El ascenso de Tomás Rufo (Talavera de la Reina, 1999) al Olimpo del toreo es meteórico. El joven matador manchego, que tomó la alternativa hace cuatro años, vuelve a la Feria Taurina de Begoña en una temporada en la que, si colecciona algo, son triunfos en las mejores ferias y carteles con las máximas figuras. Y es que Rufo se halla en una etapa en la que «asumir retos» y «enriquecer» su tauromaquia, como él dice. De hecho, un día antes de su corrida en El Bibio, donde debutará ante animales de La Quinta el 15 de agosto, hará lo mismo ante astados del hierro de Victorino Martín en Dax (Francia); dos desafíos en dos días, con medio millar de kilómetros de por medio. «Intentaré dar el 200 por ciento en Gijón y ser un torero imprescindible para esta feria», anuncia, como declaración de intenciones, el diestro, que completa la terna de la tarde con Emilio de Justo y Clemente.

El 15 de agosto le tenemos en Gijón.

Me hace mucha ilusión volver, tengo buenos recueros de mi debut en esta plaza. Me gusta mucho, tiene encanto y una afición muy buena. Es también la primera corrida de La Quinta que mato, así que hay muchos alicientes en esa tarde para estar contento.

¿Qué le viene a la cabeza de su debut?

Era una corrida de José Vázquez, el primer astado lo toreé muy bien de capote y fue una tarde muy interesante en la que pude salir a hombros. Siempre es importante poder puntuar y triunfar para volver a estas plazas. Hay que tener una buena carta de presentación. También me gustó la afición, muy educada, respetuosa y que cuando ven un buen toreo tiran para delante. Hacen sentir muy a gusto.

¿Qué destacaría de los toros de la ganadería de La Quinta?

He tenido la suerte de conocerla tentando en su casa y me gusta mucho. Salen animales extraordinarios, con mucha clase, han conseguido un toro muy bonito de hechuras. En Gijón seguro que embisten.

¿Y su temporada?

Una importante. Están pasando muchas cosas buenas desde el inicio, donde pude salir a hombros en Valencia. Sevilla, Madrid. Pamplona. Y lo que queda por delante, quince corridas en los próximos dos meses. Así que preparándonos y poniendo la vista en el siguiente festejo.

Le acartelan cada vez más entre grandes figuras y ferias.

Sí, estamos en carteles buenos con Morante, Roca, Manzanares. Al final es llegar adonde uno siempre ha soñado estar y triunfar a su lado es un verdadero lujo. Al final es lo que hay que hacer para seguir en ese barco en el que estamos montados.

¿Cómo se nota ahora logrando tantos triunfos y reconocimiento?

Uno busca con el tiempo la madurez y redondez que da el paso de los años. Aunque llevo solo cuatro años como matador de toros, he notado un cambio considerable desde el primer año a este. Me encuentro asentado, intentando mejorar mi toreo, hacerlo más despacio, más pausado. Pulir las cosas que tengo pendientes para seguir creciendo. Cuando alguien tiene gran afición, sale, y este es el caso.

¿Qué busca ahondar en su concepto?

Tengo un concepto clásico, pero dentro de él intentas perfeccionar más. Hasta el día que me retire no pararé de perfeccionar. Esta es una carrera de fondo y doy gracias de que las cosas van saliendo bien.

¿Qué faceta suya cree que gusta más?

Toreo relajado, despacio. Cuando uno se deja llevar es cuando más llega. Marca la diferencia de cuando igual me ponía más rígido. No tiene ni punto de comparación. Hay que seguir potenciando con lo que uno más consigue llegar.

En Gijón se estrena con La Quinta, pero la víspera lo hará en Dax (Francia) con toros de Victorino Martín.

Es una ganadería que también saca toros importantes. Hay que buscar motivaciones en las carreras y temporadas y esta es una de ellas.

¿Qué le representa ponerse ante un astado de Victorino?

Tienen una embestida exigente, distinta a lo que uno puede estar acostumbrado. Da triunfos importantes, que es lo que uno busca. Y adaptarse a todo tipo de embestidas y ganaderías, uno no se puede encasillar.

¿Es momento de asumir retos?

Sí. Se puede decir que estoy en una etapa en la que me apetece y hay que buscar alicientes para no perder la ilusión y motivación de enriquecer mi tauromaquia.

¿Alguno concreto para la temporada presente?

De momento vamos poco a poco con la temporada. Saldrán cosas nuevas, nunca te puedes acomodar y cada temporada es diferente. Siempre digo lo mismo, busco crecer como matador. Este año hemos dado muchos pasos adelante, sobre todo la corrida de Victoriano del Río en San Isidro. Aún sin matar el toro me sirvió de mucho y por fin entré en Madrid. Pongo el pie en el acelerador para mantenerme donde estoy.

Está cargado de faenas.

Siempre que sea para torear no cuesta trabajo hacer kilómetros. Por ejemplo, tengo Gijón, la víspera Dax y el día anterior, Huesca. Me ilusionan mucho estos compromisos en plazas que ya conozco.

En Dax estará con Clemente y en Burgos salió a hombros con Emilio de Justo, que le acompañan en Gijón.

Son dos compañeros muy grandes. Tengo poco que decir, porque ellos ya lo demuestran en las plazas. Con Emilio, aparte de lo profesional, tenemos una gran amistad y estoy encantado de torear con él. Allá adónde va, triunfa. Tiene una carrera de mucho mérito y le admiro por todo lo conseguido y superado.

Que se prepare la afición, pues.

Será una tarde muy bonita y creo que van a disfrutar. Intentaré dar el 200 por ciento y ser un torero que se convierta en imprescindible para esta feria y poder vernos durante muchos años.

Suscríbete para seguir leyendo