La exposición ‘Mecenazgo y Coleccionismo en la Casa de Alba’ reúne más de 250 piezas y descubre al público medio centenar de obras nunca antes exhibidas

Una joven observa el retrato de Luis II de Borbón de la colección 'Mecenazgo y Coleccionismo en la Casa de Alba'

Una joven observa el retrato de Luis II de Borbón de la colección ‘Mecenazgo y Coleccionismo en la Casa de Alba’ Francis silva

Alejandro Trujillo

La colección privada más célebre de España se desnuda como nunca. Bajo el título «Mecenazgo y coleccionismo en la Casa de Alba», once salas recrean atmósferas palaciegas para conducir al visitante por cinco siglos de arte, documentos y moda cortesana, con la premisa de que 50 piezas, hasta ahora confinadas en estancias privadas, ven por fin la luz. El recorrido con 250 obras está vertebrado en torno al 50.º aniversario de la Fundación Casa de Alba. Reivindica el papel de la familia como guardiana de un patrimonio que, desde el 31 de julio, y hasta el mes de enero de 2026, podrá disfrutarse en la sede del Centro Cultural Fundación Unicaja, en la Plaza del Obispo, en colaboración con la Fundación Casa de Alba.

La primera sala recibe al visitante con el imponente retrato que Francisco de Goya pintó de María Gabriela Palafox y Portocarrero, marquesa de Lazán, una de las joyas más preciadas de la colección. A partir de ahí, el discurso se remonta a 1475: un pergamino recoge el pacto entre el conde de Teba y el alcalde de Málaga, señal de la temprana vocación cultural del linaje. A su lado se expone el testamento de Fernando el Católico, clave para entender la transmisión de poder a finales del siglo XV, junto al retrato del Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, firmado por Alonso Sánchez Coello.

En la segunda estancia asoma el esplendor barroco de los marqueses del Carpio. De los más de 1.100 lienzos que reunieron, destaca La forja de Vulcano de Leandro Bassano, variante de la que conserva el Prado; y subraya cómo los Carpio llevaron la vanguardia veneciana a sus salones.

El tercer espacio gira en torno a Carlos Miguel Fitz-James Stuart y su Grand Tour: del viaje trajo el panorámico Los principales monumentos de Roma y el festivo Desfile de Santa Rosalía en Palermo, ejemplos de cómo Roma y Sicilia moldearon el neoclasicismo europeo.

Cuadro del Desfile de Santa Rosalía en Palermo

Cuadro del Desfile de Santa Rosalía en Palermo

Francis silva

En el gabinete de estampas, cuarto hito del recorrido, el papel adquiere rango de joya: la sala reúne la celebérrima Estampa de los cien florines de Rembrandt y matrices de Alberto Durero, rodeadas de cajoneras donde pueden verse pruebas de estado y anotaciones a lápiz que la familia conservó para estudiar la evolución de las planchas.

Entre las piezas maestras resalta «Felipe V imponiendo el Toisón de Oro al mariscal de Berwick», óleo sobre tabla que Jean-Auguste-Dominique Ingres firmó en Roma en 1818. El cuadro fue encargado por Carlos Miguel Fitz-James Stuart, VII duque de Berwick y XIV de Alba, para glorificar el instante, ocurrido tras la batalla de Almansa, en que el primer Borbón español condecora a su antepasado James Fitz-James con el collar del Toisón. Esta es la única obra del autor que se conserva de forma permanente en España.

Única obra de Ingres de la colección, "Felipe V imponiendo el Toisón de Oro al mariscal de Berwick"

Única obra de Ingres de la colección, «Felipe V imponiendo el Toisón de Oro al mariscal de Berwick»

Francis silva

El corazón de la exposición late en la séptima sala, dedicada a Eugenia de Montijo. Su retrato ecuestre, en la Serranía de Teba, la muestra sobre un caballo andaluz y vestida de goyesca, preludio de la silueta que triunfaría en el París de mediados de siglo; abanicos, mantones y bocetos de Charles Frederick Worth ilustran la génesis de la alta costura.

