CaixaBank, junto a otras ocho entidades europeas (ING, Banca Sella, KBC, Danske Bank, DekaBank, UniCredit, SEB y Raiffeisen Bank International) ha anunciado la creación de su propia criptomoneda vinculada al valor del euro y conforme al Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea.
Esta moneda es un stablecoin, que según el Banco de España «es una criptomoneda diseñada con la intención de minimizar la volatilidad de su valor, ligando su valor a un activo o varios activos con valor estable, como puede ser el dólar o el euro».
Lo cierto es que hasta el momento la mayoría del mercado de este tipo de moneda estaba vinculado a la moneda norteamericana, y ahora CaixaBank abre esta otra opción. Según explica la compañía, su creación permitirá «pagos y liquidaciones casi instantáneos, de bajo coste y disponibles 24/7, incluyendo transacciones transfronterizas, pagos programables, mejoras en la gestión de la cadena de suministro y liquidación de activos digitales como valores y criptomonedas».
De acuerdo a los plazos aclarados por la entidad catalana, se espera que esta moneda se emita en la segunda mitad del año que viene. El consorcio de entidades bancarias ha constituido una empresa en los Países Bajos que solicitará al regulador del país la licencia de institución de dinero electrónico, estando supervisada por el Banco Central neerlandés.
Asimismo, dicho consorcio «está abierto a la incorporación de otros bancos» y también prevé la designación de un CEO en los próximos meses.
De esta manera, CaixaBank se une al BBVA y a Santander (mediante su filial OpenBank). Sin embargo, no es una iniciativa similar a la de estos dos, debido a que ambas entidades solo tienen una licencia para prestar servicios de inversiones en criptomonedas, pero sin lanzar la suya propia.
Para Mariona Vicens, directora de transformación digital y advanced analytics de CaixaBank, señala que «la tecnología está transformando profundamente la infraestructura financiera y, en especial, los estándares para la realización de pagos y transacciones. En CaixaBank hemos sido referentes en desarrollar de forma muy temprana innovaciones que posteriormente han contribuido a la transformación de los servicios de pago, colaborando con autoridades y reguladores tanto en el ámbito de pagos digitales minoristas como mayoristas».
Por ello, Vicens sostiene que impulsan «un proyecto que ha conseguido reunir un sólido apoyo de entidades bancarias relevantes y tiene un alto potencial para sumar nuevos apoyos de otros actores, financieros y tecnológicos», y afirma que esto «puede marcar un paso importante en la construcción de un ecosistema digital de pagos europeos robusto y confiable».
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