30/07/2025
Actualizado a las 14:32h.
El cabildo extraordinario en el que se aprobó la restauración de Pedro Manzano a la Esperanza Macarena sirvió, entre otras cosas, para conocer el estado actual de la imagen tras las pruebas diagnósticas realizadas por los profesionales del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), así como los pasos a seguir por Manzano para devolver a la Virgen a su esplendor previo a la intervención fallida del equipo de Arquillo.
Sin embargo, el propio Francisco Arquillo y su hijo David, que también tuvieron voz en el cabildo que reunió a cerca de dos mil macarenos hasta las cuatro de la madrugada, ofreció una versión de los hechos que se alejan de la aportada por José Luis Gómez Villa, responsable del IAPH, defendiendo su buen hacer y que «la cara de la Virgen es la misma» desde que la tocó por primera vez en 1978.
Durante el cabildo se pudo conocer que el profesor Arquillo cobró 10.500 euros por las labores acometidas sobre la Macarena, el Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario. Su turno de palabra llegó en el punto cuarto del cabildo, ya después de la votación en la que se aprobó la restauración, a altas horas de la madrugada. Sin embargo, el catedrático pidió mediante burofax participar en el primer punto del orden del día y proyectar imágenes de su restauración, algo que la hermandad no permitió.
Negó las conclusiones del informe del IAPH
El que ha sido médico de las imágenes titulares de la corporación de la Madrugada desde hace medio siglo reconoció un error en las pestañas de la Virgen de la Esperanza, que dieron la vuelta al mundo el día de la reposición al culto de la imagen, pero sólo en las pestañas, que para él fue el único problema de la intervención.
Para apoyar esa idea, mostró fotos del antes y después del entorno de los ojos sin las pestañas. Aseguró que no se habían tocado los ojos y negó haber puesto pasta de madera sobre los párpados, contradiciendo los resultados del informe del IAPH, que es claro acerca de que sí se hizo, tal y como avanzó ABC. Dicho informe también expone además una modificación morfológica de las cejas, así como la reiteración de color en otras zonas sensibles del rostro, como la nariz, los labios y los pómulos.
Arquillo señaló que su equipo fue apartado del proceso y de la hermandad el mismo sábado en que la Virgen fue repuesta al culto tras sus trabajos, y que la junta de gobierno no le informó sobre los retoques que se iban a hacer sobre la imagen, habiéndose enterado por la prensa. También aseguró desconocer que hubiera «un especialista en pestañas» en la hermandad. Respecto a la realización de TAC a la Macarena, se mostró reacio al segundo, opinando que «no le hacía falta un TAC para conocer a la Virgen» después de tantos años ocupándose de ella.
Respecto a la intervención del Señor de la Sentencia, Arquillo hijo explicó que esta había consistido solamente en limpieza, reintegración de la policromía, sellado y cierre de algunas grietas, siendo una actuación de mantenimiento, como la de la Virgen «si seguimos la definición de mantenimiento que da la Unesco». Por último, expusieron que la hermandad les pidió un informe precipitado de la actuación sobre la Macarena ante el revuelo generado, que tuvieron que realizar en un día y que resolvieron en tres folios cuando lo habitual es que dediquen entre tres y seis meses a dicha labor.
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