Colección de abanicos que ostentaba Eugenia de Montijo

Colección de abanicos que ostentaba Eugenia de Montijo

Francis silva

La única obra de Joaquín Sorolla en la colección, es el retrato de Jacobo-Fitz James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, que corona la novena sala. El pintor utiliza un estilo muy similar al de Velázquez, al entender la gran afición del duque con el famoso artista.

La décima estancia, redecorada como sala de juegos, presenta el retrato que Ignacio Zuloaga realizó a Cayetana de Alba con cuatro años en 1930, primera incursión infantil del artista. El lienzo incluye un juguete de Mickey Mouse, juguete que le trajo el autor a la duquesa para que se entretuviese mientras la retrataba.

El itinerario concluye en un pasillo de guardia donde se exhiben once uniformes originales de Alfonso XII y XIII, con sus sables, condecoraciones y bocetos de sastrería. Esta es la primera vez que se exhiben tantos uniformes y por tanto, constituye la exposición actual más completa de trajes de ambos monarcas. El visitante puede observar de cerca tejidos, galones y bordados que reflejan la evolución de la política exterior española y los avances tecnológicos del textil.

Uniformes originales de Alfonso XII y XIII de la última sala de la exposición

Uniformes originales de Alfonso XII y XIII de la última sala de la exposición

Francis Silva

Obras de cabecera

‘Retrato de la marquesa de Azafrán’, Francisco de Goya

Pintado en torno a 1804, el óleo descubre a la aristócrata con un vestido imperio salpicado de diminutos motivos dorados que Goya resuelve con pinceladas brevísimas. La mirada, entre desafío y melancolía, responde al lenguaje psicológico que el pintor desarrolló para sus retratos femeninos. Es una de las únicas dos piezas del aragonés conservadas por la Casa de Alba y nunca había salido del despacho donde presidía la colección familiar.

Primera sala de la exposición que preside el único Goya que retrata a María Gabriela Palafox y Portocarrero, marquesa de Lazán

Primera sala de la exposición que preside el único Goya que retrata a María Gabriela Palafox y Portocarrero, marquesa de Lazán

Francis silva

Retrato ecuestre de Eugenia de Montijo

El óleo, ambientado en la Serranía de Teba, presenta a la futura emperatriz de Francia montada en un caballo andaluz y ataviada de goyesca. Su difusión en medios de la época popularizó la imagen de la aristócrata andaluza y la convirtió en musa de la alta costura parisina; bocetos de Worth y una exquisita colección de abanicos dialogan con el lienzo.

Retrato ecuestre de Eugenia de Montijo vestida de goyesca en un caballo andaluz

Retrato ecuestre de Eugenia de Montijo vestida de goyesca en un caballo andaluz

Francis Silva

Cayetana de Alba con cuatro años, Ignacio Zuloaga (1930)

En la estela velazqueña, Zuloaga retrata a la duquesita con un juguete de Mickey Mouse; es la primera vez que el pintor plasma a un niño en su producción. El tándem inocencia-vanguardia resume la modernización impulsada por la duquesa, restauradora de palacios y protectora del arte español, y anticipa la apertura pública prevista para 2026.

Cayetana de Alba retratada con 4 años, junto a un Mickey Mouse en la esquina inferior izquierda del cuadro

Cayetana de Alba retratada con 4 años, junto a un Mickey Mouse en la esquina inferior izquierda del cuadro

Francis Silva

El acceso a la exposición se realiza mediante un donativo simbólico de 3 euros, cuya recaudación irá destinada íntegramente a las Hermanitas de los Pobres y a Cáritas Diocesana Málaga, en coherencia con el espíritu de servicio público que inspira esta apertura excepcional del patrimonio. Un gesto que une arte y solidaridad, y que convierte cada visita en una forma concreta de ayuda.

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