Conor McGregor sigue tanteando su regreso a la UFC. El excampeón del peso pluma y ligero de la promotora estadounidense ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de volver a la jaula en la esperada velada de la Casa Blanca. Sin embargo, el irlandés ha compartido en sus redes sociales cuál será su caché para este regreso: 100 millones de dólares y 100 “tarjetas visas doradas”.

McGregor, considerado el peleador más controversial de la UFC, lleva alejado del octógono más de cuatro años; siendo su último enfrentamiento disputado con otra leyenda de la compañía: Dustin Poirier, la cual se resolvió con derrota por TKO. Desde aquel instante, el irlandés dejó de lado las artes marciales mixtas para centrarse en la política, sus diversos negocios y ser la imagen visible de la promotora BKFC. Pese a ello, The Notorious estuvo muy cerca de volver a pelear. Concretamente, en UFC 303 para enfrentarse contra Michael Chandler; sin embargo, una lesión en el meñique privó al irlandés de volver a la competición.

Pensando en el futuro a corto plazo, Conor se ha mostrado muy interesado en protagonizar su esperado regreso en la Casa Blanca; una ambiciosa cita que asegura ofrecer un sobresaliente a los aficionados, reuniendo a otros emblemáticos peleadores como Jon Jones. Para ello, McGregor, que durante los últimos meses ha compartido en sus redes sociales múltiples jornadas de entrenamientos, ensalzando su estado de forma. No obstante, The Notorious, que es el peleador que más dinero ha generado a la UFC en cuanto a eventos pagados, ha compartido cuál será su caché para volver a la máxima competición. «100 millones de dólares para luchar en la Casa Blanca junto con 100 “visas doradas” estadounidenses para mí, mi familia y mis amigos. Tengo muchas ganas de volver a entretener al mundo de la lucha. ¡Un placer que nunca doy por sentado!», compartió en X.

Sin duda alguna, esta propuesta, la cual se presenta algo descabellada, será la encargada de determinar si Conor volverá a la jaula; pese a ello, Dana White, CEO de la UFC, será el encargado de tomar la última palabra.