Viernes, 26 de septiembre 2025, 07:15
La Feria Taurina de San Mateo se ha quedado corta. Cuatro festejos no bastan para saciar la sed de toros del aficionado logroñés que, en los últimos años, espera recuperar el festejo que la pandemia se llevó por delante. A pesar de que los festejos de abono han llegado a su fin, esta tarde -a las 18.00 horas y con entrada libre- se celebrará el ‘Bolsín Taurino Ciudad de Logroño’, con la participación de los riojanos Aarón Navas y Javier Fernández.
La primera tarde, el día de San Mateo, fue una clara apuesta por la juventud, y respondió con creces. El cartel reunió a tres toreros jóvenes con conceptos distintos: por un lado, la tauromaquia bulliciosa y vibrante de Diego San Román, que cortó una oreja a cada uno de sus toros; por otro, el clasicismo de Fabio Jiménez, cuyo concepto conecta con el aficionado. Y cerró el triunvirato Aarón Palacio, que hizo gala de entrega, ambición y hambre de triunfo, lo que le valió para abrir la puerta grande con el encierro de Fuente Ymbro.
La feria de San Mateo se ha quedado corta; cuatro festejos no bastan para saciar la sed de toros del aficionado logroñés
El lunes, segunda de abono, se vivió el esperado debut de Diego Ventura en Logroño, que terminó con su salida a hombros. De aquella tarde cabe subrayar también dos actuaciones de mérito: la de Sergio Galán, con una tauromaquia sobria y muy clásica; y el esfuerzo de Guillermo Hermoso de Mendoza, que reapareció en el coso riojano tras recuperarse de un corte en una mano.
El martes se vivió, quizá, el momento más redondo de la feria. El mano a mano entre Diego Urdiales y Aarón Palacio no fue algo previsto: surgió tras las bajas de Pablo Aguado y Andrés Roca Rey, esta última comunicada la misma mañana del festejo. Sin embargo, el duelo resultó un acierto. Al término de la corrida de Núñez del Cuvillo—con un notable sexto toro y el buen hacer de las cuadrillas–, nadie echaba de menos la combinación original. La tarde fue un verdadero choque de conceptos. La madurez, el poso y la profundidad de Urdiales frente a la frescura, ambición y descaro de Palacio. El de Arnedo firmó tres faenas a tres toros muy distintos, unidas por el hilo conductor de la pureza, el temple y el alma. Cortó tres orejas: dos del primero y una del quinto, que bien pudo haber sido doble trofeo. Palacio, por su parte, firmó también una tarde rotunda. Cortó tres orejas y se encontró con el mejor toro del encierro, el sexto, al que desorejó, saliendo a hombros junto a Urdiales.
La feria se cerró el miércoles con un cartel de relumbrón. Morante de la Puebla dejó destellos de su personalísima tauromaquia, aunque el público se quedó con ganas de más. Talavante se mostró voluntarioso y dispuesto durante toda la tarde, pero no estuvo acertado con la tizona. Cerró la terna Borja Jiménez, que paseó dos trofeos del que cerraba plaza, algo generosos, y logró abrir la puerta grande.
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