El Ciudad de Logroño regresa de Cuenca con una dolorosa derrota (29-28). Y eso que tuvo dos balones para arañar un empate de El … Sargal en un partido que jugó con demasiadas intermitencias, con groseros fallos defensivos y un atasco ofensivo en los momentos claves del encuentro. La intensa defensa local y la eficacia de Pedro Tonicher bajo palos fueron argumentos suficientes para que el Cuenca grite su primera victoria del curso. Y eso que el equipo franjivino intentó remontar los cinco goles con los que se marchó el bloque conquense tras el paso por vestuarios. Pero una dudosa falta en ataque de Pergel y una muy clara de Zaja dejaron a los riojanos con las manos vacías, muriendo en la orilla de El Sargal.
El Ciudad de Logroño comenzó muy intenso en el primer tiempo. Treinta minutos que fueron muy equilibrados y en los que el brasileño Joao Perbelini fue un dolor de cabeza para los franjivino. Pese a los bombazos del sudamericano, el equipo riojano jugó bastante conjuntado, cometiendo pocos errores no forzados, todo lo contrario que en Torrelavega el domingo pasado.
Así las cosas, los franjivino se encomendaron gran parte de esa mitad gracias a los goles de un acertado Lombardi, Preciado, Pergel y Cadarso. Perbelini mantenía con sus latigazos al Cuenca en partido, además del portugués Pedro Tonicher, que realizó diez paradas en esa primera etapa. Marcos Cancio, en cambio, le costaba tocar cuero.
Pero había equilibrio y la poca efectividad en portería (Cancio detuvo cinco balones) la compensaba con buenas defensas, aunque las piernas empezaban a flaquear. Aprovechando el momento de Perbelini y las paradas de Tonicher, el Cuenca dio un paso al frente, dejó seco a un Ciudad de Logroño atascado y se puso al frente, siempre con rentas escasas de uno o dos goles. De hecho, al descanso se llegó con 14-12 para los de Lidio Jiménez, que se presentaron a jugar con algunos jugadores lesionados.
Nada estaba sentenciado, eso estaba claro, aunque el Cuenca pisó el acelerador en los primeros minutos de la segunda parte. Se creció El Sargal y llevó en volandas a sus jugadores, que respondieron con intensidad en la pista (Mosquera anuló por completo a un flojo Zaja). Así, los de Lidio Jiménez, que perdieron a Perbelini por una lesión, empezaron a abrir brecha pese al 5-1 propuesto por Velasco que incomodó a los locales.
El Rebi abrió una renta de cinco goles (20-15) en un encuentro lleno de emociones, con la grada metiendo mucha presión –muchas veces pasándose de frenada–. El Ciudad de Logroño estaba muy incómodo y no carburaba. Miguel Martínez, Pergel, Preciado y Zaja se chocaban con Tonicher y el Cuenca mantenía distancias.
Pero los de Velasco no daban nada por perdido. Pese a jugar mal, pusieron mucho pundonor sobre la mesa y aprovechando dos exclusiones locales los riojanos recortaron distancias y entraron a los últimos cinco minutos a un gol. En ese tiempo, ambos equipos se repartieron aciertos y muchos errores y fue el Cuenca, que no llegó a sentenciar, el que salió mejor parado porque se aprovechó de que Zaja, en el último ataque recibió de espaldas y un defensor le sacó la falta ofensiva. Murió en la orilla, cierto es, pero el Ciudad de Logroño tiene mucho trabajo por delante para pulir los errores que le condenaron en Torrelavega y este viernes en Cuenca.