sistemática la evaluación de la calidad de vida en la práctica clínica, reforzar la prevención de factores de riesgo como la inactividad física y el consumo de alcohol, y ampliar el personal especializado (enfermería oncológica, psicooncología, nutrición) para garantizar un acceso equitativo a lo largo del territorio. Pilar Fernández Pascual, presidenta de Almia, ha subrayado que “la supervivencia o fallecimiento de un paciente no puede depender del código postal” y ha pedido integrar los cuidados a lo largo de todo el proceso de la enfermedad.

La hoja de ruta presentada en Madrid no solo busca mejorar la atención del cáncer de mama, sino también convertirse en prototipo para otros tipos de cáncer, pasando de un modelo centrado en la supervivencia a otro que permita a las pacientes progresar durante y después del tratamiento.