Un pequeño departamento de 32 metros cuadrados, se transforma también en un estudio de ballet, gracias al almacenamiento inteligente de su propietario.

Durante años, Chun Wai Chan, bailarín principal del Ballet de la Ciudad de Nueva York, se acostumbró al modo de vida neoyorquino de la mayoría de los jóvenes: escasez de espacio y compañeros de departamento. Pero cuando hace tres años se encontró con un estudio de 32 metros cuadrados en el Upper West Side, el pequeño departamento se le presentó como la oportunidad perfecta para vivir por su cuenta, estar más cerca del trabajo en el Lincoln Center y tener un poco más de espacio para sí mismo. Sin embargo, debido a una desordenada acumulación de muebles aleatorios, al principio el espacio resultaba estrecho. “Sabía que necesitaba ayuda”, confiesa Chan.

Así llegó el diseñador de AD100, Josh Greene. El diseñador, que se asoció exclusivamente con West Elm para amueblar la vivienda, apreció el reto de trabajar en espacios reducidos. “Todo tiene que ser deliberado”, señala. Lo primero fue entender cómo quería Chan que funcionara su hogar. Tenía que ser un lugar donde el bailarín pudiera descansar y recuperarse entre ensayos y actuaciones. También tenía que estar ordenado y aprovechar al máximo cada metro cuadrado, porque Chan hace estiramientos o enseña a sus alumnos a través de Zoom en su tiempo libre.

Chun Wai Chan

Chun Wai Chan se sienta en un sofá Teagan de terciopelo verde de West Elm, donde suele descansar después de ensayar.

Arturo CubriaSala minimalista con sillones verdes y tapete en la misma tonalidad

Greene optó por tonos tierra cálidos en la sala para crear una atmósfera relajante que ayude a Chan a descansar y recuperarse entre actuación y actuación.

Arturo CubriaUn pequeño departamento destaca por su perfecta distribución

Para Chan, el proceso de trabajar con un diseñador era desconocido y desalentador. “Yo le explicaba a Chun todo lo que no entendía con metáforas de danza”, dice Greene.

Por otro lado, Greene también le comentó que a través de la colaboración, el equipo estaba diseñando un pequeño departamento y que, para que todo fuera cohesionado, tenían que confiar los unos en los otros.