Isaac Nogués (2004, Valencia Basket) está dando sus primeros pasos en otra de las ramificaciones que le ha deparado el baloncesto en su camino. El escolta se incorpora al ambicioso proyecto valenciano después de un verano lleno de acción.
A sus 21 años, Nogués ha vivido un 2025 trepidante que le ha obligado a madurar a pasos agigantados. De ser cortado por la Penya al final de su etapa formativa a destacar en la G League como uno de los mejores defensores, pasando por la experiencia del draft, la Summer League y la llamada inesperada de la selección absoluta para reforzar la plantilla en la preparación del Eurobasket. Su trayectoria reciente es un compendio de giros y oportunidades bien aprovechadas. Ahora, tras firmar con un club Euroliga y en vísperas de debutar en competiciones que siempre había soñado desde la grada, encara el reto de consolidarse en la élite con el Valencia Basket.
Gigantes del Basket: Estáis a punto de empezar la temporada. ¿Cómo han sido estas primeras semanas para ti en Valencia Basket?
Isaac Nogués: La verdad es que han sido cuatro semanas duras físicamente. Ya sabía un poco lo que iba a ser, pero ahora lo he podido vivir. Motivado, contento con los compañeros que tengo, los españoles, que ya los había podido conocer en la absoluta. Por mi parte, muy motivado por la Supercopa. Al final es un título que no he podido jugar nunca, igual que la ACB, la Euroliga, y la Copa. Son títulos que he visto desde casa, desde que soy pequeño. Entonces me hace mucha ilusión todo por lo que se pueda competir.
Gigantes del Basket: Ha sido un año de muchísimos cambios para ti. ¿Cómo lo estás viviendo? ¿Sientes que estás cumpliendo tus objetivos?
IN: Ha sido un año, como has dicho, muy bueno. Me he tenido que adaptar a una liga totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. Al final, son muchas cosas: la nueva liga allí en Estados Unidos, la selección absoluta, el quinteto defensivo. Ahora poder fichar por un equipo Euroliga… son cosas que, en mi caso, no te esperas, al menos a tan temprana edad. Estar agradecido un poco con todo, con las oportunidades que te dan, intentar estar listo y poco más.
Gigantes del Basket: Después del draft conseguiste un contrato para jugar la Summer League y hacer la pretemporada con los Sacramento Kings, pero llegó el Valencia. ¿Cómo se fraguó ese fichaje?
IN: Lo del Valencia al principio sonó muy, muy por encima cuando me lo dijo mi agente. Yo no le di mucha importancia, mi agente tampoco le dio mucha importancia. Pero yo estuve en la Summer League con Sacramento y no me acababa de sentir del todo a gusto. Es verdad que en Portland estuve muy a gusto, no tengo ninguna queja de compañeros ni nada, pero en Sacramento fue otra vez cambiar de compañeros, nueva ciudad, estar lejos de casa… y mi idea era buscar algo cerca de casa, en España. Quería jugar en la ACB, que al final ese siempre ha sido mi objetivo. Desde que era pequeño, mi sueño siempre había sido jugar en la ACB. Lo de la NBA es verdad que me llegó el año pasado, pero la ACB siempre había sido una cosa que yo quería jugar junto con la Euroliga, fuera cuando fuera. Al final se dio esto del Valencia y no me lo pensé dos veces.
Gigantes del Basket: Hay que estar en todo momento preparado.
IN: Totalmente. Yo siempre he sido una persona de ‘mini’ oportunidades. La verdad es que nunca he tenido, en general, esa confianza de alguien, ¿sabes? Por ejemplo, en la G League los cuatro primeros partidos no jugué hasta el quinto, porque hubo tres lesiones y jugué porque tuve que jugar. Eso es una oportunidad, lo mismo con la absoluta. Son pequeñas oportunidades que tienes que estar listo para aprovecharlas y al final es eso. Yo estoy muy agradecido. Creo que soy una persona con suerte, que tiene o ha tenido muchas oportunidades en la vida. Y también creo que he tenido suerte porque cuando las he tenido las he sabido aprovechar.
Gigantes del Basket: Fuiste el tercer mejor defensor de la temporada en G League, además de ser incluido en el quinteto defensivo. Más allá de un buen defensor, puedes aportar más cosas.
IN: Entiendo muchas veces que se me ponga esa etiqueta de defensor. Yo también creo que no es lo único que hago, porque el rebote muchas veces se pone en el apartado de defensa, pero no es defensa, es un ataque que al final ganas para ti, para tu equipo. Considero que soy un buen generador, buen pasador, pero bueno, tampoco me gusta mucho decir lo que hago bien, más allá de lo que la gente piensa. Entonces, si todo el mundo piensa que soy un buen defensor, no me importa decirlo porque todo el mundo lo piensa, pero yo creo que hay más cosas.
Gigantes del Basket: Hace tan solo tres años estabas jugando en Tercera FEB, después en Segunda, ¿de quién te acuerdas echando la vista atrás?
IN: Me acuerdo de toda la gente que ha pasado por por mi etapa formativa, que me ha ayudado mucho, pero sobre todo en los años de EBA y LEB Plata, que son ligas duras. Y en mi año de Junior, el último, que estuve nueve meses sin jugar por una lesión y al final piensas que se te acaba el mundo. Luego pasas a EBA y ves que todos tus compañeros van a LEB Plata o LEB Oro. Tú vas a LEB Plata después de ganar el Mundial y ves que todos tus compañeros van a una universidad o… es duro, y tienes que lidiar con eso de que tú estás tres ligas por debajo que tus compañeros de selección. Al final, es vivir con eso.
Gigantes del Basket: En ese momento, cómo era tu relación con ellos ¿Te daban algún mensaje?
IN: Bueno, sinceramente, nada. Cada uno hacía su camino. El que estaba en ACB, pues lo veíamos como muy bien, ¿no? Lucas [Langarita], por ejemplo, que ahora ha podido volver. Era una envidia sana totalmente de decir: ‘joder, ojalá no poder estar allí’. A mí la peña me corta justo un mes antes de ganar el Mundial y eso te quita un poco la esperanza de jugar en ACB, al menos hasta unos años después, porque normalmente se tiene que pasar por LEB Plata y LEB Oro y eso ha sido un camino. Realmente, lo miro y ha sido muy corto, pero ha sido duro, intenso.
Foto: Rocío Jordá
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