La agencia de calificación Moody’s ha seguido la estela de Standard & Poor’s y ha subido la nota de la deuda soberana española, pasando al nivel A3 con perspectiva estable, el séptimo escalón de su ránking, desde Baa1. Es la primera vez desde 2012, en lo peor de la crisis de deuda europea, que España sale del rango ‘B’ de esa agencia. La última vez que la agencia había mejorado la nota a la deuda española fue en 2018. A los pocos minutos, Fitch Ratings ha mejorado la calificación crediticia a largo plazo de España de ‘A-‘ a ‘A’, con perspectiva estable.

Fitch Ratings ha mejorado la calificación crediticia a largo plazo de España de ‘A-‘ a ‘A’, con perspectiva estable. «El rendimiento económico de España ha superado las expectativas y ha superado con creces a otras grandes economías de la eurozona. El crecimiento económico se sustenta en una gran afluencia migratoria y unas exportaciones de servicios sólidas y cada vez más diversificadas», dice la agencia en su análisis.

Fitch prevé que la economía se mantendrá resiliente, gracias a la limitada exposición a los aranceles estadounidenses y al continuo desapalancamiento externo neto. «Las recientes ganancias de productividad, el moderado crecimiento salarial y los precios relativamente bajos de la energía han impulsado la competitividad externa y fortalecido los balances externos privados», explica.

Asimismo, Fitch mejora la previsión de crecimiento del PIB para España al 2,7% en 2025 y al 2,0% en 2026, lo que refleja un crecimiento trimestral superior al previsto en el primer semestre de 2025.

En el documento de Moody’s, la agencia apunta como principales motivos de ese ascenso el fuerte crecimiento del PIB del país, la reducción de la deuda externa y la creciente resiliencia de la economía española. Moody’s señala a las reformas estructurales de la pasada década, el fuerte desapalancamiento y el aumento de la inmigración, que sostiene el crecimiento.

«La decisión de mejorar la calificación de España a A3 refleja nuestra opinión de que la fortaleza económica de España está mejorando debido a un modelo de crecimiento económico más equilibrado, mejoras en el mercado laboral y un fortalecimiento del sector bancario que aumentan la resiliencia de la economía», comentan los economistas.

Y añaden: «En los próximos años, las restricciones de la oferta laboral se aliviarán gracias a los flujos migratorios netos positivos y a los incentivos para prolongar la vida laboral. La ventaja competitiva de España en la producción de energías renovables también impulsa el crecimiento y la estabilidad macroeconómica. A su vez, un entorno económico sólido permite una mejora gradual de la carga de la deuda pública, que prevemos que continuará».

Todo lo anterior ya estaba incluido en la justificación de S&P para mejorar el rating de España hace dos semanas. En su caso, actualizó su calificación crediticia de ‘A’ a ‘A+’, lo que suponía la primera mejora para España de esta agencia desde 2019. Standard & Poor’s comentó a su vez que solo un deterioro del déficit o de la balanza por cuenta corriente podría motivar una rebaja de la calificación a la baja en próximos años.

España sufrió el mayor derrumbe de sus calificaciones de deuda entre 2010 y 2012. En aquellos años, la crisis financiera derivada de la burbuja inmobiliaria provocó que la deuda externa de España se disparara. Aunque el país tenía un nivel mucho mejor que el actual en proporción a su PIB, el derrumbe de numerosos bancos y cajas de ahorro y la marcha de los prestamistas extranjeros dejó a España en una posición muy débil. La prima de riesgo -el diferencial entre los intereses de la deuda española y la alemana- subió a niveles nunca vistos desde la introducción del euro, y las agencias de calificación de deuda bajaron el ‘rating’ de España de su nivel máximo, el ‘AAA’, al nivel ‘B’, siete escalones o más por debajo. La ‘remontada’ comenzó a partir de 2018, cuando el país empezó a acercarse de nuevo al nivel ‘A’.

Buenas perspectivas

Las estimaciones de crecimiento del PIB se sitúan en la primera línea dentro de la eurozona para este año. Y para el 2026 aún estaría por encima de la media, según el consenso de mercado que recoge Bloomberg. El consenso de mercado espera un crecimiento del 2,5% para este ejercicio y del 2% para el que está por venir. Con los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional, la expansión de la economía española también refleja un ritmo que no replican otras economías de la eurozona.

Además, no solo se espera mayor crecimiento, sino que la revisión de los últimos datos, primer y segundo trimestre del año también recogen un crecimiento mayor del calculado inicialmente. «En resumen, la economía española sigue mostrando una fortaleza superior a la anticipada. La demanda interna sigue siendo el motor del crecimiento», comentan desde el departamento de análisis de Bankinter.

Del mismo modo, la situación fiscal de España no está al nivel que la francesa o la alemana. Y es que mientras otras economías de la zona euro disparan si déficit fiscal, España lo contiene hasta reducir el peso de la deuda pública frente al PIB al 103,5% con los últimos datos disponibles. El ratio de Francia está sobre el 114,1%. Y el de Italia sobre el 137,9%, según datos recogidos por Eurostat.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky