El FC Barcelona no llega a la competición oficial en buen momento. La Lliga Catalana fue un aviso, pero el encuentro de ayer ante el Hiopos Lleida fue la confirmación. La derrota (74-63) dejó más dudas que certezas antes del fuego real, viniéndose abajo ante el infierno del Barris Nord.

Hiopos Lleida

Hiopos Lleida

74

63

FC Barcelona

Barça

Alineaciones

(21+11+15+27): Zoriks (9), Walden (8), Sanz (6), Shurna (4), Goloman (9) -quinteto inicial- Ejim (5), Agada (14), Paulí (2), Diagne (10), Jiménez (7), Llorente (0), Dabo (0). (22+12+12+17): Satoransky (9), Laprovittola (4), Punter (11), Shengelia (7), Hernangómez (7) -quinteto inicial- Marcos (3), Cale (5), Norris (7), Vesely (2), Brizuela (5), Fall (0), Kusturica (3).

En el último partido de pretemporada Joan Peñarroya tampoco pudo contar con todo el equipo. Además de la conocida ausencia de Juan Núñez, Joel Parra y Will Clyburn fueron baja por respectivas molestias en el muslo derecho y en los isquiotibiales de la pierna derecha. En su puesto entró el canterano Nikola Kusturica. La única buena noticia en el aspecto médico fue el regreso de un esperado Darío Brizuela.

Demasiadas individualidades

Hiopos Lleida empezó el partido con las ideas más claras, aunque Willy Hernangómez imponía su ley en la pintura arrancando con cinco puntos consecutivos y repartiendo juego para sus compañeros. Empujados por una ‘marea bordeus’ que no falló a su cita de presentación, los locales tomaban la iniciativa desde el triple con un juego más organizado que el culé, que solo generaba gracias al talento individual (19-10).

Joan Peñarroya intentó poner algo de remedio con su primer tiempo muerto, teniendo sus frutos a través de los puntos de Juani Marcos (que dio el susto en el tobillo y que no volvió a jugar por precaución) y del reaparecido Darío Brizuela (6 consecutivos). Todo ello, acompañado por una mejora en el trabajo reboteador y defensivo, permitió al Barça lograr un parcial de 0-10 para darle la vuelta. Un intercambio de canastas final puso el 21-22 al término del primer cuarto.

Tramo de pretemporada total

Se mantuvo el buen ritmo anotador por parte de ambos conjuntos en los primeros minutos del segundo parcial, así como la igualdad, y los ataques eran protagonistas (28-26). Sin embargo, el acierto dio paso al desacierto, mientras Joan Peñarroya se desgañitaba en el banquillo por la defensa de sus pupilos. Tras unos minutos en los que ambos equipos fallaron lo indescriptible, Willy Hernangómez y ‘Toko’ Shengelia rompieron la sequía a las puertas del descanso (30-32). 32-34 a la media parte, más por desmerecimiento que por merecimiento de los azulgranas.

El partido fue tosco en la reanudación, con ataques poco fluidos y sin encontrar red. Mientras tanto, los árbitros ganaron protagonismo para indignación local. Entonces, la oportuna aparición de Satoransky fue un rayo de luz con un triple y una buena triangulación que terminó con un poderoso mate de Vesely (36-41). Cuando parecía que el Barça empezaba a coger un buen colchón, los errores infantiles que tanto le condenaron la temporada pasada volvieron a meter de lleno al Lleida hasta darle la vuelta por la mínima (46-45).

Apagón azulgrana

Los de Peñarroya entraron al último y decisivo periodo con muchos problemas. El conjunto ilerdense entraba en erupción, peleaba todos los balones como si fuera el último y se iba ocho puntos arriba (54-46). El técnico culé tuvo que parar el juego, pero ni la calidad individual de los jugadores volvió a sacar el Barça a flote. El parcial de 16-8 tras cuatro minutos y medio era doloroso. Y no paraba. Cada acción visitante positiva era respondida por dos desde el bando local (67-56).

No obstante, cinco puntos consecutivos del Barça permitían dar señales de vida. Pero se apagaron rápidamente. Hiopos Lleida mostró ser mucho más equipo que un Barça que, ahora mismo, está muy lejos de ser un conjunto realmente competitivo para sus teóricas aspiraciones. 74-63 final, y los azulgranas cerraron una pretemporada con muchas dudas y pocas certezas.