Allá por 2010, Paul Thomas Anderson recurrió a la estrategia más directa posible para adaptar una novela de Thomas Pynchon: transcribir los diálogos de cabo a rabo en un guion, y luego ir eliminando cosas hasta que el metraje de Puro vicio fuera asimilable. Es curioso recordarlo ahora que llega Una batalla tras otra, y podemos imaginar al cineasta asumiendo que es imposible adaptar a Pynchon de forma literal.
infoLibre premium
8€/mes
75€/año
Ahorra 21€
- Lee artículos sin límites
- Sin publicidad
- Recibe TintaLibre en tu casa
infoLibre total
6€/mes
55€/año
Ahorra 17€
- Lee artículos sin límites
- Sin publicidad