“Me aferré a Alessandro Lecquio en el peor momento. Él fue el mayor error de mi vida”. Sonia Moldes y el conde italiano compartieron historia durante 1997 y 1999. Dos años apasionados en los que se convirtieron en una de las parejas preferidas para los medios. Ellos reunían todos los ingredientes para ser una máquina de generar titulares. Eran guapos, atrevidos y vivían la relación al límite. Un auténtico amor a quemarropa que acabó con la gallega dejando al italiano cuando se hartó de tanto fuego desmedido.
En pleno proceso de separación
Cuando Sonia empezó con Alessandro, contaba solo con 24 años, pero ya era una mujer divorciada. La modelo, que se trasladó de Pontevedra a Madrid antes de haber cumplido la mayoría de edad, se casó con apenas veinte años con el empresario Carlos Gil Staufer. Tres años después de aquel ‘sí, quiero’; sus votos matrimoniales estaban hechos añicos.
Fue precisamente mientras estaba sanando esa ruptura, cuando un amigo le presentó a Alessandro Lequio. Tras aquellos primeros dos besos de cortesía con Sonia, el italiano supo que acababa de enamorarse de nuevo. Empezó entonces un incasable cortejo que culminó con Moldes atrapada una imposible red de seducción.
Sonia conoció a Alessandro por un amigo en común. Ella se estaba separando
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La atracción física fue fundamental en su noviazgo. Años más tarde, sería la propia Sonia quien confesaría que “estuvo enganchada sexualmente a Lequio”. Pero en 1997, solo se atrevía a asegurar a la prensa que lo que más le gustaba de su nueva pareja era “lo divertido y enigmático que era”.
En 1997, Alessadro y Sonia ya posaban para los medios como pareja oficial
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Se lo pasaban de fábula juntos, salían de fiesta, viajaban y sí, tenían muchísimas relaciones sexuales. ¿Y sabéis qué tuvieron también? Una portada escandalosa. Igualito que Alessandro y Mar Flores, pero, en el caso de Sonia, esta no acabó prohibida. Lo que sí consiguió fue aupar al conde a la condición de mito erótico; puesto que en aquellas fotos en un barco, él aparecía completamente desnudo. Del reportaje, pactado, Sonia confesó que no vio una peseta. Lo único que sí consiguió fueron unas vacaciones pagadas.
Lo querían todo juntos. El propio Alessandro, en las entrevistas que concedía entonces, veía en Sonia a la madre de sus futuros hijos. Recordemos que ya había sido padre en dos ocasiones y con dos mujeres distintas. Una, Antonia Dell’Atte y la otra, Ana García Obregón. Lo tenían tan claro, que hasta ponían fecha a tener una familia: “cuando Sonia consiga el divorcio de su primer marido”.
la pareja iba tan en serio que hasta hablaron de tener hijos y de casarse
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Los primeros problemas en la relación
Pero, ¿qué pasa cuando existe tanto fuego en una relación? Que las llamas se extienden de tal manera que acaban por asfixiar a sus protagonistas. Así les ocurrió a ellos. Según han contado periodistas que les conocieron y con los que salían de fiesta, Alessandro empezó a comportarse de manera preocupante. “Lequio era superceloso. Tenía unos celos tremendos. ¡Y que no se acercase nadie a Sonia moldes! ¡O sea nadie!”, evidenciaría Lydia Lozano en el polígrafo que, en 2016, protagonizó Moldes.
A esta actitud de desconfianza, se le sumaba que Sonia y Alessandro se habían traicionado en varios momentos de su relación. Ella le fue infiel con una de las estrellas del Real Madrid de entonces como fue Pedja Mijatovic, y él, contra mujer. “La traición tenemos que asumirla los dos”, diría la modelo en ‘Tómbola’.
Celos e infidelidades fue parte del cóctel explosivo que acabó con la historia de amor de Moldes y Lequio
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Por si todos ingredientes para el malestar fueran pocos, también había sumarles que ambos eran como la luna y el sol. Cuando una salía, el otro entraba. El ex de Ana Obregón se dedicaba profesionalmente al golf, era muy deportista y le gustaba madrugar; pero su chica trabajaba gestionando la zona VIP de una de las discotecas más populares de Madrid. Los ritmos de uno y de otra parecían incompatibles. Y eso no tardó en pasarles factura.
