La división de Movilidad del fabricante se encuentra en pérdidas por un mercado estancado y mayor competencia desde China
Bosch es el mayor fabricante de componentes del mundo FP
El gigante alemán Bosch anunció que llevará a cabo un recorte adicional de unos 13.000 puestos de trabajo en su división de componentes de automoción de aquí a 2030. La medida, que afectará principalmente a sus centros en Alemania, refleja la presión creciente sobre la industria europea del automóvil, golpeada por una demanda débil, la competencia de fabricantes chinos y los elevados costes estructurales.
El fabricante de componentes, que en los últimos años ya había reducido miles de empleos en el área de movilidad, continúa registrando un déficit anual de alrededor de 2.500 millones de euros en esta división. La empresa explicó que el ajuste busca restaurar la competitividad de su negocio en un entorno marcado por tarifas comerciales, costes energéticos altos y el encarecimiento de la mano de obra en Alemania debido a la presión demográfica.
El movimiento de Bosch se suma a los anuncios de recortes realizados por otros fabricantes europeos. Volkswagen y Porsche han reducido personal y producción en respuesta a la caída de ventas en China y al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos.
A la vez, los proveedores europeos de componentes se ven obligados a abaratar precios frente a la presión de los fabricantes de automóviles, mientras lidian con el encarecimiento de materias primas y energía. El avance de las empresas chinas, que ofrecen baterías, motores y componentes electrónicos a costes mucho más bajos, agrava aún más la erosión de márgenes en el sector.
En este escenario, Bosch ha advertido de que la competencia seguirá intensificándose y de que debe actuar con rapidez. «Los desarrollos geopolíticos y las barreras comerciales como los aranceles están generando incertidumbre significativa con la que todas las compañías debemos lidiar», declaró Markus Heyn, miembro del consejo de administración responsable de la división de Movilidad. «Esperamos que la competencia sea aún más dura, por lo que nuestro objetivo es aprovechar las oportunidades de crecimiento y preparar a nuestros centros de movilidad en todo el mundo para el futuro».
Bosch, una de las empresas privadas más importantes de Alemania, empleaba a finales del año pasado a 417.900 personas en todo el mundo. El recorte anunciado equivale a algo más del 3% de su plantilla global. La compañía ha invertido de manera destacada en tecnologías emergentes como el hidrógeno y los vehículos eléctricos, aunque mantiene aún una fuerte dependencia de líneas de negocio ligadas a la combustión.
El impacto será especialmente notable en la región de Stuttgart, cuna histórica de la compañía. En la planta de Feuerbach, donde se fabrican componentes diésel y se han impulsado proyectos relacionados con el hidrógeno, se eliminarán alrededor de 3.500 puestos de trabajo.
En Schwieberdingen, la reducción será de unos 1.750 empleos debido al débil volumen de pedidos y al lento despliegue de nuevas tecnologías. En Waiblingen, Bosch prevé cerrar para 2028 una fábrica de 560 trabajadores dedicada a la producción de conectores, tras años de caídas en los volúmenes.
En Bühl, centro especializado en pequeños motores eléctricos, desaparecerán unos 1.550 puestos, mientras que en Homburg se recortarán alrededor de 1.250 empleos vinculados a la fabricación de piezas para camiones diésel.
La compañía aseguró que ya ha informado a los trabajadores y a sus representantes y que buscará aplicar soluciones socialmente responsables en la medida de lo posible. Sin embargo, la dirección insistió en que es necesario actuar con rapidez para garantizar la sostenibilidad del negocio. «Alemania sigue siendo central para Bosch», señaló el director de trabajo, Stefan Grosch, quien subrayó que la compañía debe ganar eficiencia para mantenerse en la competencia global.
El anuncio supone un nuevo revés para el gobierno del canciller Friedrich Merz, que ha intentado reforzar la confianza industrial con programas de gasto y la iniciativa «Made for Germany», apoyada por Bosch, pero que no ha evitado la pérdida de empleos en sectores clave como el acero, los productos químicos y la automoción.
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