Álvarez y Pericas © RFEC

Redacción / Ciclo 21

Pascual Orengo, como el júnior Eleuterio Anguita, también vive en Ruanda su primer Campeonato del Mundo como seleccionador sub-23, una categoría cada vez más profesional y más hipotecada por las restricciones de la UCI que provocan que Pablo Torres y/o Iván Romeo no los pueda convocar. Pero en Kigali se presenta con un bloque compacto comandado -tanto monta- por los valencianos Héctor Álvarez y Pau Martí y el catalán Adrià Pericas pero sin un favorito claro como el belga Widar o el italiano Finn, oro júnior 2024.. Por tanto han de saber moverse en el enrevesado, pesado y tramposo circuito de Kigali.

-Su primer Mundial sub-23 como seleccionador. ¿Cómo lo ve en las horas previas, cómo se lo plantea?

-Somos una de las selecciones más fuertes y sería mi responsabilidad que se nos fuese la carrera pronto. Luego ya con el paso de las vueltas, pues es un circuito que va a poner a cada uno su sitio. Con los que tengamos nos presentaremos en esa disputa de carrera o no o pelearemos por las posiciones más normales, que al final serán en coherencia con la fuerza de los corredores, porque el planteamiento va a ser claro. Podíamos estructurar en tres partes de la carrera. En ese primer tercio, creo que nosotros debemos ser una de las selecciones que asumamos el control de la carrera o el tener presencia en las escapadas. A partir de ese primer tercio tiene tanto desnivel que podría ser como una etapa en el Tour de Francia en la que cada uno vaya a su lugar.

-A diferencia de los juniors con Noval y las sub-23 con Blasi, tiene más abanico de posibilidades. Hay establecida una jerarquía entre Álvarez, Martí y Pericas o va a ir en función de la carrera.

-Son las dos afirmaciones que yo te puedo contestar. Hay dos bloques que son los tres corredores que ya tienen un contrato profesional este año y luego es cierto que me voy a adherir a lo que tú acabas de decir. Va a ir según el funcionamiento de la carrera, porque por ejemplo, esos corredores que vienen a trabajar o a estar al servicio de estos tres nombres que hemos mencionado, entra el grupo grande de principio de carrera. Y si de ese grupo sale otro más reducido que pudiese llegar, pues al final se cambian los roles y se invierte el planteamiento, y eso es algo que también he puesto encima de la mesa. En principio, hay dos bloques. Los tres con los que yo creo que voy a disputar y los tres que en principio ya sabían de casa que venían a trabajar.

-Obviamente sub-23 ya es una categoría más seria y más ahora con tantos que están en equipos profesionales. Decir que se aspira al podio, es muy arriesgado ¿no?

-Sí porque tiene mucho desnivel esta carrera. Si tuviese menos creo que tengo corredores ganadores, Martí lo he demostrado, Álvarez  es de los mejores del mundo, y Pericas, aunque es verdad, que estuvo más fuerte a principios de año que ahora, son tres hombres muy buenos. Lo que pasa es que es verdad que vienes de hacer un Giro, un Tour del Porvenir, vienes de hacer unos vueltas donde Finn o Widar demuestran que estamos peor que ellos hacia arriba.

-Esa era la próxima pregunta, sus favoritos.

-Yo soy realista de que mis tres corredores no tienen en el nivel cuando se empina mucho a la carretera de Widar ni de Lorenzo Finn. Pero luego es verdad que yo tengo tres segundos espadas, y que ellos lo mejor tienen una y tienen que tener el día. En cambio, yo tengo tres, que es muy probable, que alguno de los tres tenga el día como ya lo han tenido en otros momentos de su carrera. Por tanto, vamos a jugar con que haya tres nombres, Widar, Finn y un español que de esos tres pueda tener el día ideal.

-¿La norma de la UCI de que los sub-23 de los equipos de primera división perjudica a España? Hablo de Torres y Romeo

-Yo creo que ha perjudicado mucho a España. Tendríamos una selección más potente y quizás a la mejor selección de la mundo, pero a nivel personal me enorgullece ganar con corredores cuyo resultado les promocionará su carrera deportiva. Corredores que ya están asentados o que ya tienen un muy contrato en esta categoría, yo voy a romper una a favor de UCI, me parece una buena decisión.

-Has visto a la carrera de las sub-23. ¿Le vale de algo como ejemplo? ¿Se puede repetir?

Sí, me vale, sí. Porque, al final, en hombres, el nivel yo considero que a veces entre los más fuertes es más parejo. Y, entonces, pensamos que el recorrido es muy duro, pero sí a la última subida han llegado nueve chicas igual me ha roto un poquito los esquemas y no se dinamita tanto la carrera como yo pensaba. Aquí, por los corrillos del hotel el único comentario que existe de la selección que sea, es que mañana van a llegar de uno a uno, pero después de ver la carrera de las chicas, ha cambiado un poquito la percepción.

PREVIA

SELECCIONES JUNIORS

Las selecciones españolas sub-23 femenina y masculina se aproximan a la edición 2025 del Campeonato del Mundo de carretera de Kigali (Ruanda) tras haber completado sendas actuaciones en el recién finalizado Tour del Porvenir que las situán como una de las escuadras más destacadas de la categoría. Paula Blasi logró la sexta plaza en la general y Pablo Torres dejando patente que se encuentran un año más entre la élite mundial de la categoría, algo que Adrià Pericas, Pau Martí y Héctor Álvarez llevan demostrando durante todo el curso.

Este Mundial será además especial porque por primera vez se celebrarán de forma separada las competiciones femeninas sub-23 de las pruebas de la categoría élite. Las elegidas por la seleccionadora nacional Gema Pascual para participar en las mismas serán Paula Blasi, que hará la crono y la ruta, Lucía Ruiz, Laura Ruiz y Ainara Albert.

La convocatoria sub-23 masculina, diseñada por el seleccionador nacional Pascual Orengo, la integrarán Iker Gómez, Unai Ramos, Samuel Fernández y Pau Martí, que estarán presentes en el fondo junto a Adrià Pericas y Héctor Álvarez, que competirán también en la contrarreloj.

En cuanto a las pruebas de fondo, las chicas sub-23 competirán el jueves 25 y los sub-23 harán lo propio el viernes 26. El fondo femenino constará de 119,3 km y 2.435 metros de desnivel, fruto de dar ocho giros al circuito local de Kigali, que incluye en cada vuelta el paso por la Cote de Kimihurura y al famoso Mur de Kigali, de 800 metros al 8,1% de pendiente media. Los chicos cubrirán un total de 164,4 km y 3.350 metros de desnivel tras completar once vueltas a este mismo circuito como indica la RFEC.