Las idas y venidas de la pareja fueron constantes en los dos años que duró el noviazgo
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El miedo que vivió Sonia Moldes
Las discusiones empezaron a subir de tono y Moldes, tal y como ella misma ha manifestado, empezó a sentir miedo. “Mi vida era muy dura en ese momento. Pero, ¿a quién se lo podía contar? Solo me desahogaba con una amiga”. En la misma entrevista ofrecida 17 años más tarde de su ruptura, la modelo contó la angustia que vivía. “Él me pedía perdón al momento de la bronca. Pero después nunca fue capaz de sentarse y decirme ‘con lo que estabas pasando, disculpa’. Nunca”.
No fue hasta muchos años después cuando Sonia confesó que había pasado miedo en su relación con Alessandro
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La parte más tensa del polígrafo que ofreció Sonia Moldes sobre su relación con Lequio, transcurrió así:
María Patiño: ¿Él te pedía perdón y te decía que no iba a volver a pasar?
Sonia Moldes: Sí
M: ¿Y le creías?
S: Sí
M: Esta palabra, miedo, ¿es la que provoca la ruptura?
S: Sí
M: ¿La sentiste en numerosas ocasiones?
S: Sí
M: ¿Él era consciente de que tú sentías ese miedo?
S: Claro que sí
Tal y como ella narró, Moldes vivía la pesadilla de puertas para dentro de su casa. “¿Tú crees que yo con mis amigos o mis hermanos me iba a mostrar triste? Con mi gente, en ese momento, estaba feliz”.
Aquella jovencita que llegó a Madrid para ser modelo estaba atrapada en una relación que, lejos de hacerle la vida más fácil, se la estaba destruyendo. Por lo que, dos años después de que empezara el idilio, se animó a dar el paso y romper con su pareja.
No fue fácil. En 1999, la gallega argüía a la prensa que ella necesitaba a su lado “a una persona estable y madura y no tener más conflictos ni problemas en mi vida”. Cuando, diecisiete años más tarde, contó las verdaderas razones que le habían llevado a dar el paso.
En 1999, Sonia Moldes aseguraba que rompía con el conde porque buscaba «alguien más maduro»
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Una nueva vida lejos de los focos
Pero aquel adiós no fue, ni mucho menos, definitivo. Al poco de romper, cada uno empezó sendos romances que acabaron en boda; pero esto, al parecer y todo según la versión de Sonia, Alessandro seguía llenándola de mensajes y de llamadas. “Me pedía volver de rodillas”, contó en Telecinco. “Estando ya con mi marido, le dije, yo estoy con una persona y tú estás con una persona. Pero a él le daba igual, seguía llamándome”.
Las personas a las que hace referencia la modelo son María Palacios y Jean-François Hernández. La primera sigue casada con Alessandro, mientras que del futbolista del Rayo Vallecano, Sonia acabó divorciándose.
Sonia Moldes acabó alejándose de los focos de la prensa
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Desde entonces, Sonia Moldes fue desapareciendo paulatinamente de las revistas y de las cadenas de televisión. Tuvo varios amagos de noviazgos faranduleros con Dinio García y Emilio Rodríguez Menéndez; pero finalmente, acabó alejándose de los focos. En total, ha estado casada en cuatro ocasiones. La más breve en 2019, un matrimonio con el empresario José Peña que apenas duró 8 meses.
Por su parte, para Alessandro, aquel convulso 1999, fue su año de cambio. En esos 365 días, rompió con su novia, se publicó sus fotos prohibidas con Mar Flores (tomadas años atrás en un viaje a Roma) y empezó a conocer a la mujer con la que acabó casándose. Definitivamente, la carta de presentación del golfista no era la de un hombre con una vida tranquila.
“Entonces yo había empezado el cortejo a mi mujer y ella tenía una familia a la que no le hacía gracia que su hija de 22 años saliera conmigo. Todo esto me produjo muchísimas complicaciones”, argumentó Lequio en ‘Vamos a ver’ hace escasos días.
Ahora la vida le puede volver a generar muchas complicaciones. Sonia Moldes se sienta en ‘De viernes’ para contar cómo vivió su amor con Lequio. La última vez que pisó un plató, desveló que, en 2015, este le había sido infiel a su actual mujer con ella. Veremos si la pontevedresa hace tambalear los pilares la apacible existencia del conde.