La oferta de BBVA para hacerse con Banco Sabadell ya es la definitiva, tras la mejora del precio de este pasado lunes. El juego de la opa ahora está en persuadir a los accionistas de la entidad catalana para, cada uno, intentar … decantar la operación a su favor. Para ello hay que saber a qué accionistas dirigirse, pero la realidad es que la composición de cómo es el accionariado no está clara y eso hace aún más imprevisible el resultado final.

Antes de que el banco vasco lanzara su ofensiva, el Sabadell reportaba en su informe financiero que el 53% de sus accionistas eran institucionales, es decir, grandes inversores, y que el 47% restante eran minoritarios, pequeños ahorradores. El grupo catalán decidió dejar de reportar la composición de su accionariado a raíz del lanzamiento de la opa, lo que dificulta hacer cábalas sobre el comportamiento de unos y otros.

Los analistas, así como el propio BBVA, tratan de averiguar por su cuenta cómo se reparte el capital social de la opada. Barclays ha sido el último en tratar de realizar una aproximación, aunque se ha topado con esa barrera que ha fijado el Sabadell al ocultar la distribución de su accionariado. La entidad británica desvela que alrededor del 28% del Sabadell son inversores institucionales que también están presentes en BBVA, «lo que implica accionistas solapados con intereses alineados», aunque no haya certeza real de que su voto vaya a ser un sí.

Luego están los fondos indexados, que siguen la configuración de índices y su forma de decisión es algo especial: «Estos fondos suelen alinear su decisión con el resultado de la oferta y esperar al final del plazo para anunciarla». Barclays menciona otros institucionales como el consejero y accionista David Martínez, de quien está todo el mundo pendiente para ver qué decide tras la mejora de la oferta, o los socios del Sabadell como Zurich y Amundi, que se descuenta que rechazarán.

El problema surge con todos los demás dueños. «La mayor incertidumbre sigue siendo el 47% en manos de institucionales no identificados e inversores minoristas», recoge el banco británico. En su caso, reconoce que la decisión de estos últimos será clave y que se desconoce qué porcentaje suponen de ese 47% del capital que es un completo enigma.

Los analistas sí que ven que la decisión de los grandes accionistas suele ser más predecible ya que se mueven, en términos generales, por parámetros financieros. Pero en este caso existen dudas en todos los flancos ya que aunque la prima de la operación ha regresado a positivo con la mejora del precio, esta se mueve en un dígito bajo.

Alrededor del 28% del Sabadell son inversores institucionales que también están presentes en BBVA

Conocer el accionariado de la entidad opada es clave para el BBVA, pero la realidad es que es son datos de los que solo dispone el Sabadell. El banco vasco sí que sabe una parte importante de quiénes son los dueños del grupo catalán pero hay otra que se les escapa. Eso es relevante dentro de su estrategia ya que la entidad dirigida por Carlos Torres lleva de reuniones con grandes accionistas desde que comenzó el periodo de aceptación para tratar de decantar la opa, igual que la cúpula del Sabadell hace por su cuenta. Asimismo, ambos se dirigen también a los pequeños accionistas pero esto lo hacen de forma más masiva en grandes eventos presenciales y online, así como a través de campañas de publicidad generales. Sobre los accionistas que no hay dudas es sobre los más grandes, ya que reflejan su posición en la CNMV: BlackRock, Norges, Vanguard, UBS, BNP Paribas…

Entre los propios analistas, así, hay diferencias entre su evaluación de la opa, mostrando que el resultado es cada vez más imprevisible para todos. Barclays sostiene que «los términos son disciplinados y potencialmente suficientes para cerrar la operación», aunque tiene grandes dudas sobre lo que decidirán los pequeños accionistas. Otros como KBW recomiendan ya directamente acudir.

Otros como Alantra recomiendan no acudir a la opa, mientras JB Capital ve difícil que la oferta tenga éxito en los términos que quiere BBVA con una aceptación de más del 50%. En general, los analistas sí creen que la mejora del precio facilita superar el 30%, pero el resultado sigue muy en el aire.