El nuevo milenio puso de moda dos conceptos en España: telerrealidad y experimento sociológico. Ambos tenían el mismo destinatario, Gran Hermano. La primera describía con cierta objetividad el fenómeno de la pequeña pantalla, que conquistó a millones de espectadores y va ya por su vigésima edición. “Experimento sociológico”, en cambio, tenía algo de disculpa. Muchos españoles no sabían cómo justificar que disfrutaban husmeando en los cotilleos (guionizados o no) de quienes hasta entonces eran desconocidos. Luego dejaron de serlo.
Iván Armesto era uno de los anónimos que habitaron la casa primigenia. Quedó tercero en una edición en la que ganó Ismael Beiro, que ha conseguido mantenerse a la vista gracias a su carrera como cómico. Iván Armesto tardó en encontrar su vocación: montó una empresa de figuración, debutó como actor en El gran marciano, se reunió con Beiro en Expedición imposible y puso en pie un negocio de hostelería. También sufrió un accidente practicando barranquismo y se fracturó varias vértebras, apenas unos meses antes de que Beiro, su amigo inseparable en Gran Hermano, se descabalgase de su moto y pasara semanas en coma.
En una charla con La Voz de Galicia, Iván Armesto confesó que visitar el plató de María Teresa Campos en Día a Día le hizo interesarse por lo que ocurría más allá de la cámara. Terminó quedándose para la producción de reportajes, aunque no fue esta, tampoco, su última estación laboral. El cine y la televisión lo esperaban.
¿Dónde hemos visto a Iván Armesto?
Además de la ya citada intervención en El gran marciano, Armesto ha retomado recientemente su carrera como actor. Desde que Santiago Segura lo recuperó como intérprete en Padre no hay más que uno (2019), Armesto ha aparecido en Por los pelos, Fenómenas y, la última de todas, Disco, Ibiza, Locomía.
Sin embargo, su participación definitiva en el cine ha tenido lugar en el lado del set que no vemos. Su empresa de figuración sigue en marcha y lo ha llevado a colaborar en la producción de El orfanato, Dolor y gloria, Mientras dure la guerra o Nieva en Benidorm. En otras palabras, a trabajar junto a Bayona, Almodóvar, Amenábar o Coixet. El currículo de Armesto, descontando el par de apariciones como actor, supera las 100 películas, algunas de ellas entre lo más granado de lo que ha generado nuestro cine últimamente.