La princesa Leonor sigue viviendo primeras veces. Lejos queda ya su primera intervención pública el día de su 13 cumpleaños, cuando leyó el Artículo I de la Constitución Española para celebrar los 40 años de su aprobación por el Congreso de los Diputados. También ha llovido mucho desde que debutó en los Premios Princesa de Asturias y en los Princesa de Girona, donde ha ido cogiendo peso año tras año. Ambos galardones suponen visitas obligadas a Asturias y a Catalunya, lugares a los que acude encantada y orgullosa.

Cuando Felipe VI subió al trono el 19 de junio de 2014, su hija mayor, Leonor, dejó de ser infanta de España para convertirse en princesa de Asturias, princesa de Viana, princesa de Girona, duquesa de Montblanch, condesa de Cervera y señora de Balaguer. El primer título, el principal y con el que se le conoce, era el que ostentaban los herederos de la corona de Castilla desde 1388. Los últimos son de los siglos XIV y XV y derivan de la corona de Aragón. El segundo, el de princesa de Viana, era el que llevaban los herederos del reino de Navarra.

 

La princesa Leonor tras su discurso de los premios Princesa de Asturias 2019

Todos esos títulos pertenecen a Leonor, pero hasta el momento, solo ha podido lucirse como princesa de Asturias y de Girona en los citados galardones, donde año tras año gana soltura y relevancia en las entregas y en todos los actos relacionados. Además, ostenta la presidencia de honor de ambas fundaciones porque estos premios dependen de ellas y no de gobiernos autonómicos. Y ahí está la clave de por qué Navarra se le resiste, más o menos.

Leonor debuta como princesa de Viana

Leonor hace un alto en su formación militar en la Academia de San Javier para debutar como princesa de Viana por fin. El viernes 26 de septiembre de 2025, la princesa Leonor se desplaza a la comunidad foral junto a los reyes Felipe y Letizia para la primera visita oficial de la heredera a este territorio. La acción comienza en el palacio del Gobierno de Navarra en Pamplona, para continuar después con una visita al Ayuntamiento de Viana. En esta localidad que da nombre a la dignidad navarra de la princesa también va a contemplar la exposición por el 600 aniversario del título de príncipe de Viana en las ruinas de la iglesia de San Pedro. Es precisamente esta efeméride lo que lleva a la heredera de la corona a estas tierras.

 

La princesa Leonor subida a un avión Pilatus PC-21 en su primer día en la Academia del Aire y del Espacio de San Javier.Jesus Briones

Por supuesto el viaje incluye un homenaje a los reyes y al reino de Navarra en el monasterio de San Salvador de Leyre, en Yesa, lugar de enterramiento de los monarcas navarros. Eso ocurre en la tarde del mencionado viernes. Era ahí precisamente donde don Felipe acudía cada año para la entrega del Príncipe de Viana de la Cultura.

Al día siguiente hay más. En la mañana del sábado, la familia real se traslada al palacio real de Olite, construido en el siglo XIV y que fue residencia de los reyes de Navarra. Para terminar, los reyes y su hija viajan a Tudela, donde les esperan en el ayuntamiento y en el palacio del marqués de San Adrián. Y así es el gran debut de Leonor en la comunidad foral, porque la cosa se queda ahí.

Sin cambios para el Príncipe de Viana de la Cultura

Cuando era el heredero, Felipe visitó Viana en 1998 atendiendo a la petición consistorial, haciendo así uso del segundo de sus títulos por aquel entonces. Además, se encargó de entregar el Premio Príncipe de Viana de la Cultura. Pero todo cambió en 2015: poco antes de subir al trono otorgó el galardón por última vez como príncipe de Viana. Al año siguiente volvió ya como rey junto doña Letizia, pero esa fue la última edición porque desde 2016 ningún miembro de casa real se ha ocupado de dar el galardón al premiado o premiada. Ni siquiera cuando Leonor se ha ido haciendo mayor se ha vuelto a contactar con La Zarzuela.

 

Los reyes Felipe y Letizia en la entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2015, la última edición a la que acudieron.Carlos Alvarez

En su momento, el gobierno de Uxue Barcos, de ideología nacionalista, optó por desvincular a la corona de este premio. Tampoco se cambió el nombre, lo que sí se hizo con los galardones que se entregan en Oviedo y en Catalunya. Se quedó así incluso cuando llegó el PSOE al poder en la comunidad foral y no parece que vaya a cambiar.

El Huff Post se puso en contacto con La Zarzuela, que señaló que no tienen constancia de que haya cambios a este respecto. Por tanto, nadie les ha informado de que casa real vuelva a ocuparse de la entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura, ni tampoco que se vaya a proceder a un cambio de nombre. Y efectivamente, no les han avisado de nada, porque no hay cambio.

Así lo pudo confirmar este medio con la consejería de Cultura, Deporte y Turismo de Navarra, desde donde se nos hizo saber que «no hay previsto ningún cambio en lo que respecta al Premio Príncipe de Viana en la comunidad y a cómo se viene desarrollando en los últimos años». Es decir, la princesa Leonor no ha entregado nunca el galardón, y va a seguir sin hacerlo.

 

La familia real en los Premios Princesa de GironaGTRES

¿Por qué se cambió el nombre en los otros dos premios y no en el de Viana y por qué en el caso navarro se apartó a la casa real? La respuesta es tan sencilla como que los Premios Princesa de Asturias y los Premios Princesa de Girona los otorgan fundaciones que cuentan con Leonor como su presidenta de honor y con contacto estrecho con la casa real. En el caso del galardón cultural, depende del gobierno foral. En su momento el ejecutivo despojó a la corona de su implicación y una década después no tienen pensado que la cosa cambie. El Premio Príncipe de Viana se seguirá entregando año a año, pero no veremos ahí a Leonor, princesa de Viana pese a todo.