Los capitanes de Europa y EE.UU. presentan la 45ª Ryder Cup: respeto, ambición, pasión y un debate económico que agita al equipo local
Keegan Bradley y Luke Donald comparecieron ante los medios en la previa de la Ryder Cup de Bethpage
La 45ª Ryder Cup ya late en Bethpage Black. En una rueda de prensa cargada de emoción, respeto mutuo y también con pinceladas de tensión, los capitanes Luke Donald (Europa) y Keegan Bradley (Estados Unidos) dieron el pistoletazo de salida a una semana que promete ser histórica.
Donald, que repite al frente del combinado europeo tras la victoria en Roma, confesó que ejercer la capitanía por segunda vez es “uno de los mayores privilegios” de su vida. “He vivido algunos de los momentos más grandes de mi carrera en la Ryder Cup; como jugador, vicecapitán y ahora como capitán. Sé del reto que tenemos, pero confío plenamente en este equipo. Llevan tiempo juntos, llegan en gran forma y están listos para el desafío”; aseguró el inglés.
Bradley, por su parte, no escondió la emoción de volver a Bethpage, el campo donde creció como universitario en St. John’s. “Es increíble estar aquí como capitán. Nunca lo habría imaginado. Esta semana ha sido mágica: convivir con los chicos; ver la unión del equipo y sentir de nuevo lo que significa la Ryder Cup es algo que nunca olvidaré”; declaró con una mezcla de orgullo y entusiasmo.
El estadounidense también quiso destacar la magnitud del momento. “Cada día que me levanto y veo a mis jugadores, a la bandera estadounidense y al logo de la Ryder Cup, recuerdo que formo parte del mejor evento de golf del mundo”.
Más allá de lo deportivo, una de las cuestiones que marcó la comparecencia fue el debate sobre los pagos al equipo estadounidense por disputar la Ryder Cup. Bradley reconoció la sensibilidad del asunto, aunque subrayó que el vestuario está unido. “Nuestros jugadores tienen el mayor honor de representar a su país. Todo lo que rodea a la parte económica se ha tratado de puertas adentro y no afecta a nuestro compromiso con la competición”; apuntó.
Donald, desde el lado europeo, prefirió no entrar en polémicas y recordó que “para los jugadores de Europa, la Ryder Cup siempre ha sido, y seguirá siendo, un honor y una tradición que va más allá del dinero”.
Ambos capitanes coincidieron en señalar el ambiente neoyorquino como un factor clave. Donald habló de “la pasión de los aficionados” y de la grandeza de un escenario público como Bethpage Black; mientras Bradley destacó que “la energía de este lugar es única y va a impulsar a todos”.
Con la ceremonia de apertura a la vuelta de la esquina y los primeros partidos listos para disputarse; la Ryder Cup 2025 arranca entre respeto, ambición, rivalidad… y un trasfondo económico que añade más tensión a la semana más esperada del golf.
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