La temporada taurina de Valdepeñas ha sido un camino lleno de sobresaltos. Tres festejos se anunciaron en su cartelera oficial -dos corridas de toros y una novillada con picadores- y ninguno llegó a celebrarse. La cancelación en cascada de estas citas dejó a la afición con un sabor amargo y a la emblemática plaza manchega en una encrucijada. Con la temporada tocando a su fin, parecía que los muros del coso valdepeñero no iban a escuchar este 2025 los clarines de apertura de festejo alguno. Pero in extremis, la empresa Espectáculos Taurinos Guadiana, capitaneada por Luis Pérez y el matador de toros ciudadrealeño Aníbal Ruiz, ha conseguido sacar adelante un festival taurino sin picadores que se celebrará el domingo 28 de septiembre a las cinco de la tarde.

El festejo, de carácter benéfico y con tintes de acontecimiento, servirá para mantener viva la llama taurina en la ciudad del vino. Para la ocasión se lidiarán novillos de la acreditada ganadería toledana de Conde de Mayalde, hierro asentado en la finca El Castañar de Mazarambroz, con sangre fundamentalmente Domecq y un historial de toros indultados en distintas plazas. Sus astados, serios, de fina lámina y con nota de bravura reconocida, garantizan un nivel ganadero a la altura de lo que merece una cita que llega para salvar la temporada.

El cartel combina veteranía, poso artístico y juventud. Finito de Córdoba, torero de pellizco y gusto, hará el paseíllo en Valdepeñas en un año en el que ha sumado actuaciones en distintos festivales y corridas puntuales, siempre con el aroma inconfundible de su personalidad. Su presencia aporta ese aire de torería clásica, de compás largo y muñeca de seda, que aún hoy sigue despertando expectación entre los aficionados.

La luz de un festival taurino para no cerrar el año en blancoLa luz de un festival taurino para no cerrar el año en blanco – Foto: LT

Junto a él estará El Cid, nombre propio de la temporada 2025. El diestro sevillano, que había colgado los trastos en 2019, ha vuelto a demostrar este año que su tauromaquia sigue vigente. Santander lo vio triunfar con un toro de Victorino Martín en una faena que evocó las mejores páginas de su carrera. También en Ciudad Real y en otros cosos del verano ha firmado actuaciones de peso, cortando trofeos y saliendo en hombros. Su toreo al natural, referencia durante dos décadas en el escalafón, será sin duda uno de los grandes alicientes del festival valdepeñero.

El tercer matador en cartel es Aníbal Ruiz, torero de la tierra, natural de Alcázar de San Juan, que reapareció en septiembre en Bolaños de Calatrava con notable expectación tras un percance en el campo. Su reaparición ha devuelto a la afición manchega el sabor de su oficio y de su raza, cualidades que le convierten en un torero respetado. Su compromiso con la organización de este festival confirma, además, su voluntad de implicarse en la defensa de la fiesta en la provincia.

El plantel se completa con la savia nueva de la Escuela Taurina de Ciudad Real en la figura de Luis Expósito, alumno que ya ha dejado ver detalles de torero en ciernes en distintas clases prácticas y festejos menores. Su inclusión en el cartel supone un gesto de futuro: el testigo de la tauromaquia provincial pasa de los veteranos a los más jóvenes. Para el novillero será una cita de máximo compromiso, rodeado de figuras con historia y lidiando reses de una ganadería de primera línea.

El festival llega, por tanto, con un doble valor. Por un lado, rescata a Valdepeñas de la anomalía de cerrar su temporada sin festejos; por otro, ofrece un cartel atractivo que mezcla figuras consagradas, un torero de la tierra y un alumno de la cantera local, todo ello frente a reses de un hierro de garantías. La cita tiene además un marcado carácter simbólico: mostrar que, pese a las dificultades de gestión y organización que han marcado este 2025, la afición taurina de Valdepeñas no se resigna al silencio de su plaza.