Cuarto capítulo de una historia que no quiere acabar en su objetivo de hacer historia en el golf. Jon Rahm regresa en Nueva York a … la Ryder Cup dos años después y por cuarta edición consecutiva. Por comparar, en el bando estadounidense solo Justin Thomas le iguala, mientras que en su propio vestuario, más experimentado, no puede llevar la voz cantante al compartir protagonismo con dos mitos de la competición como son Rory McIlroy (cinco títulos en siete participaciones) y Justin Rose (cuatro en seis). A sus 30 años, el vizcaíno se encuentra de nuevo en el mejor escaparate de su deporte, el torneo que siempre soñó jugar cuando cogió los primeros palos.

La relación de Rahm con el torneo que enfrenta bienalmente a Europa con Estados Unidos comenzó en 2018, a punto de soplar 24 velas. Entonces, tras perder sus primeros partidos por parejas –junto a Rose y Ian Poulter–, al de Barrika le tocó medirse a Tiger Woods en el día decisivo. Conviene recordar que los emparejamientos son aleatorios. Los capitanes indican en un sobre el orden de salida sin saber las elecciones del otro. Casualidad, el ‘rookie’ se midió a la leyenda. El escenario, París, la ciudad del amor en la que Rahm vivió «el mejor sentimiento de mi vida» al derrotar al renacido crack, que pocos meses después abrocharía el Masters, su decimoquinto y último grande.

El Viejo Continente contaba con cinco debutantes frente a un combinado americano con once jugadores entre los veinte primeros del ranking mundial y 31 majors frente a los ocho europeos. El vizcaíno puso su granito de arena, y de qué forma, para el título. Su victoria ante Woods supuso un marcador de 12,5-9,5, dejando la corona en bandeja. La cerraría Francesco Molinari ante otro histórico como Phil Mickelson. Sergio García, el jugador con más puntos de la historia de la Ryder (28,5) por delante de Nick Faldo (25), también contribuyó al éxito. De los 24 contendientes actuales, McIlroy lidera con 18 unidades.

Rahm y García fueron en 2021 la pareja más solvente para Europa en un Ryder aciaga. Whistling Straits, en Wisconsin, supuso la peor puntuación de toda la historia para el Viejo Continente. Apenas nueve puntos de los que tres tuvieron la firma de la pareja española. El viernes superaron en foursomes a Justin Thomas y Jordan Spieth, mientras que el sábado formaron en las dos modalidades para derrotar a Brooks Koepka y Daniel Berger, primero, y al propio Koepka además de Spieth, después. Aquella edición sirvió para dar cuenta de la conexión hispana y, además, para descubrir una nueva rivalidad en el golf mundial: Rahm contra Scottie Scheffler.

Cambio en la cima

Por aquel entonces el vizcaíno llegaba en la cima del ranking mundial poco después de hacerse con su primer major, el US Open. Se midió al único jugador americano que estaba en el top-20. Era el 21. Tenía 25 años y fue una de las elecciones de Steve Stricker, que tuvo buen ojo al augurar una enorme proyección en la figura de Scheffler. En solo cuatro años el de Texas ha pasado a dominar con puño de hierro una disciplina en la que ya atesora cuatro ‘majors’. Este año se ha impuesto en el PGA Championship y el Abierto Británico, por lo que unido a sus dos chaquetas verdes ya solo tiene por delante el US Open para completar el Grand Slam. Scheffler, por cierto, derrotó a Rahm en su primer cara a cara.

2021 fue la edición en la que Rahm jugó el máximo número de partidos: cinco. Llegó en uno de los mejores momentos de su carrera pero en un equipo que se vio superado por todos los flancos. Obtuvo en total 3,5 puntos ya que empató junto a Hatton –el único dobles en el que no formó junto a Sergio García– ante el propio Scheffler y Bryson DeChambeau, otro de los jugadores que prometen liderar a Estados Unidos en Nueva York. En 2023 amplió a tres los enfrentamientos con Scheffler, ya en la cima del ranking mundial.

Rahm, de la mano de Hatton, con el que repetirá en Nueva York como compañero de batalla, venció en la mañana del viernes –en foursomes– en Roma al texano, que formó junto a su amigo Sam Burns. Por la tarde, en fourballs y esta vez junto a Rasmus Hojgaard, el de Barrika se midió de nuevo a Scheffler, esta vez para empatar. El vizcaíno contribuyó a su segunda Ryder con tres puntos y un papel invicto. Repetirían empate el domingo, apenas en el segundo turno pero con medio título en el bolsillo europeo. El mundo asistió dos años después a otro duelo antológico y ya sueña con el tercero. El match-play es un recurso más atractivo que el formato tradicional. Además, desde la marcha al LIV de Rahm las ocasiones de verlos juntos son escasas. La rivalidad se ha ampliado en los Juegos de París y en el último PGA, y ambos torneos acabaron con el americano bañado en oro.