Isabel Martín Aramburu es estudiante de Educación Primaria trilingüe en Bilbao, y una gran amante de la lectura. Esa pasión le ha llevado a escribir … su primera novela con tan solo veinte años, una historia personal, en la que narra lo que sintió al enamorarse por primera vez y no ser correspondida. «Es un especie de diario, donde cuento la primera vez en que yo experimenté un amor».

Su primer libro, ‘Diario de un primer amor’, es una endulzante novela que relata los pedazos de «una historia de amor no correspondida», explica, donde la poesía ocupa un lugar destacado a la hora de describir, día a día, esta historia personal. Tal y como cuenta la autora, «es el resultado de una recopilación de las páginas de mi diario y las notas de mi teléfono que escribí cuando conocía a la persona en la cual está inspirada la historia». Sentimientos y opiniones, comentarios y consejos, reunidos en estas páginas para contar lo que nunca se llegó a decir. Una primera experiencia en el amor que la autora relata en primera persona.

Aficionada a la lectura desde pequeña, Isabel Martín nunca imagino que pudiera publicar un libro. Pero el destino quiso que un día, a través de las redes sociales le llegara una convocatoria de la editorial Talón de Aquiles. «Yo me encontraba en Italia, y estaba en un momento de mi vida en el que me sentía desubicada. Sin embargo, supe que debía intentarlo y mandé esta historia, que ya la tenía escrita». A pesar de las dudas, decidió mandar su manuscrito. Unas semanas más tarde recibió un correo que confirmaba que su trabajo había sido aceptado y que se iba a publicar.

«Al principio no me lo creía, pero poco a poco fui asimilándolo, y ahora estoy muy contenta. Sin embargo, me cuesta asimilar que ni nombre aparezca en la portada de un libro». ‘Diario de un primer amor’ ya está a la venta en las librerías Donosti y Hontza de San Sebastián y en La Ilusa de Bilbao.

«Este libro va dirigido a todas las personas que hayan podido sentir más de lo que debían en el amor», afirma la autora

La historia está narrada a modo de diario. Cada día de los meses en los que se desarrolla el relato hay un resumen en forma de narración o poesía con lo que vivió y sintió Isabel. Ella comparte las emociones que experimentó y la llevaron a una enseñanza personal que ha decidido dar a conocer. «Si mi novela puede servir de ayuda a alguien, yo estoy feliz».

El libro va dirigido a «todas las personas que puedan sentirse identificadas». Es decir, para quienes «han sentido alguna vez más de lo que debían», recalca la escritora donostiarra. También va dirigido a quienes la han apoyado y escuchado mientras escribía todo lo que estaba viviendo.

Una incógnita

Su futuro en el mundo editorial sigue siendo una incógnita, pero su emoción por continuar publicando se mantiene. «Me hace mucha ilusión la idea de seguir escribiendo, porque siempre ha sido mi sueño». Los siguientes pasos de su carrera literaria podrían encontrarse entre las páginas de los borradores que guarda.

Isabel escribe para desahogarse y lo define como un «recurso para vivir». En las librerías o en casa, las obras literarías le cautivan desde que era pequeña. «He pasado de estar horas en la biblioteca eligiendo qué leer, a tener mi propio libro».