Antes de que la memoria de la canguesa Dolores Blanco Rodal se apagase, los vilagarcianos Antonio Caeiro y Margarita Teijeiro la grabaron. El resultado es «Lola», un documental que se proyecta el próximo 3 de octubre en el Ourense Film Festival, uno de los certámenes audiovisuales más importantes de Galicia. Durante 90 minutos, el público escuchará la historia de Lola y de su familia, marcada por la crueldad y la violencia de la Guerra Civil y la posterior represión.
«Conocimos a Lola sobre el año 2005», recuerda Antonio Caeiro. Tanto él como Margarita Teijeiro, fundadores de O Faiado da Memoria, llevan décadas intentando rescatar del olvido las historias de las víctimas de la Guerra Civil. Fue así como llegaron a Dolores Blanco Rodal, una vecina de Cangas do Morrazo cuya vida cambiaría para siempre cuando tenía 15 años. Siendo ya octogenaria, se atrevió a contarla ante las cámaras.
«Su padre era patrón de barco, y su madre, redeira, y ambos estaban muy implicados con la CNT. Al padre lo detuvieron pocos días después de empezar la guerra, en una barbería, y a su madre la fueron a buscar esa misma noche a casa. Estaba en cama, y no le dejaron ni vestirse porque le dijeron que a donde iba no le hacía falta más ropa», apunta Caeiro.
En efecto, llevaron en coche a Dolores Rodal y a otra joven de Marín, y cerca de la playa de Aguete las empujaron hacia una cuneta y les pegaron un tiro. Lola cuenta en el documental que el ejecutor de su madre posiblemente no quería matarla. Le apuntó a un brazo y la dejaron allí malherida. Los padres de la protagonista de la película fueron encarcelados; él en el fuerte de San Cristóbal, en Pamplona; ella en Guipúzcoa. Pero no terminarían ahí los infortunios de la familia.
«El hermano mayor de Lola estaba haciendo el servicio militar en la Marina, que se mantenía fiel a la República, y el Ejército nacional detenía a los familiares de estos marineros para forzarles a desertar», explica Antonio Caeiro. Pero Pepe no se entregó, y su hermano Ángel, de 18 años, fue finalmente asesinado en Ponteareas.
En 1941, la madre fue liberada, y regresó a casa; pero enferma de diabetes, y desconsolada por la pérdida de sus hijos (el mayor se exilió, y ya no volvería a España hasta después de la muerte de Franco), no vivió mucho más tiempo. «La historia de Lola es desgarradora… La suya fue una familia muy maltratada», explica Caeiro que concibió una película en la que la única voz que se escucha durante los 90 minutos es la de Dolores Blanco. «El documental es una ‘road movie’ por la memoria, porque vamos recorriendo los espacios por los que pasó cada uno de sus familiares».
O Faiado da Memoria también ha colaborado con «San Simón», película de Miguel Ángel Delgado sobre el campo de concentración de esta isla de Redondela, que se estrenó ayer en el festival de cine de San Sebastián, y que también se exhibirá en el de Ourense.
O Faiado ya realizó varios trabajos sobre San Simón (un documental en 1988, y un libro en 1995), de ahí que hayan participado en la recreación histórica y el guion de la película. Pero, además, colaboraron con los productores juntando a más de un centenar de vilagarcianos como extras. En Ourense se presenta el día 2.
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