El primer partido de la Europa League 25-26 en la Cartuja dejó la imagen de los más de 3.500 aficionados ingleses ubicados en el graderío muy cerca de los hinchas del Betis. Aunque no existieron graves problemas de seguridad, algunos aficionados … sí han mostrado su queja por pequeños incidentes que sucedieron durante el partido -escupitajos y lanzamientos de líquidos-, ante esa cercanía de ambas aficiones, pese a que algunos socios béticos habían sido reubicados con anterioridad para evitar problemas.
Desde el club verdiblanco se apunta a que se cumplieron todos los requerimientos de seguridad exigidos por las fuerzas de seguridad y por la UEFA, aunque como siempre se revisará el protocolo por si puede ser mejorado de cara al futuro. El Betis instaló una red de seguridad, que ya existe en otros campos, para separar a ambas aficiones e incluso instaló un metacrilato de seis metros en los laterales como muro de protección y separación, lo que se entendió por todos los partes responsables del partido como suficiente.
La nota predominante, no sólo en el estadio sino durante toda la jornada por las calles de Sevilla, fue que la visita de los aficionados del Nottingham Forest se saldó de manera positiva. La calificación de estos hinchas ingleses no preocupaba sobremanera, ya que su comportamiento habitual suele ser correcto, como así acabó ocurriendo más allá de esos pequeños incidentes que causaron malestar a algunos béticos.

La ubicación de los hinchas ingleses en la Cartuja
La gran cantidad de abonados con los que cuenta el Betis y también esa obligación de ceder el 5% de la capacidad del estadio para los aficionados visitantes provocó esa cercanía entre aficiones, algo que quizá pudo ser tenido en cuenta cuando se realizó el reparto de localidades para los socios, pero que se entendió que no debía ocasionar problemas. La solución que se encontró fue esa red de seguridad y la elevación de los muros de metacrilato, algo que contó con el respaldo de las autoridades.
Por la Cartuja aún deben pasar las aficiones del Olympique de Lyon (6 de noviembre), Utrecht (27 de noviembre) y Feyenoord (29 de enero), con lo que ese protocolo de seguridad instaurado seguirá teniendo pruebas que permitirán perfeccionarlo en el caso de que fuera necesario.